Desde comienzos del mes de enero se vienen produciendo en Bélgica manifestaciones a favor del clima que han reunido a decenas de miles de estudiantes de secundaria. Movilizaciones que se inscriben en un movimiento mundial, y que analizamos con Goto Van Kern, estudiante en la Alta Escuela Bibliotecaria-Documentalista, militante de Jóvenes Anticapitalistas (JAC). ¿Puedes explicarnos […]
Desde comienzos del mes de enero se vienen produciendo en Bélgica manifestaciones a favor del clima que han reunido a decenas de miles de estudiantes de secundaria. Movilizaciones que se inscriben en un movimiento mundial, y que analizamos con Goto Van Kern, estudiante en la Alta Escuela Bibliotecaria-Documentalista, militante de Jóvenes Anticapitalistas (JAC).
¿Puedes explicarnos el origen de la movilización y cómo se ha desarrollado en Bélgica?
Lo primero es recordar que a comienzos de diciembre hubo una movilización histórica en Bélgica sobre la cuestión del clima: una manifestación en Bruselas que reunió a más de 70.000 personas, es decir, la mayor manifestación vista en Bélgica sobre este tema. Esto generó un importante interés mediático, y ocupó la actualidad durante una semana, lo que dio tanto más eco a iniciativas tomadas en otros países; desde el llamamiento de la joven sueca Greta Thunberg a la huelga en Australia «Strike for Climate» (En huelga por el clima). La movilización lanzada a comienzos de enero en Bélgica se reclama de estos dos movimientos. La movilización nació primero en una pequeña ciudad de Flandes, con el lanzamiento de una plataforma «Youth for Climate» (La juventud por el clima) y un vídeo que llamaba a la juventud de Flandes a ponerse en huelga y acudir al parlamento flamenco el 10 de enero. En esta primera manifestación hubo 3.000 personas, pero la idea era hacer manifestaciones semanales hasta las elecciones federales que se desarrollarán en mayo. La semana siguiente hubo 12.500 manifestantes y a la siguiente comenzó una convergencia con la parte francófona del país, llegando a manifestarse 42.000 personas. Una semana más tarde, el día 31, se contaron menos manifestantes pero hubo muchas más manifestaciones, el movimiento se difundió por todo el país, con por ejemplo en Valonia, con 15.000 personas en Lieja. Por tanto el movimiento de la juventud por el clima se extiende a todas las localidades de Bélgica, no solo a Bruselas.
¿Las manifestaciones son esencialmente jóvenes estudiantes de secundaria y de la universidad?
Si, se trata de las y los jóvenes que estudian en las diferentes centros de secundaria. Y como en secundaria no existe una verdadera tradición de movilización, hace más de 20 años que no ha habido movidas ahí, deben apañarse con los medios que tienen, llegar a acuerdos con las direcciones y eso no funciona siempre. Fundamentalmente son las y los de 5º y 6º quienes obtienen autorización para manifestarse, e incluso si otros no van a clase, son esencialmente las y los estudiantes de secundaria de más edad quienes participan en el movimiento. Y no tienen un apoyo explícito por parte del profesorado y sus sindicatos; así pues, todo depende de las realidades locales, a veces cuentan con el apoyo del profesorado y en otras, el profesorado no quiere que las jóvenes y los jóvenes se movilicen… La situación varía mucho de unos sitios a otros, a imagen del movimiento que tiene formas de organización muy diversas.
Dices que no hay tradición de movilización entre la juventud, pero ¿cuáles son las relaciones que las organizaciones, y en particular las organizaciones políticas de izquierdas, mantienen con esta movilización? ¿La acompañan, la apoyan?
No se cuál es exactamente la orientación ideológica de las y los jóvenes que lanzaron la plataforma «Youth for Climate», ni si forman parte de organizaciones políticas juveniles, pero lo que está claro es que en las manifestaciones te encuentras con Verdes, ya se trate de Groen flamencos o de Ecolo entre la gente francófona, que a menudo llegan a colaborar, así como el Partido del Trabajo de Bélgica (PTB, marxista-leninista), que es bilingüe. Estos movimientos aparecen en las manifas, se ven sus banderas, sus panfletos. También se ve a nuestra gente, la gente de la Izquierda Anticapitalista y la juventud anticapitalista, aunque seamos una fuerza mucho más pequeña.
La plataforma «Youth for Climate» puso en pie una página web a la que se puede acudir a proponer medidas, ideas de leyes para salvar el clima, pero por el momento en las manifestaciones no se ven reivindicaciones muy concretas, son cosas algo generales sobre salvar el planeta, pero las pocas reivindicaciones que aparecen son más bien defendidas por las fuerzas políticas presentes en ellas, en particular el PTB.
Hay algo interesante que hay que subrayar a propósito de las organizaciones políticas, es que la extrema derecha muy BCBG («pija») ha intentado insertarse en las movilizaciones, pero ha sido expulsada de ellas a base de consignas ofensivas. Incluso ahora que ya no viene, sigue habiendo consignas contra ella.
¿Qué reacciones ha tenido la clase política, el gobierno?
Hubo una iniciativa que dio mucho que hablar de ella; fue la de una coalición académica de expertos que redactaron un texto, una especie de propuesta de ley climática dirigida al Parlamento totalmente acabada, en la que está de acuerdo mucha gente de la clase política. Los Verdes (Écolo -francófono- y Groen -flamenco-) la plantearon como propuesta de ley modificando cosas sobre la marcha, en particular transformando el objetivo de reducir el 65% al 50% las emisiones de gas con efecto invernadero de aquí a 2030,… Pero estos partidos, que apoyan el movimiento, ha actuado con habilidad, y la clase política, que está bastante desequilibrada por la movilización y que ve que llegan las elecciones, ha reaccionado, sobre todo del lado francófono, afirmando que iban a apoyar el texto, hasta el punto de que la ministra federal de medio ambiente ha llegado a reivindicar la maternidad del texto… Un texto muy criticable, como ha explicado nuestro compañero Daniel Tanuro 1/ , entre otras cosas porque no va más allá de decir que es necesario que Bélgica asuma los objetivos europeos, lo que no ha hecho hasta ahora.
Amismo tiempo, las autoridades juegan la carta de la represión y de la disuasión, con declaraciones en el sentido de que es necesario que las y los jóvenes abandonen la calle. Así, la ministra de medio ambiente en Flandes declaró, ante un grupo de agricultoras y agricultores, que la Seguridad del Estado había informado que el movimiento era un complot fomentado por el lobby ecologista, lo que ha desencadenado un follón, con exigencias de dimisión, excusas, etc. Hay una especie de movimiento de recuperación/represión por parte de la clase política, que en sustancia dice que las y los jóvenes tienen razón al movilizarse pero que ahora es necesario que vuelvan a clase. Por ello estamos trabajando, con las JAC, en diferentes iniciativas contra las diferentes formas de represión (prohibición de ir a las manifestaciones, sanciones contra las y los alumnos, etc.) y por los derechos democráticos de este movimiento que va a continuar.
Nota:
1/ https://www.gaucheanticapitaliste.org/pour-le-climat-union-sacree-ou-convergence-des-combats/ de próxima publicación en viento sur ndt.
Texto original en francés: https://www.npa2009.org/idees/international/le-mouvement-des-jeunes-pour-le-climat-setend-en-belgique
Traducción: Faustino Eguberri para viento sur
Fuente: https://vientosur.info/spip.php?article14595