«CiU y PP retan a los sindicatos al no querer aplazar un pleno el 29-M. Nacionalistas y populares rechazan aplazar la sesión sobre los recortes». Así titulaban Àngels Piñol y Maiol Roger su crónica del pasado miércoles en el -conservador, imperial, neoliberal y altamente prescindible- diario global [1]. El Parlament catalán vivirá, pues, el 29 […]
«CiU y PP retan a los sindicatos al no querer aplazar un pleno el 29-M. Nacionalistas y populares rechazan aplazar la sesión sobre los recortes». Así titulaban Àngels Piñol y Maiol Roger su crónica del pasado miércoles en el -conservador, imperial, neoliberal y altamente prescindible- diario global [1].
El Parlament catalán vivirá, pues, el 29 de marzo de espaldas al paro convocado. Van a lo suyo. El escenario tendrá su lógica; la mayoría de los diputados, por no hablar de los consellers (y conselleres), habitan en otro mundo. Son de otra clase y hacen ostentación de ello. Lo de las huelgas es de currantes no serviles.
Si la prudencia no lo evita (y es difícil: están de un chulo que se sale), el día de la huelga general obrera se celebrará un pleno extraordinario sobre los recortes. ¡Paradoja de paradoja! Los partidos de la, digamos, oposición, han pedido cambiar el calendario «para respetar el derecho a la huelga de los trabajadores del Parlament de Cataluña». ¿Por esa razón tan sólo? Convergència i Unió y el PP, hooligans de la reforma laboral (hay dudas sobre quien se lleva el primer premio), no están por la labor. ¿Huelgas, exclaman? ¡De qué hablan estos paleolíticos enrojecidos! La decisión final se tomará en la Junta de portavoces del próximo martes, 20 de marzo. Los nacionalistas conservadores catalanes y los nacionalistas españolistas populares, también catalanes, han anunciado que no tienen la menor intención de cambiar de planes. Pues, mejor, que no los cambien. La imagen valdrá más que 100 discursos críticos.
Jordi Turull, el portavoz de CiU en la cámara catalana, un diputado que cada día que pasa recuerda más el tono autosuficiente e insoportable de Duran i Lleida, invitó a los promotores de la iniciativa a retirar la petición de convocar el pleno. Según don Turull, la celebración del pleno «les da pereza» o «nunca les va bien». No es serio programar una sesión parlamentaria, aseguró JT, en función de la actividad «público-mediática». ¡Turull hablaba así de la huelga general obrera del 29-M! ¡Cómo se nota que han ido a colegios de pago! ¡Qué exquisitos!
Los trabajadores del Parlament más veteranos han recordado, han señalado Àngels Piñol y Maiol Roger, que en las anteriores convocatorias la actividad parlamentaria quedó reducida al mínimo. CiU y PP quieren revertir esta situación. ¿Y la «oposición» va a entrar en ese juego? ¿Y por qué no les dejan solos en (y con) su parlament y van a las calles a manifestarse contra una contrarreforma laboral que permite despedir a trabajadores por haber estado de baja nueve días? ¿No dicen ser «oposición»?
Mientras tanto, el gobierno convergente-unionista (con el apoyo abstencionista del PP) sigue atacando posiciones ciudadanas básicas (la metáfora bélica no es impertinente). La última, por el momento, que probablemente será tomada como modelo en otras comunidades cuando se despejen algunas incógnitas electorales, es la imposición del repago sanitario, de un nuevo impuesto indirecto sobre las recetas. Un euro por receta, con algunas excepciones en el caso de sectores muy pero que muy afectados por la situación, y a partir de un determinado precio (1,67 euros o similar) y cantidad de recetas (menos de 62 anuales salvo error por mi parte). Calculan recaudar, las cifras no acaban de coincidir, unos 150 millones de euros.
(En Cataluña se emiten unas 150 millones de recetas anuales, unas dos por ciudadano y mes. No cuadra pero suman en sus cálculos el efecto disuasorio que tendrá en algunos colectivos que «visitarán», afirman, menos al médico. La desconsideración ciudadana que hay detrás de este nudo, señalado por don Oriol Pujol, así como el insulto a los profesionales sanitarios es de manual. Es fácil inferir quienes serán los sectores más perjudicados: grupos sociales muy vulnerables y con mala salud).
Duran i Lleida, en su insoportable línea de siempre, vendiendo la moto y unas cuentas falacias, y haciendo gala de su profundo humanismo cristiano, ha declarado que «no hay otra solución, que no nos engañemos». ¡Una reflexión sesuda y documentada donde las haya! ¿Por qué no hay solución? Porque lo dicen don Duran.
Miquel Noguer recordaba por otra parte un dato que pone los pelos de punta y agita huracanes de indignación: cuando estaba vigente en Cataluña el impuesto de sucesiones -CiU le dio la patada final, con el compromiso explícito del president Mas, directamente beneficiado del atropello fiscal, pero los gobiernos anteriores de «izquierda» lo fueron disminuyendo paulatinamente: «bajar los impuestos» es de izquierdas decían-, cuando el impuesto seguía en vigor, decía, se recaudaban anualmente unos 800 millones de euros. Sin actualizar la cantidad, durante cuatro años, el grueso de esos 3 mil millones de euros será regalado a las capas más privilegiadas de la sociedad catalana: los Millet, los Mas, los Godó, los Fainé, los Molins, largo etcétera. Ahora, en cambio, cuando hay necesidades para «cubrir el déficit» se genera un impuesto no directo que afecta a los sectores menos privilegiados y que va a generar si todo va según dicen -ya s verá como no- unos 150 millones anuales, 600 millones en cuatro años, la quinta parte del regalo fiscal de la anulación del impuesto de sucesiones.
¿Recuerdan cuando Artur Mas acudió a un notario para comprometerse públicamente y por escrito que en ningún caso pactaría con el PP? ¡Qué tiempos aquellos! Ahora, en cambio, se les ve tan unidos, aquí y en «Madrid», cogidos de la mano, paseando por uno de sus campos de golf, mientras prosiguen sus ataques contra las gentes desfavorecidos y abonan sus nuevos planes de acumulación por desposesión ininterrumpida (o permanente, como se prefiera).
¿Hasta cuando? Sin límites, la barra es libre. Hasta que lo permitamos por supuesto.
Notas:
[1] Àngels Piñol / Maiol Roger, «CiU y PP retan a los sindicatos al no querer aplazar un pleno el 29-M». http://ccaa.elpais.com/ccaa/2012/03/13/catalunya/1331675587_428529.html
[2] Miquel Noguer, «Cataluña prevé recaudar 180 millones…». El País, 16 de marzo de 2012, p. 11.
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