¿Qué es un milagro? ¿Un fenómeno inexplicable o la manifestación del amor de Dios? Tema central del documental El milagro del Papa del realizador mexicano José Luis Valle (1978) seleccionado en la prestigiosa «Semana de la Crítica» de la 62da edición del Festival Internacional de Locarno. Los periodistas cinematográficos que abren cada año esta ventana […]
¿Qué es un milagro? ¿Un fenómeno inexplicable o la manifestación del amor de Dios?
Tema central del documental El milagro del Papa del realizador mexicano José Luis Valle (1978) seleccionado en la prestigiosa «Semana de la Crítica» de la 62da edición del Festival Internacional de Locarno.
Los periodistas cinematográficos que abren cada año esta ventana de la producción documental en el evento locarnés no se equivocaron. Y el film mexicano ya está escribiendo su propia historia entre los grandes en este género en la actual edición locarnesa.
Los hechos se suceden aceleradamente en los apenas 75 minutos de proyección. A inicios del 1990, Herón Badillo, de apenas cinco años, sufre según las estimaciones médicas, de una leucemia.
Una enefermera lo desahucia, su caso es considerado como «desesperante» y el tratamiento con quimioterapia parece no dar resultado alguno.
La visita del Papa Juan-Pablo II en 1990 a México, aparece para los padres de Herón como el último recurso. La familia Badillo logra un pase especial para esperar, junto con centenas de invitados, al Sumo Pontífice de la Iglesia Católica Romana al pie del avión.
Luego que el Papa tocara la frente de Herón, éste vive un proceso de rápida curación, lo que lleva a la iglesia oficial, a una parte de la clase política y a la propia familia del niño enfermo a hablar de milagro papal. El arzobispo más involucrado en los hechos será promovido, poco tiempo después, como Ministro de Salud del Estado del Vaticano.
El impacto mediático de la «curación» explota. La familia Badillo es invitada a los principales programas «people» de la televisión latinoamericana. El padre del niño sanado, escribe un libro sobre el hecho y se lanza con éxito a la vida política, capitalizando espacios mediáticos obtenidos con el «milagro».
Jose Luis Valle reconstruye la historia. Y realiza agudas entrevistas con dirigentes eclesiales, los médicos que siguieron el caso, la familia Badillo y el mismo Herón que hoy, con algo más de veinte años, es un joven normal de su tiempo, trabajador en una carnicería en su Estado natal.
Con un espacial don de experimentación visual y de calidad narrativa, Valle lanza una mirada amplia, multiperspectivista, sobre los protagonistas del «milagro», la realidad mexicana -presa entre modernidad y tradición- y la interpretación eclesial de los hechos.
La riqueza de la mirada del realizador azteca presenta sin desperdicio alguno una sociedad contradictoria, que va del amplio fervor religioso a la mercantilización de muchos de esos valores – ejemplificado en los paquetes de papas fritas con la estatuilla en plástico del jerarca vaticano como premio.
Y en un activo ida-vuelta entre pasado y presente, va desmitificando, sin perder nunca la agudeza informativa, un milagro al final se agota en sí mismo.