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El presidente Macron excluye a los republicanos españoles de la Nueve de los actos oficiales por el 80 aniversario de la liberación de París

Fuentes: Rebelión

El 24 de agosto de 1944 la columna Dronne entra en París en vanguardia de la 2 División Blindada del General Leclerc. El General Leclerc, al final de la tarde del 24 de agosto de 1944, se da cuenta que la Segunda DB espera frente a las defensas nazis instaladas en las afueras del sur de la capital de Francia.

Se han encontrado con sólidas barreras alemanas instaladas en el cruce de la Croix de Berny, en la prisión de Fresnes y en Bourg la Reine. Al analizar de que no podrá entrar en París el mismo día, da la orden al capitán Dronne, al mando de la Nueve, para que forme una columna con el fin de ir lo más rápido posible al centro de París y anunciar la llegada del resto de la división al día siguiente, el 25 de agosto de 1944. Dronne, contento de recibir tal orden, reúne a las fuerzas que le rodean. Acompañados por Georges Chevallier, un habitante de Antony, que dice conocer bien la periferia de Paris, los 170 hombres se infiltran por Hay les Roses, Cachan, Arcueil, la Porte de d’Italie.

Un armenio de París, Lorenian Dikran, propone entonces sus servicios para guiarlos hasta el Hotel de Ville evitando los controles alemanes. Jeanne Borchet, inspectora de Correos en traje regional alsaciano, se sienta sobre el capot del jeep del capitán y abre la marcha que discurre por la calle Vistule, calle Baudricourt, muelle Henri IV, muelle Celestins, muelle del Hotel de Ville. Son las 9 y 22 minutos. La avanzadilla no encontró ni un solo alemán, pero tuvo que abrirse difícilmente camino en medio de la multitud en pleno delirio. La emoción está en su punto más álgido. Las campanas de todas las iglesias parisinas repican al vuelo. La campana mayor de Notre Dame, “el gros bourdon” es opacada por el cántico de la Marsellesa entonada en la explanada.

Los máximos protagonistas de la liberación de París fueron sin duda alguna los 116 combatientes de la Nueve incluyendo la 2 y 3 secciones de ataque más la sección de mando del III regimiento del Chad. Pero la cúpula militar francesa nunca ha estado de acuerdo con reconocer la verdad y prefieren mantenerlos en el anonimato.

En 1939, huyendo de los ejércitos franquistas, 500.000 republicanos españoles cruzaron los Pirineos hacia Francia. Muchos de ellos van a continuar la lucha antifascista. Estos milicianos republicanos querían justicia y venganza, rechazaban ser simples espectadores, sabiendo como el nazismo-aliado del franquismo- es el enemigo de la libertad. Por eso muchos de ellos se unieron a los maquis o se alistaron a los ejércitos aliados en las Fuerzas Francesas Libres.

Entre ellos la Nueve, la 9 Compañía del III Regimiento de Marcha del Chad, al mando del Capitán Raymond Dronne, compuesta por 160 soldados, entre los cuales –en el desembarco en Normandía, el 4 de agosto de 1944- 125 republicanos españoles mayoritariamente anarquistas. Al igual que todos los republicanos españoles, concebían la lucha por una Francia Libre como la continuidad de lo que había comenzado en España el 18 de julio de 1936, y esperaban -tal y como les prometieron los aliados- que les ayudarían a derrocar la dictadura del caudillo Francisco Franco. Participaron con la 2 DB en la Liberación de París, después de batirse heroicamente en el norte de Alençon y sobre todo en Écouché. La Nueve no detendría su lucha en Alsacia, donde sufriría muchas pérdidas, y los últimos supervivientes seguirán su campaña hasta el Nido del Águila de Hitler.

Uno de los hechos más vergonzosos es que el general de Gaulle -fundamentalista católico (su símbolo es la cruz de Lorena)  y confeso anticomunista-  intentó ocultar que la Novena fue la primera unidad de la Francia Libre -en la que sobresalían  comunistas y anarquistas republicanos- que entraron en París como vanguardia liberadora.

La memoria histórica de los antifascistas españoles exiliados en Francia; es la memoria de las luchas contra la opresión nazista y en pos de la libertad que es un solido baluarte contra la xenofobia y el racismo. Raymond Dronne, capitán de la Nueve: “vivimos minutos extraordinarios. Pero no podemos retrasarnos. Nuestra misión es dirigirnos lo más rápidamente posible al centro de París. Nuestra modesta columna no representa gran cosa en el plano militar. Pero es importante en el plano moral. Se trata de penetrar hasta el centro, de tomar contacto con el Estado Mayor del París Insurgente… ¿A dónde ir? Enseguida elijo el objetivo: Será el Hotel de Ville, porque desde un pasado lejano, el Hotel de Ville es un símbolo de las libertades parisinas, el corazón palpitante de todas las insurrecciones” Victoria Kent “¿y esos carros? ¿Mis ojos están viendo bien? ¿Son ellos? Sí, son los españoles. Veo la bandera tricolor republicana. Son ellos los que, después de haber atravesado África, llegan a los Campos Elíseos. Los tanques llevan nombres evocadores: Guadalajara, Teruel, y son los primeros que desfilan por la gran avenida. Parece un sueño… parece un sueño”. 

Capitán Dronne: “La Nueve eran 160 oficiales, suboficiales y soldados, articulados en tres secciones de combate cada una con cinco Half-traks y una cuarentena de combatientes, más la sección de mando. 90 eran españoles, de los cuales dos eran oficiales adjuntos y un suboficial. No era la única unidad en la que había españoles. Pero era la única donde las órdenes se daban prácticamente en español. La Nueve combatió con gloria y valor durante toda la campaña, a menudo en la primera línea, cada vez más unidos (a pesar de la diferencia de opiniones) más preocupados por conseguir la victoria, y siempre con la esperanza de regresar al país después de derrocar a Franco. Es con certeza una de las unidades que más sangre derramó en esta campaña: 40 muertos, 102 heridos, 1 desaparecido, 39 pies congelados. Muchos de los heridos se reincorporaban a la compañía lo más rápido posible, se escapaban del hospital si era necesario. Solo los que estaban gravemente heridos no pudieron volver”.

En el ochenta aniversario de la liberación de París con el objetivo de homenajear a los combatientes de la Nueve se realizaron varios actos conmemorativos: el 22 de agosto se inauguró la exposición de los retratos de los hombres de la Columna Dronne a cargo de Juan Chica-Ventura miembro fundador de la Asociación 24 de Agosto de 1944.

El 23 de agosto se llevó a cabo en el halle Blancs Manteaux el espectáculo musical de la Charanga Asturiana Ventolin de Gijón con la obra: “el pueblo español de la República Española en la Liberación de París”

El 24 de agosto en la Poterne de Peupliers se develó una placa por parte de las autoridades francesas que indica el sitio exacto por donde la columna Dronne entró en París. Ya por la tarde la extraordinaria Charanga Ventolin de Asturias amenizó con canciones de la Guerra Civil española, un encuentro institucional en la Explanada des villes Compagnons de la Liberation, en honor a la Nueve y se inauguró una placa que recuerda la entrada de la llamada columna Dronne en el sur de París como vanguardia de las tropas Aliadas.  En el homenaje participaron la alcaldesa de París Anne Hidalgo, el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática de España  Ángel Víctor Torres, el embajador de España Victorio Redondo y diversas autoridades francesas aparte de las asociaciones del exilio republicano español y militantes antifascistas y anarquistas.

La alcaldesa de París, hija de exiliados andaluces, (cuyo padre fue condenado a muerte por Franco) en un sentido discurso expresó su agradecimiento a sus compatriotas de la Nueve, a los que era necesario reivindicar como los verdaderos liberadores de París. “París no debía ser incendiada como ordenó Hitler”. Muchos de los republicanos españoles que integraron la Nueve prefirieron durante décadas permanecer callados. Francia los dejó tirados en la cuneta, los traicionó y no les ayudo a derrocar al dictador Franco al finalizar la II Guerra Mundial. De la manera más infame la historia oficial ocultó su protagonismo en la liberación. Pero de todos es sabido que el pueblo francés colaboracionista con el nazismo prefirió cobardemente confraternizar con el invasor. A tal punto que fueron los aliados: norteamericanos, ingleses, canadienses, australianos, españoles, polacos, griegos, daneses, y una mínima representación de la Fuerza de la Francia Libre, los que tuvieron que venir en su rescate. La resistencia francesa era irrelevante y sin el concurso de los voluntarios internacionalistas poco hubiera hecho por combatir al III Reich. 

Pero en el acto central del día 25 de agosto el discurso pronunciado por el presidente Macron fue muy claro al aseverar que fue el ejército francés con el general Leclerc a la cabeza quien libero París, ignorando por completo la participación de los internacionalistas, tanto republicanos españoles, antifascistas y anarquistas. Apenas hizo una humillante mención de la Nueve como si se tratara de unos exóticos aventureros que se sumaron a la liberación.

Valga señalar que los republicanos españoles, las asociaciones de guerrilleros españoles o los militantes comunistas y anarquistas, incluida la charanga Ventolin no se les permitió el acceso al acto central acaparado por los militares franceses para que no les quitaran protagonismo. El presidente Macron los ninguneo, los despreció y solo permitió la presencia en el acto del 80 aniversario de la Liberación de París del embajador español, el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática Ángel Víctor Torres y demás cargos oficiales. Funcionarios de alto rango representantes del PSOE, un partido defensor de la Constitución del 78 y la monarquía impuesta por Franco y, por ende, enemigo de los revolucionarios que dieron sus vida por la liberación de París.

Los descendientes de los exiliados españoles en Francia siguen en la pelea para que la Nueve y la memoria de todos los extranjeros que permitieron esta victoria de la libertad y de la paz no caigan en el olvido

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