Chile optó abrumadoramente por el cambio. Pero esto no es una casualidad y mucho menos el resultado de una deliberada decisión de la actual casta política. Más bien este cambio se ha gestado en las periferias del poder y en el anonimato de millones de ciudadanos hastiados del abuso, la desigualdad y la exclusión y, sobre todo, de un Estado de derecho que siempre favorece a los privilegiados”. Con esta declaración comienza la conversación con Diego Ancalao, Presidente del Partido por el Buen Vivir (en formación).
El pasado 4 de septiembre el Servicio Electoral (SERVEL) dispuso la publicación en su sitio electrónico institucional y con ello, dio inicio al proceso de recolección de firmas para constituir el partido político POR EL BUEN VIVIR. Este nuevo partido, se inspira en la filosofía, cultura y principios que rigen a muchos pueblos originarios del mundo y algunos de América Latina. Así, el pueblo kichwa lo define como “Sumak Kawsay”, el pueblo aymara como “Suma Qamaña, y el pueblo mapuche como “Kume Mongen”.
El “Manifiesto por el Buen Vivir. Un modelo integral y holístico de desarrollo, que invita a la acción política” al que tuvo acceso El Mostrador, responde a una nueva manera de hacer política en concordancia con los saberes y las prácticas de la sabiduría de los pueblos originarios. Se elaboró de manera silenciosa escuchando a la gente en todo el territorio. “Es posible recoger el sentido común de las personas y en este Manifiesto, está plasmada la buena noticia que anhelamos y el camino de hermandad que invitamos a transitar en esta nueva etapa que comienza post aprobación para la elaboración de una nueva Constitución a través de una Convención Constituyente”, agregó Ancalao.
El “Manifiesto” trata de un nuevo modelo de desarrollo, que busca la construcción de una alternativa que se haga cargo de las aspiraciones y sueños de las grandes mayorías excluidas del país y, afirma que, “…Esto que hoy llamamos buen vivir, es el resultado de miles de años de sabiduría aplicada, concentrada en la experiencia práctica de pueblos que aprendieron un estilo de vida que busca la armonía de la persona consigo misma (subjetividad), con los demás (convivencia) y con la naturaleza (vínculo con la creación y el cosmos).
El buen vivir nace como una práctica que luego se conceptualiza y se convierte en un sistema de relaciones humanas, que nos muestra que es posible que una comunidad adopte conductas protectoras de los derechos individuales y colectivos que promuevan el respeto a la dignidad inherente a las personas, la convivencia pacífica, la plena adhesión a los acuerdos alcanzados, la justa repartición de los recursos disponibles para que a nadie le falte lo esencial, el cuidado irrestricto de la naturaleza y el libre ejercicio de la autonomía individual, dentro de los límites que aconseja el bien común”.
En Chile existe un desconocimiento de la forma de organización de los pueblos originarios porque lo que se enseña en las escuelas es que el proceso de colonización fue una “acción civilizatoria” de estas primeras naciones. Diego Ancalao, también Presidente de la Fundación para el Desarrollo y Liderazgo Indígena (ILDIICHILE) agrega que: “Se desconoce el Az Mapu, que desde el área jurídica occidental se homologa al derecho o justicia propia en el marco del pluralismo jurídico. Refiere a la esencia de la tierra, al equilibrio natural del mundo mapuche, comprendido como un todo integrado por lo físico e inmaterial. Constituye un código de ética y comportamiento respecto de la naturaleza y toda la esencia del ser”.
“El manifiesto es la base para la elaboración de nuestro proyecto político y en unos días lo compartiremos a través de redes sociales para masificar el dialogo tendiente a nutrir nuestra acción política porque estamos convencidos que debemos responder a la esperanza surgida por la abrumadora victoria del domingo pasado”, concluyó Diego Ancalao.
El Manifiesto puede encontrarse en el link: https://www.ildii.cl/manifiesto-por-el-buen-vivir/, donde es posible conocerlo íntegramente, además suscribir su contenido que está en constante construcción.