El rey Juan Carlos acudía hoy a Sevilla a la inauguración de la restaurada Iglesia del Divino Salvador de Sevilla. El Borbón llegaba a las 12.30 horas a las puertas del templo, donde le esperaban el cardenal arzobispo de Sevilla, Carlos Amigo Vallejo, el presidente de la Junta, Manuel Chaves, el delegado del Gobierno en […]
El rey Juan Carlos acudía hoy a Sevilla a la inauguración de la restaurada Iglesia del Divino Salvador de Sevilla. El Borbón llegaba a las 12.30 horas a las puertas del templo, donde le esperaban el cardenal arzobispo de Sevilla, Carlos Amigo Vallejo, el presidente de la Junta, Manuel Chaves, el delegado del Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón, la consejera de Cultura, Rosa Torres, y el alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín.
Durante la ceremonia, se produjeron momentos de tensión fuera de la iglesia, en la Plaza del Salvador, donde decenas de sevillanos esperaban la salida del Rey cuando un numeroso grupo de personas comenzó a desplegar banderas republicanas y a gritar «Viva la República».
La actitud de los republicanos fue reprochada por los súbditos de la Corona que acudieron a recibir a su rey, y comenzaron a gritar «fuera» y «viva el Rey».
Al grupo de manifestantes rapidamente lo rodeo la policía, además de recibir alguna otra agresión leve como empujones, patadas o intentos de robos de banderas, por parte de los súbditos monárquicos. Uno de los presentes relata como «un ciudadano peinado hacia atrás y excesivamente acicalado, con la imagen típica de fascista», dió una patada a una de las chicas que mostraba su bandera. «Dos policías fueron testigos pero miraron hacia otro lado mientras el fascista continuo insultando y diciendo viva Blas Piñar y el rey». Al ver la actitud del individuo, una serie de personas que solo miraban en silencio, se sumaron a la protesta en nombre de la legitimidad republicana de España, dando vivas a la República y gritando «italiano hipócrita golpista». Entre los manifestantes pudo leerse una pancarta que decía «la causa de la República es el pueblo español y la de la monarquía eternamente un Borbón». También se oyeron frases como «viva el coronel Amadeo Martínez Inglés» e «italiano golpista», refiriéndose a Juan Carlos Borbón.
Ante esto, algunos grupos ultraderechistas respondieron a los republicanos levantando el brazo haciendo el saludo franquista y cantando el Cara al Sol.