El busto parlante declaró hace bien poco que el bloqueo no había sido de utilidad, que no habían conseguido el objetivo de acabar con el socialismo en Cuba. En conclusión, el imperio ha perdido el embrión, ha producido un huevo huero, viene esperando un fruto desde hace 56 años, y el 27 de este mes […]
El busto parlante declaró hace bien poco que el bloqueo no había sido de utilidad, que no habían conseguido el objetivo de acabar con el socialismo en Cuba. En conclusión, el imperio ha perdido el embrión, ha producido un huevo huero, viene esperando un fruto desde hace 56 años, y el 27 de este mes de octubre ha vuelto a perder en su asedio a Cuba.
Lastima que el más de medio siglo transcurrido violentando la relación entre los pueblos y los gobiernos de todo el mundo no le haya dado al imperio para aprender a comportarse civilizadamente. El imperio, el mundo financiero, bancario, multinacionales, el mundo económico y armado que ahora domina con claros síntomas de agotamiento, de decadencia, de supervivencia parasitaria ha quedado en la ONU como el emperador desnudo; ¿se saben el cuento?, aquél emperador al que el sastre, harto de las exigencias de tal personaje, le hizo creer que le había hecho un traje especial, tan especial que el mismo sastre y sólo el mismo sastre se lo debía colocar, puesto que sólo él, el emperador, no lo veía. Y así, sin ninguna ropa, desnudo, creyéndose investido de un poder especial, salió a la calle. Sus súbditos al verle desnudo, no solo perdieron el temor que les había infundido, sino que se burlaron de todo lo que enseñaba, ese fue el comienzo de su desobediencia, el cambio decisivo.
Obama es el busto parlante, el muñeco mecánico que repite un sinsentido, y como tal es incapaz del mínimo análisis, de poner a funcionar la razón, ha producido un huevo huero, y es el rey desnudo.
Las fuerzas que se ocultan tras él, que le mueven la boca, él mismo, y el representante de EEUU que actuó en la ONU, Ronald Godard, que dijo: «Si espera Cuba que ésto ayude, se equivoca», cuando había votado el mundo entero, 191 países en contra del bloqueo, deberían haber cursado la lección política de «Introducción al detalle», básica para asistir como representación de un gobierno responsable y respetuoso a los debates, conferencias y proyectos internacionales. En estos escenarios donde se acuerdan compromisos de la mayor importancia es preciso escuchar, extraer conclusiones, desarrollar argumentos, y atender a los detalles, pues en el detalle se encuentra la esencia, la conclusión, el centro. Durante 56 años el detalle ha ido creciendo, y después de 56 años, ahora, el detalle es gigante, ocupa a todo el mundo, a los miles de millones de personas representados por gobiernos de condición multipolar y multicolor, de fuerzas de todos los tamaños que vienen repitiendo al testaferro de los banqueros, financieros y multinacionales del imperio económico armado que NO, que su bloqueo a Cuba muestra desnudo al emperador y a sus crueles amos.
El detalle es que las fuerzas del mundo se mueven creando los nuevos caminos por donde ya va el futuro, y el presente, que en detalle y subrayado es que EEUU está en un rincón, aislado, rodeado por los pueblos y los gobiernos, que van dejando el miedo inducido al ver que el imperio se ha quedado desnudo y enseña todo lo que es. El siguiente paso es la desobediencia a sus multas y sanciones al margen de la ley, actos propios del ladrón de caminos. La señal, el detalle, la bandera para la desobediencia se sacó el día 27 en la ONU, y está ya en la Historia.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.