Coincidiendo con la apertura del sumario del caso Gürtel, la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, ha retomado los derribos de varios edificios del barrio marinero ante la resistencia de los vecinos. Las máquinas volvieron el martes 6 de abril al barrio del Cabanyal para derruir varios edificios por orden del Ayuntamiento de Valencia. Numerosos vecinos […]
Coincidiendo con la apertura del sumario del caso Gürtel, la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, ha retomado los derribos de varios edificios del barrio marinero ante la resistencia de los vecinos.
Las máquinas volvieron el martes 6 de abril al barrio del Cabanyal para derruir varios edificios por orden del Ayuntamiento de Valencia. Numerosos vecinos se concentraron ante el cordón policial que cortaba la calle donde estaba previsto el tercer derribo del día. Algunos políticos, entre ellos varios diputados de Compromís, Esquerra Unida y PSPV-PSOE de las Cortes Valencianas, se unieron a las protestas y fueron desalojados a la fuerza por agentes de la Policía Local. Efectivos antidisturbios de la Policía Nacional también cargaron contra los manifestantes, que acusaron a la Delegación del Gobierno (PSOE) de enviar a la Policía Nacional a reprimir a los vecinos.
Dos jóvenes consiguieron encaramarse al tejado del edificio amenazado hasta que la Policía Nacional, ayudada por una grúa de los bomberos, consiguió bajarlos a la fuerza y detenerlos durante más de 24 horas. Uno de ellos recibió varios puntos de sutura debido a los golpes de los agentes, una vez bajó del tejado.
Tras un miércoles de calma tensa, el 8 de abril las máquinas volvieron al barrio con la intención de derribar un edificio contiguo a la sede de Salvem el Cabanyal. Vecinos se volvían a concentrar pacíficamente ante los operarios del Ayuntamiento, hasta que la Policía Nacional y la Local los desalojaron a porrazos y con disparos de pelotas de goma. La contundencia de esas acciones provocó la indignación de los colectivos sociales y ciudadanos que apoyan la rehabilitación del barrio sin destruirlo, entre los que se encuentran miembros del PSOE, que ya han pedido explicaciones al delegado de Gobierno, Ricardo Peralta, que justificó la violencia policial «para evitar disturbios» y culpó a los manifestantes «por estar allí». «Peralta pide a la alcaldesa que pare los derribos, pero envía a la Policía Nacional a defenderlos y a machacar a los vecinos», comentaban varios manifestantes, que criticaron a Carmen Alborch (PSOE) cuando ésta se acercó al barrio para solidarizarse con los vecinos. La jornada del jueves se saldó con dos detenidos, un padre y un hijo propietarios del Teatre l’Estrella, amenazado de derribo, y varios heridos, uno con la nariz rota y muchos con cortes en la cabeza y contusiones por todo el cuerpo. Uno de los representantes de Salvem el Cabanyal, Faustino Villora, perdió el conocimiento tras ser golpeado repetidas veces en la cabeza. Los medios afines al PP acusan a los manifestantes de «no ser del barrio y ser violentos», pese a que las imágenes demuestran que la resistencia fue pacífica en todo momento.
Los derribos se llevan a cabo a pesar de que una orden del Ministerio de Cultura los impedía. El Ayuntamiento se escuda en la ley autonómica que avala el plan municipal de reforma del Cabanyal, que entró en vigor el 6 de abril, coincidiendo con la apertura del sumario del caso Gürtel.
Tras las cargas, manifestación
Miles de personas se manifestaron el viernes por la tarde por el centro de Valencia para pedir la dimisión del delegado del Gobierno y de los responsables de seguridad del Ayuntamiento por la brutalidad policial contra los ciudadanos que protestaban contra los derribos. Algunos de los heridos presentaron denuncia contra la policía y acudieron a la marcha «para demostrar que no tenemos miedo», afirmaba una joven con el brazo roto. La Unió de Periodistes Valencians también condenó la acción policial tras las denuncias de algunos profesionales heridos.
Fuente: http://www.diagonalperiodico.net/El-PSOE-juega-a-dos-bandas-en-el.html