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El portavoz de Exteriores del Grupo Popular aseguró que los agentes viajaron hasta en tres ocasiones

El gobierno de Aznar envío policias a Guantánamo para interrogar a detenidos

Fuentes: Prensa Latina

El pasado miércoles el diario El País publicó aseguró en una crónica que durante el gobierno del ex presidente José María Aznar se enviaron policías a Guantánamo a interrogar a prisioneros cuando Federico Trillo era ministro de Defensa y Angel Acebes de Interior. Los funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía fueron a Guantánamo entre el […]

El pasado miércoles el diario El País publicó aseguró en una crónica que durante el gobierno del ex presidente José María Aznar se enviaron policías a Guantánamo a interrogar a prisioneros cuando Federico Trillo era ministro de Defensa y Angel Acebes de Interior.

Los funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía fueron a Guantánamo entre el 21 y el 26 de julio de 2002 a interrogar, sin autorización de ningún juez español, a una veintena de presos, agregó el diario. Entre estos últimos se encontraba Hamed Abderramán (Hmido), ceutí detenido en Afganistán, y otros ciudadanos marroquíes, según fuentes oficiales que el diario no revela.

Los policías españoles viajaron desde Madrid en compañía de agentes de la CIA para investigar a marroquíes. Era el segundo viaje a Guantánamo. En el primero personal de la embajada en Washington se viajó para identificar a posibles detenidos hispanos. La operación fue coordinada por Rafael Gómez Menor, un jefe de la Unidad Central de Información Exterior, la cual investigaba a la célula del sirio Abu Dahdah, supuesto jefe de Al Qaeda en España.

Interrogaron a 20 personas, entre ellas al ceutí Hamed Abderramán, y a Lahcen Ikassrien, marroquí residente en España, detenido en 2001 en Afganistán y enviado a Guantánamo con una pulsera con la inscripción «animal número 64».

Ikassrien reveló a El País que le pidieron permiso «para grabar el interrogatorio y les dije que hicieran lo que quisieran. Les conté mi verdad, pero ellos querían que les dijera que era un terrorista y que me entrené en Afganistán, algo que no era verdad». Ikassrien asegura que les dijo a los policías españoles que él era marroquí y no le podían interrogar. «Ellos respondían que querían ayudarme y yo les dije: Cada vez que venís me torturan los americanos, explicó al diario.

El entonces preso en Guantánamo -ahora vive libre en Madrid- sostiene que los policías españoles le ofrecieron dinero y le prometieron que le darían la condición de testigo protegido si colaboraba con ellos.

Hubo un tercer viaje, que se produjo del 20 al 24 de enero de 2003, cuando funcionarios de la embajada hispana en Washington visitaron al ciudadano español Hamed Abderrahaman Ahmed para gestionar su traslado a Madrid.

En febrero de 2004, Estados Unidos entregó a Hamed a las autoridades españolas, que lo pusieron a disposición judicial.

El Tribunal Supremo ha declarado que los interrogatorios de los hispanos a Hamed se hicieron sin información previa de derechos, sin asistencia letrada y sin autorización ni mandato de la autoridad judicial española competente.

La detención en Guantánamo de personas sin cargos, garantías, control ni límites custodiados por el ejército norteamericano, es un hecho de imposible explicación y menos justificación desde la realidad jurídica y política en la que está enclavada, expresó el tribunal.

No saben, no contestan

Ayer los antiguos máximos dirigentes del ultraderechista Partido Popular (PP), entonces ministros del Gobierno de José María Aznar, aseguraron ignorar la existencia de tal misión policial.

Aunque multitud de testimonios y detalles prueban la vinculación de Ángel Acebes, cuando era Ministerio del Interior; Mariano Rajoy, entonces vicepresidente del gobierno; y Agustín Díaz, Director General de la Policía, y hoy eurodiputado por el PP; ni Rajoy, ni Acebes ni Eduardo Zaplana conocieron nada de esa misión, pese a sus altos cargos en el gobierno y en el partido, según declararon a la prensa.

Rajoy fue el más pintoresco, al decir «lo desconozco absolutamente. Yo estoy en otras cosas. No estoy ni en Felipe V ni en los suevos, ni en lo que pasó en España hace muchos años. En vez de hablar de memoria histórica, yo quiero lanzar un mensaje de futuro». «Quiero dedicarme a acometer reformas estructurales y llevar a cabo una política exterior propia de un país civilizado, en vez de seguir hablando de fosas. Oiga, por favor, que éste es un país civilizado», agregó.

En la prisión de la base que Estados Unidos ocupa en Guantánamo contra la voluntad de Cuba, los agentes de Aznar buscaban «nuevos elementos radicales asentados en España», según el informe que no fue autorizado ni solicitado por ningún juez español.

El Tribunal Supremo consideró esa cárcel «un limbo en la comunidad jurídica de imposible justificación», y declaró nulos como pruebas judiciales los interrogatorios de los policías españoles a los allí detenidos.

Incluso el general jefe del enclave militar de Guantánamo ofreció una cena a la delegación española, en la cual explicó a los agentes que los detenidos en el campamento no eran prisioneros de guerra, sino «combatientes ilegales».

Sin embargo, ayer también el portavoz de Exteriores del Grupo Popular, Gustavo de Arístegui, calificó la visita de esos policías de «misión diplomática» y realizada con el «conocimiento del juez» con el objetivo de «ayudar» a posibles presos españoles recluidos en esa instalación.

En declaraciones en el Congreso, Arístegui dijo que agentes de la Policía viajaron hasta en tres ocasiones junto a diplomáticos, para determinar la nacionalidad de varios presos que aseguraban ser españoles.

La versión es completamente diferente a los testimonios de los interrogados por los cuatro policías españoles en Guantánamo, quienes revelaron que el interés era averiguar sobre células islamitas en España, según reveló el diario El País.

Josep Piqué, actual líder del partido en Cataluña y ex ministro del Exterior con Aznar, también desconocía que bajo el gobierno del PP la policía española hubiese ido a Guantánamo a interrogar prisioneros con el visto bueno de la Casa Blanca.

Izquierda Unida y Esquerra Republicana per Cataluña han solicitado la presencia en el Congreso de los principales dirigentes del PP para que expliquen la situación.

En referencia a la actitud amnésica de Rajoy y sus amigos, el Partido Socialista señaló que quien estando en el Gobierno no se entera de lo que éste hace, es imposible que pueda aspirar a ser presidente del Poder Ejecutivo español.