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Argentina

El espejo que muestra desigualdad

Fuentes: Página 12

Una encuesta revela cómo se ven las mujeres a sí mismas. Un estudio indagó sobre la percepción de las mujeres en torno de su vida sexual y reproductiva, los derechos de género y la participación social y política. Los datos más relevantes.

«Cómo nos vemos las mujeres» es el nombre de una encuesta realizada a unas 1600 mujeres de las principales ciudades del país que intenta reflejar la percepción y la opinión de ellas mismas sobre un abanico de temas que atañen a su vida privada, social y política. El sondeo arrojó datos llamativos. El 58 por ciento de las entrevistadas no sabe que puede realizarse una mamografía en forma gratuita en hospitales públicos. Sólo cuatro de cada diez mujeres comparten (algunas) tareas domésticas con los hombres. Y el 61 por ciento asegura que es «muy frecuente» la violencia familiar en la que las mujeres son víctimas, aunque sólo cuatro de cada diez saben que existe una ley que les brinda herramientas para protegerse.

El relevamiento presentado ayer forma parte del programa de promoción de derechos y la equidad de género del Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA) y fue llevado a cabo por el Estudio Prisma en marzo y abril de 2006. La muestra abarcó 1600 casos de entre 18 y 69 años, en el área metropolitana, Córdoba y Rosario.

La percepción de las mujeres encuestadas sobre la violencia familiar muestra el panorama de la situación. Entre los distintos tipos de agresión, las entrevistadas identificaron como «muy frecuente» la violencia ejercida por el marido contra la mujer (61 por ciento), la agresión de los jóvenes contra los ancianos (47 por ciento), la de los padres hacia los hijos (44 por ciento). Luego, sigue la violencia de la madre contra los hijos (26 por ciento) y la violencia de la mujer contra el marido (10 por ciento).

Cuando fueron consultados sobre a quién pedirían auxilio en caso de ser golpeadas por su pareja, casi el total del universo encuestado respondió que acudiría a la policía. «Es alarmante el números de mujeres que piensa que el único lugar adonde pueden acudir en caso de ser golpeadas es la comisaría. Precisamente, porque no es el espacio más adecuado, en tanto la policía no las contiene y a menudo las revictimiza», señala el informe presentado en el salón Arturo Illia, del Senado de la Nación.

El nivel de conocimiento sobre los derechos sexuales y reproductivos arrojó resultados dispares. Por un lado, cuatro de cada diez mujeres no saben que el sistema de salud público tiene la obligación de proveer PAP y mamografías gratuitas. «En los últimos dos años, el 30 por ciento de las mujeres que se hizo estos estudios ginecológicos pagó por el servicio», sostiene el informe. En cambio, el 72 por ciento de las mujeres sabe que los hospitales deben brindar información y asesoramiento en materia de anticoncepción y de distribuir los métodos en forma gratuita.

La proporción de mujeres que utiliza algún método de control natal es alta, aunque varía por ciudad: Rosario (72 por ciento), Gran Buenos Aires (63 por ciento) y Rosario (84 por ciento). La encuesta arroja que, pese a la difusión de la ley de salud sexual y reproductiva, continúan registrándose trabas para aquellas mujeres que quieren colocarse un DIU para evitar embarazados no deseados. Del 15 por ciento de las mujeres que solicitó que le colocasen este método, un poco más de la mitad de los casos logró cumplir su deseo y, en cambio, al 46 por ciento de las mujeres se lo negaron.

Las razones de esta negativa son las siguientes: el 35 por ciento fue por trabas propias del sistema de salud, entre los que se incluye la falta de DIU en el hospital o la excusa de que no se proveen gratuitamente. En un 39 por ciento por criterio médico, cuando el profesional no lo consideró adecuado.

La participación masculina en las tareas hogareñas «dista de ser equitativa, pero no es despreciable, especialmente en los hogares en los que la mujer trabaja jornada completa». La encuesta señala que en cuatro de cada diez casos el hombre interviene en alguna de las tareas del hogar. El hombre cuida a los niños en el 24 por ciento de los casos, los acompaña a la escuela (28 por ciento) o hace las compras (30 por ciento). Otras actividades como lavar, planchar y arreglar ropa o como cocinar siguen siendo actividades casi exclusivas de las mujeres. Sólo el 17 por ciento de los hombres se acerca al lavarropa y a la plancha y el 20 por ciento de los casos ingresa en la cocina para algo más que sacar la cerveza de la heladera.

Pese a estos números que indican cierto avance en la distribución de las actividades en la casa, casi la mitad de las mujeres que tenían un trabajo renumerado y ya no lo tienen se vieron obligadas a dejarlo por razones familiares. Según el relevamiento, 7 de cada 10 lo hicieron para cuidar a los hijos porque no tenían con quién dejarlos. «Esto da cuenta de la vulnerabilidad de las mujeres que trabajan fuera de casa y las dificultades para articular las tareas productivas con las reproductivas, llegando al extremo de tener que dejar a los niños solos por falta de infraestructura y servicios de cuidado.»

Consultadas por su opinión sobre la despenalización del aborto, el 31 por ciento señaló que la práctica no debe ser delito, el 19 por ciento que debe seguir siendo un delito y el 47 por ciento, que debe ser despenalizado en algunos casos: cuando el embarazo resulte de una violación, que se sepa que el bebé tendrá una enfermedad incurable o una malformación grave, que la madre sienta que no se puede hacer cargo, sea porque ya tiene muchos hijos que atender o porque es menor o por razones económicas.