La Conferencia Republicana del PCE reunió ayer en Madrid a 250 delegados e invitados de toda España
«El pueblo español solamente será dueño de su destino cuando pueda elegir desde el presidente de la comunidad de propietarios hasta el jefe del Estado», señaló ayer Juan Centella, secretario general del PCE, durante la celebración de la Conferencia Republicana de la agrupación, que tuvo lugar en el madrileño Auditorio del Centro Cultural Moncloa.
Esta cita, a la que asistieron más de 250 personas de toda España entre delegados e invitados, sirvió para consensuar el documento que servirá como hoja de ruta para la construcción de la III República en España, cuyo borrador fue aprobado el 24 de abril y al que se presentaron un total de 389 enmiendas.
Muchas de estas enmiendas al documento base, que fue elaborado, entre otros, por Julio Anguita, iban encaminadas a cambiar la denominación inicial de «república democrática» por «República socialista» o República comunistas». Tras el debate, se decidió la adhesión a la definición de República de los constituyentes de 1931: «España es una República democrática de trabajadores y trabajadoras de toda clase, emanando todos los poderes de todos sus órganos del pueblo».
El texto, aprobado con 103 votos a favor, 4 en contra y 18 abstenciones, define en pocas páginas cómo y porqué es necesaria la instauración de la República en España, a la que Centella definió como «una alternativa global al actual sistema que ha llevado a la mayor crisis de la historia del país».
Precisamente, la actual crisis es una de las razones que esgrime el documento en defensa de la república. «La crisis ha evidenciado que no hay otra alternativa que la democratización de las relaciones de producción, la planificación democrática de la economía y una escala de valores diferente», explica el documento en su página 6 (apartado Una crisis de Civilización), que señala a la República como la «única opción capaz de asumir ese reto». Según afirmó Centella durante la conferencia, la misma Casa Real actúa como un «paraíso fiscal» y una «habitación oscura» en la que no se sabe cuánto dinero entra ni en que se emplea, mientras participa en la «una salida conservadora» de la crisis, como muestra su últimareunión con la ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado.
Por otra parte, el documento también marca unos ejes en su propuesta republicana:
Derechos Humanos. Total respeto a la Declaración de Derechos Humanos de la ONU del 10 de diciembre de 1948 y a los tres pactos firmados en 1966 y aceptados por España que la desarrollan. También se resalta el tema medioambiental.
Desarrollo del sector público y de una democracia participativa, empleando el polinomio Sociedad de Pleno Empleo+Reparto del Trabajo+Desarrollo Sostenible+Protección Social Plena+Renta Básica+Progresividad Fiscal+Sector Pública+Democracia Participativa.
Democracia Radical. Una Ley electoral estrictamente proporcional, recortes de gastos en campañas electorales, pero con programas específicos en los medios de comunicación, a lo que sumará una «Ley Anti-Trust» de los medios para evitar su concentración en unas pocas manos, así como la elaboración de un código ético para los cargos públicos, facilidades para la Iniciativa Legislativa Popular, introducción de materias sobre funcionamiento de la República en la enseñanza obligatoria, etc.
Estado Laico. Fin de la financiación estatal de los distintos credos, abolición de su enseñanza en los centros públicos…
La Paz. Desvinculación con la OTAN, desmantelamiento de las bases militares estadounidenses, reestructuración de las fábricas de armamento y fin del comercio de armas…
Educación, investigación y civismo.
Un Estado Federal. (documento de IU como base).
Una Europa Federal.