El Festival del río Casiguaguas se desarrolla en comunidades ubicadas en la cuenca del mayor afluente habanero.
A propósito de la tercera edición del Festival del Río Casiguaguas, trabajadores de la empresa de servicios comunales de la capital, activistas del grupo de Protección de Animales de Ciudad (PAC) y la agencia Caribbean Tours participan en el saneamiento de la desembocadura del río Almendares, ubicado en los límites municipales de Plaza de La Revolución y Playa, en La Habana. Foto: Jorge Luis Baños_IPS
La Habana, 26 mar.- Neumáticos, calzado deportivo, botellas de plástico, bolsas de polietileno, madera y otros desechos, recolectaron en la desembocadura del río Almendares trabajadores del Parque Metropolitano de La Habana y voluntarios, en una jornada de saneamiento organizada por el III Festival del río Casiguaguas.
«Este es el río con el que se vincula el Gran Parque Metropolitano de La Habana (GPMH) y estas acciones de saneamiento las realizamos de costumbre», explicó María Bianchi, directora técnica del GPMH, en la actividad desarrollada el 23 de marzo.
«Como parte del festival nos volcamos a mayores acciones, a las que se suman otros actores, incluidos buzos, para sanear las márgenes», continuó la directiva.
Afluente en peligro
El río Casiguaguas, como lo bautizaron los aborígenes que poblaron la zona antes de la llegada de la colonización, es el mayor que atraviesa la capital cubana y es conocido hoy como Almendares, tras ser rebautizado en honor a un obispo español.
Pedro Julián Madera, un trabajador del parque, explicó a la Redacción IPS Cuba que «la desembocadura está muy afectada, sobre todo por la basura que trae el río, por lo que son organizadas sistemáticamente jornadas de limpieza de la costa».
A una de las jornadas de saneamiento del festival, que tiene como lema Por un agua más limpia, se sumaron también integrantes del proyecto Protección de Animales de la Ciudad (PAC).
«Somos un grupo ambientalista que no solamente se dedica a los animales, sino a la educación ambiental en sentido general y estamos en alianza con el Festival del Río en todas sus actividades», declaró Sucel Jurado, de PAC.
Según Ivis Núñez, técnico forestal de la subdirección de saneamiento del GPMH, «estas acciones están vinculadas a la Tarea Vida (Plan de Estado para el enfrentamiento al cambio climático) y es nuestro modesto aporte al saneamiento de la bahía».
Pioneros participan en actividad cultural en el Centro recreativo 1830 ubicado la desembocadura del río Almendares. Foto: Jorge Luis Baños_IPS
Para Núñez, lo fundamental es rescatar la disciplina social.
«Nos impacta mucho cómo las personas no cuidan los entornos naturales y lo que más afecta al río y sus márgenes es la basura doméstica. Las entidades que tenemos que ver con esto debemos fusionarnos más para que los resultados sean palpables», especificó.
Integrantes del grupo Cuba Buceo participan en el saneamiento de la desembocadura del río Almendares, ubicado en los límites municipales de Plaza de La Revolución y Playa, en La Habana. Foto: Jorge Luis Baños_IPS
El festival, promovido por el grupo Cubanos en la Red, comenzó el 9 de marzo y concluyó el 25 de marzo.
Incluyó en su programa actividades de artes plásticas con niñas y niños de escuelas cercanas, encuentros teóricos, puestas teatrales y exposiciones, con el fin de sensibilizar sobre la importancia de la higiene ambiental y promover acciones prácticas.
Actividades culturales promovidas por proyectos comunitarios; premiaciones de los concursos de fotografía digital, literatura y pintura, conferencias y conciertos del grupo Cubanos en la red, forman parte de este festival, que se originó en una iniciativa surgida hace 16 años en el barrio de Cantarrana, a orillas de dos afluentes del Almendares.
Trabajadores de la empresa de servicios comunales de la capital, activistas del grupo de Protección de Animales de Ciudad (PAC) y la agencia Caribbean Tours participan en el saneamiento de la desembocadura del río Almendares. Foto: Jorge Luis Baños_IPS
Por más saberes
Uno de los espacios del festival fue el taller teórico, al que fueron invitados especialmente los trabajadores del GPMH.
«Se les habló de las ciudades que próximamente no dispondrán de agua potable, como consecuencia de la contaminación que sufrieron sus fuentes de agua a lo largo del siglo XX por malos manejos», dijo Bianchi.
Entre los temas abordados en el encuentro, estuvieron la necesidad de la disciplina social, la red hídrica de la capital cubana, cuáles son sus mantos freáticos y cuáles están en explotación y cómo ha variado positivamente la calidad del agua en el Almendares, a partir del monitoreo dentro del área del parque.
Por su relevancia, se trató también el papel de la reforestación para las redes fluviales, que mejoran la temperatura del cauce, lo que mantiene el oxígeno disuelto; y en la limpieza atmosférica de partículas pequeñas y polvo.
La salud del río
En las décadas de los 80 y 90 del siglo XX, la elevada contaminación llevó al Almendares a niveles cero de oxígeno disuelto.
En la actualidad, los conteos arrojan la existencia de cinco por ciento de oxígeno disuelto, dijo la directora técnica del GPMH.
En aquella etapa, se reportaba la existencia de solo una o dos especies de peces, mientras en la actualidad se ha comprobado la presencia de doce.
Lo anterior es una «señal de que la calidad ambiental no solo del ecosistema hídrico, sino el general, ha mejorado y por eso seguimos y seguiremos trabajando», sostuvo Bianchi.