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Sales y soles

El planeta sin suerte

Fuentes: Gara

67 Tres pasitos y un deseo. El cuentista mexicano Alberto Chimal sostiene que el mundo nació caminando. «Amma, Primera Mujer, Madre de Cuantos Son y Cuantos Serán, despertó en la oscuridad, cuando nada más existía, pero no le tuvo miedo y trató de tocarla. Y la oscuridad, complacida, engendró el mundo para las manos de […]

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Tres pasitos y un deseo. El cuentista mexicano Alberto Chimal sostiene que el mundo nació caminando. «Amma, Primera Mujer, Madre de Cuantos Son y Cuantos Serán, despertó en la oscuridad, cuando nada más existía, pero no le tuvo miedo y trató de tocarla. Y la oscuridad, complacida, engendró el mundo para las manos de Amma, para que sus ojos pudieran ver y sus pies anduvieran. Y cuando Amma dio su primer paso hubo la distancia, cuando dio el segundo, el tiempo, y cuando dio el tercero, y vio que todo a su alrededor era hermoso y nuevo, hubo en ella el deseo: el ansia de lo que está lejos».

Millones de años después, el ser humano sigue con el deseo a flor de pie, andando, pariendo mundos. Astrónomos de Canadá y el Reino Unido presentaron el lunes el mayor atlas del cielo realizado hasta la fecha. Este mapa tridimensional sitúa en el espacio más de un millón de los miles de millones de galaxias que conforman el Universo (todavía desconocemos el 95% de su composición). El paseo apenas ha comenzado.

Nadie ha llegado tan lejos ni ha pagado tan alto precio por un viaje. Millones de galaxias al alcance de la mano y un mundo a punto de desaparecer bajo nuestros pies. La apisonadora humana puede con todo y con todos. A este paso, pronto alcanzaremos el fin del mundo. Eso sí, para entonces, nos habremos quedado solos.

La Unión Mundial para la Conservación de la Naturaleza denuncia que 16.119 especies de animales y plantas están en peligro de extinción. Uno de cada tres anfibios, una de cada ocho aves y uno de cada cuatro mamíferos (entre ellos, y por primera vez, el oso polar y el hipopótamo). La «Lista Roja 2006» muestra una clara tendencia: «la pérdida de biodiversidad aumenta, no disminuye».

El Ministerio de Medio Ambiente (español) acaba de publicar la última edición del Catálogo Nacional de Especies Amenazadas. Seis aves pasan de la categoría «de interés especial» a otras que reflejan una mayor amenaza. El arao común, el alimoche y el pico dorsiblanco se encuentran «en peligro de extinción», mientras que la perdiz nival, el milano real y el águila pescadora son ya especies «vulnerables».

Con todo, lo más alarmante del catálogo tiene que ver con una chiquita y encantadora planta: el trébol de cuatro hojas. La Marsilea quadrifolia, presente no hace mucho en buena parte del suroccidente de la Península Ibérica, aparece desde hoy en el grupo de las especies «en peligro extinción». Cuatro hojas, mil y una cualidades, suerte ilimitada. Para nosotros, los cuatro puntos cardinales: el mundo descansa sobre un Trébol Mágico de Cuatro Hojas.

Los indios kogi vivían sobre la falla de Bucaramanga-Santa Marta, en Colombia. Su inestable supervivencia estaba amenazada por constantes movimientos sísmicos. Ana María Shua cuenta que el mundo era para ellos un huevo grande y pesado sostenido sobre cuatro vigas por cuatro hombres forzudos. Cada vez que uno de los porteadores, agotado, cambiaba la viga de un hombro al otro, se producía un terremoto. Para preservar el precario equilibrio de ese frágil universo, los indios kogi tenían prohibido saltar, gritar fuerte, tirar piedras o que las mujeres se movieran durante el acto sexual.

Había una vez un planeta sin suerte, una tierra con tan poca fortuna que… ¿Quién sabe cómo terminará el cuento? Por si acaso, quizás vaya siendo hora de estarse quietecitos. Hora de cultivar tréboles, sembrar buena suerte.