Convocados desde hace tres días en París, en la sede de Organización de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), unos 500 investigadores de diversos países, reunidos en Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC), intentan lograr un consenso acerca de la rapidez con que las temperaturas y los niveles […]
Convocados desde hace tres días en París, en la sede de Organización de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), unos 500 investigadores de diversos países, reunidos en Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC), intentan lograr un consenso acerca de la rapidez con que las temperaturas y los niveles del mar se elevarán en los próximos 100 años.
Los expertos, que presentarán un informe el viernes para alertar al mundo sobre la gravedad del problema climático, afirman que existe suficiente evidencia científica para establecer una relación entre las emisiones contaminantes del ser humano durante los pasados 250 años y los dramáticos cambios en el clima de la Tierra.
El informe será el primero que muestra desde 2001 el Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC), un grupo formado por miembros de las Naciones Unidas y de la Organización Metereológica Mundial.
El informe del IPCC, titulado «Cambio Climático 2007: La Evidencia Científica», será una especie de manual de los conocimientos climáticos que gobiernos, industrias y organizaciones internacionales utilizarán hasta 2012.
Las mediciones sobre calentamiento global comenzaron hace 150 años. Los estudiosos se mostraron pesimistas respeto a los peligros del recalentamiento de la Tierra. Según el IPCC desde el año 1900, la temperatura promedio se elevó 0,8 grados, medio grado desde los años 70.
De acuerdo a las explicaciones de los científicos, a partir de comienzos del siglo XX se inició el proceso de transformación de la atmósfera, que incidió en el clima de manera drástica. En los polos, se vuelve más perceptible el calentamiento del planeta y puede alcanzar valores dos o tres veces superiores en el Polo Norte.
Los océanos subieron entre 10 y 20 centímetros durante el siglo XX. Los glaciares se están deshaciendo, la superficie del océano se calienta y el suelo helado de Canadá o Siberia se funde, subrayaron. También se corregirán las previsiones del aumento del nivel de los mares, que en el informe anterior se situaba entre 9 y 88 centímetros para el año 2100.
Los informes del IPCC se componen de tres partes: el estado de los conocimientos científicos sobre el clima; los impactos regionales del cambio climático y la adaptación de las sociedades; y las soluciones para reducir las emisiones de gases del efecto invernadero.
«En ningún momento en el pasado ha existido tal apetito global» por información confiable sobre el calentamiento global, dijo en la conferencia Rajendra Pachauri, presidente del panel.
La conferencia de París trata solamente sobre la primera parte, que debe alertar a los dirigentes sobre el agravamiento y aceleración del efecto invernadero. La segunda parte se llevará adelante en Bruselas, Bélgica, en abril; y la tercera, será en mayo en Bangkok, Tailandia.
Los informes del IPCC, creado por la ONU en 1988, llevaron a la adopción en 1992 del Convenio sobre el Cambio Climático y, en 1997, del Protocolo de Kyoto sobre la reducción de los gases del efecto invernadero.
La reunión de París involucra solamente al primer grupo, que aprobará una especie de resumen para los líderes políticos. Durante los últimos dos años, unos 2.000 expertos en climatología, glaciología, meteorología, oceanografía y especialistas, analizaron los estudios científicos publicados sobre cambio climático.
Las conclusiones de ese trabajo formarán la versión final del primer informe, y según los expertos, «el calentamiento global podría ser peor de lo que hasta ahora se ha pronosticado».
En tanto, el gobierno parisino, convocó para los días 2 y 3 de febrero, una conferencia internacional sobre el medio ambiente, para impulsar su propuesta de Organización medioambiental de la ONU. El objetivo sería sistematizar la respuesta internacional a los riesgos ecológicos globales.
Por su parte, el climatólogo francés Jean Jouzel lanzó señales de alarma extrema: fuerte aumento de la temperatura, retroceso de los bancos de hielo del Polo Norte, fundición de los glaciares de Groenlandia y disminución de la nieve en el hemisferio norte.
Jouzel remarcó la gran preocupación que existe entre los científicos ante probables «efectos de tope», que podrían amplificar el recalentamiento, sin que sea posible por ahora «determinar los límites que no se deben cruzar».
«Estamos en una escala de tiempo-sostuvo- en la que, cuando se habla de generaciones futuras, ya están aquí, son los niños de los jardines de infantes o de la primaria y debemos actuar pronto y con energía».