Aprueba una resolución por la se adhiere a la Resolución 1815 del Consejo de Europa e insta a los gobiernos de Navarra y España a respetarla La Resolución del Consejo de Europa indica, entre otras cosas: – Dar preferencia, para los niños en general y especialmente en las escuelas y en las aulas, a los […]
Aprueba una resolución por la se adhiere a la Resolución 1815 del Consejo de Europa e insta a los gobiernos de Navarra y España a respetarla
La Resolución del Consejo de Europa indica, entre otras cosas:
– Dar preferencia, para los niños en general y especialmente en las escuelas y en las aulas, a los sistemas de acceso a internet a través de conexión por cable (evitando a conexión inalámbrica WiFi) y regular estrictamente el uso de los teléfonos de los estudiantes en el recinto escolar»
– A doptar «todas las medidas razonables» para reducir la exposición a campos electromagnéticos, incluyendo las
radiofrecuencias que emiten los teléfonos móviles, «y en particular la exposición de los niños y jóvenes, para quienes el riesgo de tumores de la cabeza parece mayor».
– Establecer campañas de información y concienciación sobre los riesgos de los efectos biológicos potencialmente nocivos a largo plazo al medio ambiente y a la salud humana, especialmente «a los niños, adolescentes y jóvenes en edad reproductiva».
– Se recomienda: «el uso de teléfonos con cable en los hogares o, en su defecto, modelos que no emitan permanentemente ondas pulsadas.»
El Parlamento de Navarra: Aboga por aplicar el principio de precaución en relación a los límites de exposición a los campos electromagnéticos, cuyos límites se han quedado «obsoletos»
La Comisión de Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Administración Local ha aprobado hoy, con los votos a favor de Socialistas de Navarra, Bildu, Aralar-Nabai, PPN e Izquierda-Ezkerra y la abstención de UPN, una resolución por la que el Parlamento de Navarra «se adhiere a la Resolución 1815, de 27 de mayo de 2011, de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa», donde se aboga por aplicar el principio de precaución en lo tocante a los límites de exposición a los campos electromagnéticos, más aún cuando la evaluación científica no permita determinar el riesgo con suficiente certeza.
La resolución aprobada incluye un segundo punto en el que, a su vez, se insta al Ejecutivo Foral a «aplicar las recomendaciones de la citada resolución».
Del mismo modo, ya en un tercer apartado, se emplaza al Gobierno del Estado español a que «recoja y aplique las recomendaciones de la Resolución 1815 en el desarrollo de la legislación de telecomunicaciones». En este epígrafe, SN y PPN se han unido a la abstención de UPN. Bildu, Aralar-Nabai e Izquierda-Ezkerra han mantenido su voto afirmativo.
En la exposición de motivos, la resolución impulsada por los G.P. Bildu y Aralar-Nabai alude al debate generado en torno a las afecciones que producen los campos electromagnéticos «en el medio ambiente y la salud» y constata que «la preocupación ha ido en aumento» debido a la proliferación de emisiones de alta (infraestructuras de telecomunicaciones) y baja frecuencia, cuyos límites, «obsoletos (no se han revisado desde 1999), no tienen en cuenta a los colectivos más sensibles, caso de mujeres embarazadas, recién nacidos/as y niños/as».
A ese respecto, los proponentes se remiten a los consejos vertidos por la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa en la resolución 1815 de 2011, documento en el que se recomienda «revisar la base científica de las normas de exposición a los campos electromagnéticos» y «establecer umbrales de prevención para niveles de exposición a largo plazo en todas las zonas de interior no superiores a 0,6 voltios por metro».
A la sesión, presidida por Begoña Sanzberro (G.P. UPN), han asistido, por el G.P. UPN, Jerónimo Gómez, Antonio Pérez Prados, José A. Rapún, Javier Lorente, y Jesús Esparza; por el G.P. SN, Carmen Ochoa, Samuel Caro y Pedro Rascón; por el G.P. Bildu, Víctor Rubio y Bikendi Barea; por el G.P. Aralar-Nabai, Txentxo Jiménez y Xabi Lasa; por el G.P. PPN, Eva Gorri; y por el G.P. I-E, Marisa de Simón.