El discípulo es una película que se estrenó en España en el año 2010 y que el día 24 de diciembre del año 2017, precisamente el día del nacimiento de Cristo, se filtró la acusación de la Fiscalía en la cual se piden penas de cárcel, multas cuantiosas y otras obligaciones civiles para el director […]
El discípulo es una película que se estrenó en España en el año 2010 y que el día 24 de diciembre del año 2017, precisamente el día del nacimiento de Cristo, se filtró la acusación de la Fiscalía en la cual se piden penas de cárcel, multas cuantiosas y otras obligaciones civiles para el director y productor de la película, Emilio Ruiz Barrachina.
El discípulo presenta, en una producción con actores de prestigio internacional, una visión de Cristo heterodoxa, muy alejada de la visión divina que presenta el catolicismo. La película fue asesorada por el gran erudito del cristianismo primitivo, el profesor Antonio Piñeiro. Pero esa visión anticatólica de Cristo ya desde el principio soliviantó no solo a la jerarquía de la iglesia católica española sino también a sectas ultracatólicas con gran peso como el Opus Dei y otras.
La acusación de la Fiscalía, por denuncia del Ministerio de Cultura, se basa en un supuesto fraude en los taquillajes de las salas con el fin de acceder a las subvenciones para la producción cinematográfica. Este sistema de las subvenciones basadas en el taquillaje, hoy ya no vigente, siempre fue muy discutible y algunos productores y exhibidores y distribuidores han sido también encausados en diversos procedimientos (por ejemplo González Macho, Bardem o Emilio Aragón, entre otros) pero ninguna a acusación ha sido tan radical por las penas que se demandan y por la repercusión mediática como la de la película El discípulo. Pareciera que se tratara de tomar un caso como ejemplarizante y la pregunta que nos hacemos algunos es porque han tomado precisamente a esta película como chivo expiatorio de un procedimiento de subvenciones sinuoso y barroco y que afecta a más de cien películas en los últimos años.
Esta acusación contra el director de la película ha coincidido con estrambóticas acusaciones y condenas por parte de las fiscalías y magistraturas contra los denominados delitos de «ofensas a los sentimientos religiosos» como ha sido el caso reciente del joven Daniel Serrano de Jaén que por subir a una red social una representación del cristo de su cofradía «La hermandad de la Amargura» fue acusado y condenado a pena de multa. La filtración de la acusación por la fiscalía en el caso de la película El discípulo, antes incluso de que el abogado de Barrachina conociera esa acusación, simboliza, por sí misma, la escasa calidad de la justicia en España además de la sospecha de falta de neutralidad e imparcialidad en todos los niveles jurisdiccionales además de la falta total de independencia judicial. Pareciera que, en este caso, se quisiera realizar una campaña contra el director Barrachina por alguien interesado en destrozar su reputación profesional y ello en el caso de una película en que se realiza una visión anticatólica de Cristo. Sabemos de sobra como actúan las sectas en la realidad de las instituciones en España y como han penetrado en las burocracias de los Ministerios y en la fiscalía y magistratura. Ya en el año 2000 el Sr. Javier Moscoso propuso el siguiente Acuerdo al Pleno del Consejo General del Poder Judicial, en su sesión del 21 de julio de 2000, sobre propuestas de la reforma de la justicia, propuesta que aun siendo aprobada, nunca ha tenido una aplicación práctica: «Los jueces y magistrados, así como los fiscales, mientras se hallen en servicio activo, no podrán pertenecer ni a organizaciones secretas o que funcionen sin transparencia pública, sea cual sea la forma jurídica que adopten, que puedan generar vínculos de disciplina u obediencia ajenos a los mandatos del ordenamiento jurídico constitucional», en clara referencia a la penetración del Opus Dei en la magistratura.
No sabemos en que quedara todo este embrollo de la película El discípulo pero si sabemos que esta película ha resultado incómoda para algunos católicos y que a raíz de esta película el director Ruiz Barrachina, gran comprometido con el laicismo, ha sido destrozado, mediáticamente, en su reputación profesional. Pero es difícil acabar con los personajes incomodos, Ruiz Barrachina presentará próximamente su película Bernarda una adaptación a los tiempos actuales de la obra La casa de Bernarda Alba de Lorca. Otra visión incómoda para » esa oscura España negra de mantilla y vírgenes milagrosas», como dijo Victoria Abril en la finalización del rodaje.
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