La Sala Segunda del Tribunal Constitucional ha acordado no admitir a trámite por «prematuros» los recursos de amparo promovidos por el ex presidente del Parlamento Vasco, Juan María Atutxa, y los que fueran miembros de la mesa Gorka Knorr (EA) y Kontxi Bilbao (EB), condenados a inhabilitación por su negativa a disolver al grupo parlamentario […]
La Sala Segunda del Tribunal Constitucional ha acordado no admitir a trámite por «prematuros» los recursos de amparo promovidos por el ex presidente del Parlamento Vasco, Juan María Atutxa, y los que fueran miembros de la mesa Gorka Knorr (EA) y Kontxi Bilbao (EB), condenados a inhabilitación por su negativa a disolver al grupo parlamentario Sozialista Abertzaleak.
El fallo afecta fundamentalmente a Kontxi Bilbao que se encuentra a la espera de que el Parlamento Vasco fije la fecha en la que cesa en su cargo como parlamentaria, decisión que podría tomarse la segunda semana de septiembre.
Tras conocer la sentencia, Bilbao, ha declarado que no tiene ningún apego al sillón de su escaño en la Cámara vasca y ha dicho que dejará el Legislativo en septiembre. En los pasillos del Parlamento Vasco, Bilbao ha explicado que no le ha cogido por sorpresa la decisión del Tribunal Constitucional y ha recordado que todavía hay recursos pendientes sobre la Mesa del Constitucional en torno al llamado «caso Atutxa», pero ha opinado que la posición del Alto Tribunal no va a variar en los próximos meses.
Por tanto, ha asegurado que su inhabilitación «va a ser efectiva y evidente» y será ejecutada por el Parlamento Vasco en septiembre, cuando en un pleno ordinario tome posesión de su escaño la persona que la sustituya en el cargo. No obstante, ha aclarado que no le mueve ningún afán a agarrarse al sillón del escaño del Parlamento Vasco y ha explicado que permanecerá en la Cámara como secretaria segunda de la Mesa hasta que el Parlamento lo requiera (hasta septiembre), «más por un ejercicio de responsabilidad que de deseo personal». Así, ha recordado que «cobra lo mismo trabajando en el Parlamento Vasco que en el Ayuntamiento de Vitoria», donde tiene plaza como funcionaria, debido a que en EB los cargos públicos perciben el mismo sueldo que tenían antes de acceder a un cargo, y el resto lo destinan a la organización.
Por tanto, «no hay ningún apego al sillón», ha reiterado. Sin embargo, ha recordado que la inhabilitación que le han impuesto de un año para ejercer el cargo de parlamentaria «va a ser en realidad superior, de cuatro años y medio, porque no me voy a poder presentar a las próximas elecciones».
Por su parte, la presidenta del Parlamento Vasco, Izaskun Bilbao, ha indicado que el cese de Kontxi Bilbao se hará efectivo de forma «pacífica» en el mes de septiembre, cuando se den los pasos para elegir a la persona que le vaya a sustituir en la Mesa y en el hemiciclo.
El Consititucional ha rechazado en sendos autos las tres peticiones de amparo presentadas por Atutxa, Knörr y Bilbao al considerarlas «prematuras» ya que todavía «no ha concluido el proceso penal en el que se enjuician los hechos», pero no entra a valorar el fondo del asunto.
Recuerda así, que la sentencia del Tribunal Supremo anuló la dictada por el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV), que les declaró inocentes por su inviolabilidad parlamentaria, y le instaba a dictar una nueva sentencia para que «completase los hechos declarados probados», sin necesidad de celebrar un nuevo juicio.
«Consecuentemente, una vez que se proceda al dictado de una nueva sentencia en la que se hayan completado los hechos probados cabría un nuevo planteamiento a la cuestión suscitada a partir de nuevos elementos fácticos judicialmemnte declarados», precisa el Constitucional.
Explica además el tribunal que el recurso de amparo «no tiene carácter cautelar ni protege frente a eventuales lesiones todavía no producidas» sino que «es un remedio que únicamente cabe impetrar cuando se haya materializado una lesión real de derechos fundamentales».
El Tribunal Supremo condenó el pasado 8 de abril a Atutxa, Knörr y Bilbao por un delito de desobediencia por negarse «de manera abierta» a disolver el grupo parlamentario Sozialista Abertzaleak, sucesor de la ilegalizada Batasuna.
La pena impuesta al presidente de la Cámara vasca fue de un año y medio de inhabilitación y una multa de 18.000 euros, mientras que a Knörr y Bilbao se les impuso un año de inhabilitación y el pago de una multa de 12.000 euros. No obstante, la más perjudicada por la sentencia es Kontxi Bilbao ya que su inhabilitación de un año en la práctica y dada la proximidad de las elecciones autonómicas sería de cuatro.
En una reciente comparecencia ante los medios, Juan María Atutxa, había manifestado su «firme confianza» en que el alto tribunal les diera la razón. En caso contrario, ya anunció que existe la posibilidad de llegar el caso a Estrasburgo. «Esto no se acaba ya», subrayó.
La sentencia del Tribunal Supremo ponía fin a un proceso de cinco años marcado por la polémica ya que la causa fue tacahada por los nacionalistas como un intento de deslegitimar a las instituciones vascas.
El apoyo a los tres encausados pudo ser visible en la multitudinaria concentración convocada en diciembre de 2003 por el Gobierno tripartito ante las puertas del TSJPV con motivo de la toma de declaración de Atutxa, Knörr y Bilbao. La imagen más captada fue la del ex presidnete del PNV, Xabier Arzalluz, entonando el ‘Eusko gudariak’ con paraguas en mano.