El contexto socioeconómico, algunos elementos. CiU sólo exige «las deudas con Cataluña» para dar el «sí» a los presupuestos más antidemocráticos y antisociales de los últimos cuarenta años en España. CiU ha apoyado sin pelos en la lengua -y es posible que ayude a empeorarla en su tramitación parlamentaria- una ley merkel-pepera-multinacionales de contrarreforma laboral-medieval […]
El contexto socioeconómico, algunos elementos. CiU sólo exige «las deudas con Cataluña» para dar el «sí» a los presupuestos más antidemocráticos y antisociales de los últimos cuarenta años en España. CiU ha apoyado sin pelos en la lengua -y es posible que ayude a empeorarla en su tramitación parlamentaria- una ley merkel-pepera-multinacionales de contrarreforma laboral-medieval que posibilita métodos dictatoriales fascistoides en fábricas, empresas y oficinas y significa una agresión sin precedente a los derechos laborales de las clases trabajadoras españolas. La imposición del repago sanitario en las recetas es una política «fiscal creativa» del gobierno de CiU. La consideración de la salud como un no derecho ciudadano es la gran aportación político-intelectual del conseller Boi Ruiz, el ex patrón y gestor de las mutuas privadas catalanas. El conflicto Madrid-Catalunya para la ubicación de Eurovegas, rompiendo normas, derechos y conquistas sociales de todo orden, es un espectáculo casi sin precedentes protagonizado por las dos ramas más «dinámicas» y neoliberales del capitalismo ibérico. La educación pública en Catalunya sufre ataques permanentes y sólo el esfuerzo y tenacidad de maestros y profesoras logran que se mantenga en pie. En fin, en el hecho de que la relación entre el 20% de la población española que más ingresa y el 20% de menos ingresos, haya pasado de 5,4 en 2008 a 6,9 en 2010, con un incremento en desigualdad del 27,7% en apenas dos años, convirtiendo a ese protectorado de la troika europea llamado España (sin excluir Catalunya) en uno de los países con mayores desigualdades económico-sociales en la UE-27, sólo superada por Letonia, Rumania y Lituania, la política fiscal y económica del gobierno CiU, firmemente apoyado por el PP catalán, ha tenido -y sigue teniendo- una aportación decisiva.
El premio. El ex presidente del Brasil Luiz Inácio Lula da Silva ha sido el ganador del XXIV Premio Internacional Catalunya que concede anualmente la Generalitat catalana. Los motivos esgrimidos por el jurado: sus políticas sociales y económicas. El president de la Generalitat, Artur Mas, presidente del jurado, ha sido el encargado de hacer pública -cosa nada frecuente hasta el momento- la concesión por unanimidad del galardón a Lula. El premio distingue a aquellas personas «cuya trayectoria ha contribuido a promover los valores culturales, científicos o humanos por todo el mundo». Karl Popper, el asesor político-cultural de mis Thatcher, fue el primer galardonado. Eso si, ha habido premiados con posiciones políticas muy alejadas. Edgar Morin es un ejemplo de ello.
El president catalán ha señalado que el jurado ha querido reconocer también «el carácter personal del ex presidente brasileño en su lucha contra la pobreza y la desigualdad» [1], a la que se enfrentó con imaginación y coraje. Lula, que ha superado o está superando un cáncer de laringe, ha agradecido el galardón y ha confirmado que si su salud se lo permite estará presente en la entrega del premio en Barcelona, el próximo mes de junio. Si es el caso, muchos iremos a recibirle.
Vale la pena insistir: premiado un presidente que con coraje, determinación e imaginación se enfrentó a la pobreza y a las desigualdades.
Mas ha aprovechado la ocasión para lanzar su manido y gastadísimo mensaje neoliberal: primero el crecimiento; luego, si hay ocasión y no llueve, ya hablaremos. «Lula puso las bases para el crecimiento económico de Brasil y entendió, él que tenía pasado sindicalista y muy de izquierdas, que si no había crecimiento económico no habría reparto de riqueza», estas han sido las palabras del neoliberal Mas, el presidente de un gobierno que desde el primer día, con inestimable ayuda del conseller ex psuquero Mas-Colell, ha favorecido a las clases privilegiadas del país todo lo que ha podido. Ejemplo destacado: la eliminación del impuesto de sucesiones, ley de la que él mismo se ha visto beneficiado recientemente.
Un periodista no servil preguntó al president sobre una paradoja enorme que salta a los ojos: ¿cómo se come y se guisa que un Gobierno como el de CiU, con el apoyo del PP, que abona y aplica fuertes recortes sociales premie a Lula por sus políticas sociales igualitarias?
La respuesta de Mas, el soberbio: sus políticas sociales no están en los «antípodas» de las del líder brasileño (¿Dónde entonces?) Añadió la que debe ser la broma más cínica (y estúpida) de toda la historia de la Humanidad (sin excluir otras posibles especies vivientes inteligentes de galaxias lejanas): «Defendemos la misma política de creación económica y de empleo, porque nos inspira el mismo sentido de justicia y ética social, de que la gente que está en pobreza pueda salir».
La misma política de creación económica, la misma política de empleo (¡con apoyo a la ley de contrarreforma fascistoide!), mismo sentido de la justicia, misma ética social. ¡Que la gente pueda salir de la pobreza mientras se favorece día tras día la situación privilegiada de unas minorías, las clases sociales que tan bien representa el president catalán!
Como el cemento armado, como el hormigón, que dirían Thomas Bernhard y Manuel Martínez Llaneza.
PS. Por lo demás, y como prueba de ese sentido de la justicia y la misma ética social del que se ha hablado, el gobierno del president Mas apoya el endurecimiento de las penas, incrementa el número de antidisturbios en la policía de los Mossos, con oposición incluso de los sindicatos policiales catalanes, y sigue tan feliz como con en las fiestas de fin curso mientras tres jóvenes inocentes -Isamel, Daniel y Javi- de apenas veinte años siguen en prisión preventiva en cárceles barceloneses, acusados de delitos inverosímiles. Ya lo comentó el neoliberal alcalde barcelonés, una de las manos derechas de Mas: ¡se van a enterar!.. Y ya nos estamos enterando.
Nota:
[1] J. M. Martí i Font, «Lula da Silva gana el XXIV Premi Internacional Catalunya». El País (Catalunya), 3 de abril de 2012, p. 5.
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