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“Premio Nacional de Buenas Prácticas en Convivencia 2007” para dos redactores de inSurgente; Fany Miguens y J.M. López Alcaraz

El «conflicto» en las Enseñanzas Medias

Fuentes: inSurGente

«En un barrio castigado por la precariedad y la marginación es evidente que la población más joven refleja más descarnadamente la desesperanza y la falta de expectativas»

«Estamos de premio y resulta curioso que en un sistema que sigue su loca apuesta por la competitividad, por el sálvese quien pueda, por la exclusión, por el capital (que se nos ha metido en el cuerpo, como el frío), se premie la insurgencia y la insolencia de apostar por la democracia y por la participación, por poner el acento y los recursos en el eslabón más débil de la cadena, en el alumnado. (…)Cuando se premia algo, por un lado se reconoce y por otro se asimila, o se intenta la asimilación. De asimilación, nada. (…)Podría suceder que nos viésemos como contendientes frente a los que han hecho que el dinero público se vaya a los colegios concertados. Podría ser que nos viésemos como contendientes frente a los que han hecho de la ciudadanía un mercadeo, dejándoles claro que podemos ser mucho más que consumidores de esta democracia despiadada.(…) Dijo José Martí que Una idea justa desde el fondo de una cueva puede más que un ejército. Pues eso es: que se corra la voz».

Han premiado a gente inSurGente. El Instituto La Caleta de Cádiz recibió el pasado miércoles 30 de enero, de manos de la mismísima Ministra de Educación Mercedes Cabrera, el Premio Nacional de Buenas Prácticas en Convivencia 2007.

Fany Miguens es la directora y la orientadora del centro, y J.M. López Alcaraz es el coordinador del proyecto «Escuela espacio de Paz». Ambos son los responsables -redactores y editores- de la sección «Cultura para la inSurGencia» de este diario digital.

Fany y Jose lo interpretan así:

Estamos de premio

«Estamos de premio y resulta curioso que en un sistema que sigue su loca apuesta por la competitividad, por el sálvese quien pueda, por la exclusión, por el capital (que se nos ha metido en el cuerpo, como el frío), se premie la inSurGencia y la insolencia de apostar por la democracia y por la participación, por poner el acento y los recursos en el eslabón más débil de la cadena, en el alumnado.

Cuando se premia algo, por un lado se reconoce y por otro se asimila, o se intenta la asimilación.

Para nosotras, personas que sienten la dignidad atropellada -antes y después de la escuela- de los jóvenes, el premio debería ser ese punto de calor que empiece a quitarnos el frío de los huesos, que empiece a descubrirnos que la enseñanza (la política) puede y debe tener un fin distinto de tragar lo injusto, lo vergonzoso y lo humillante como si fueran cosas necesarias. Para nosotras el premio debería ser el recordarnos que los procesos en los que se trabaja, en los que se milita, mas temprano que tarde, salen a la luz. Y se corre la voz.

Y podría suceder que nos viésemos como contendientes frente a los que han hecho que el dinero público se vaya a los colegios concertados. Podría ser que nos viésemos como contendientes frente a los que han hecho de la ciudadanía un mercadeo, un gran centro comercial donde el que tenga, compre, dejándoles claro que podemos ser mucho más que consumidores de esta democracia despiadada. Dijo José Martí que «Una idea justa desde el fondo de una cueva puede más que un ejército». De asimilación nada. Que se corra la voz.

El proyecto premiado se desarrolla en el Instituto de Educación Secundaria «La Caleta» en Cádiz, la capital del paro, la ciudad con mayor índice de desempleo del estado español y de Europa.

En un barrio castigado por la precariedad laboral, el cierre de empresas (con Delphi como más claro y reciente ejemplo), la infravivienda, la falta de recursos sociales y culturales, es evidente que la población más joven refleja más descarnadamente la desesperanza y la falta de expectativas.

Con este panorama en el que el fracaso y el abandono escolar constituían otra cara más de la exclusión social a la que este sistema aboca a los de siempre, en el IES «La Caleta» comenzó a trabarse en el 2002 un proyecto que rompiera la inercia y abriese un rayito de esperanza. Modificar la cultura (androcéntrica, hegemónica, competitiva e individualista) y la estructura (rígida, vertical, no democrática) de la escuela, se convirtió en un objetivo prioritario para posibilitar cambios reales. Así desde el grupo de personas comprometidas con este proyecto se trabaja por repensar la escuela, situando el debate educativo en el debate de lo político y reivindicando el carácter emancipatorio del conocimiento y de la educación.

En todo este proceso ha tenido un peso fundamental reconstruir el concepto de «conflicto»: transitar de su consideración como algo negativo, como algo que hay que eludir, a entenderlo como inevitable, consustancial al ser humano en tanto ser social y como palanca de transformación social. Desde ahí se trabaja en movilizar las actitudes y las estrategias y en abordar los conflictos que cotidianamente tenemos más cerca (interpersonales, intergrupales, etc) en el «microanálisis», y los grandes conflictos (sociales, comunitarios, internacionales,…) en el «macroanálisis».

Otros principios en los que se basa este proyecto son:

  • Participación y Democracia : Se concreta en la democratización de los canales de información y comunicación, en la toma de decisiones a través de un sistema que incluye las asambleas y las comisiones y en el fomento de las asociaciones del alumnado y de las familias como forma de participación.

  • Apoyo Mutuo : A través de la ayuda entre iguales con el grupo de alumnos y alumnas ayudantes y el equipo de mediación; con los programas de voluntariado en los que los/as adolescentes se convierten en monitores para el acceso a las nuevas tecnologías de personas adultas del barrio; con el inicio de metodologías cooperativas en el aula y con la formación del profesorado.

  • Permeabilidad. Apertura del Centro al barrio : Se concreta en la escuela de madres y padres; en los talleres de alfabetización digital para personas adultas; en las jornadas de puertas abiertas y en la colaboración con organizaciones y movimientos sociales del entorno.

  • Escuela inclusiva : «Todos los recursos dentro del aula para conseguir que todos y todas aprendan más y mejor». Por eso se usan todos los recursos, esfuerzos y organización en que trabajen dos profesores en el aula en algunas horas de áreas instrumentales, que todos los apoyos y refuerzos se realicen dentro del aula y en disminuir la ratio en primer ciclo.

  • Formación del profesorado : El profesorado realiza un proceso de «formación en centros» que, coordinado con el Centro de Profesorado de Cádiz, y en función de las necesidades planteadas, articula un programa cursos a lo largo del año. Este curso académico han decidido acometer las NNTT y la Atención a la Diversidad. Se trabaja además en torno a Grupos de Trabajo siendo uno de ellos «Sobre conflictos y escuelas democráticas». Aquí, once profesores y profesoras realizan «tertulias dialógicas» sobre textos elegidos previamente. Ya han tertuliado, entre otros textos, «Educación y Conflicto. Guía de educación para la convivencia» editado en Editorial Popular (2001) y «Educar para la paz en tiempos difíciles» editado en Bakeaz (2004) ambos de Xesus R. Jares. Catedrático de Didáctica y Organización Escolar de la Universidad de A Coruña, coordinador desde 1983 de Educadores/as pola Paz-Nova Escola Galega y expresidente de la Asociación Española de Investigación para la Paz (AIPAZ). También han trabajado «Escuelas democráticas» de M.W. Apple y J.A. Beane y editado en Morata (2005) y ahora mismo tienen entre manos «Educación para la Ciudadanía. Democracia, Capitalismo y Estado de Derecho» de Carlos Fernández Liria, Pedro Fernández Liria y Luis Alegre Zahonero, ilustrado por Miguel Brieva, editado por Akal. Interesante forma de compartir lecturas y reflexiones. También intentan que todo lo que van aprendiendo repercuta lo más directamente posible en su coordinación como profesionales y en su intervención en el aula. Que no es poco. Además, funciona otro Grupo de Trabajo sobre Biblioteca y lectura y un Grupo de Investigación: Estudio de las variables que promueven un trato diferencial de los adolescentes hacia los docentes basado en la discriminación desde la perspectiva de género.

Con todo esto y el premio, se seguirá luchando desde la trinchera de los sueños, porque como decía el maestro: «Los sueños son proyectos por los que se lucha. Su realización no se verifica con facilidad, sin obstáculos. Por el contrario, supone avances, retrocesos, marchas a veces retrasadas. Supone lucha. En realidad, la transformación del mundo a la que aspira el sueño es un acto político, y sería una ingenuidad no reconocer que los sueños tienen sus contrasueños.» (Freire, P. 2001)

Que corra la voz».