“Si una multinacional como Cruzcampo lo ve, es que algo hay”. El andalucismo cada cierto tiempo adquiere protagonismo en el debate político y social, el último ejemplo es el spot de la cervecera que la semana pasada abrió telediarios al traer a Lola Flores al presente para hablar del orgullo del acento propio y del poderío. “Hay un cierto atractivo juvenil hacia el andalucismo que no se puede negar”, considera el parlamentario andaluz José Ignacio García. Este anticapitalista ahora forma parte del grupo de nueve diputados no adscritos que fueron expulsados de Adelante Andalucía por Podemos e IU hace dos meses. Hoy, es uno de los impulsores del debate ‘Andalucía no se rinde’, una serie de asambleas y debates que pretenden dar con una nueva organización política soberanista y andalucista de izquierdas de cara al próximo verano.
“Se está incorporando al proceso gente nueva que no conocíamos de nada; hay algo llamativo que no había pasado desde el primer Podemos, está llegando gente joven”, advierte el diputado. La batalla por la marca Adelante Andalucía seguirá en los tribunales y el Tribunal Constitucional se tendrá que manifestar sobre la expulsión del grupo parlamentario del conjunto de diputados encabezados por Teresa Rodríguez. Mientras tanto, Anticapitalistas, Primavera Andaluza, Izquierda Andalucista y Defender Andalucía, una organización con especial base social en Granada, lanzan este nuevo proceso asambleario que ya lleva dos semanas de encuentros y cerca de la veintena de reuniones celebradas en lo que va de 2021, según recogen en su web.
“No renunciamos a Adelante Andalucía”, advierte García a cuartopoder. Pero más allá de las siglas, la pelea entre Podemos e IU, por un lado, y Anticapitalistas, por otro, se recrudeció demasiado en los últimos meses y cada formación ya mira hacia el futuro de una forma independiente. La creación de un nuevo sujeto político andaluz es cuestión de tiempo, una organización que, en esta ocasión, no pretende referenciarse en ninguna otra a nivel estatal. Una organización de la cual todavía no se conoce ni el nombre, lo de ‘Andalucía no se rinde’ es, hasta el momento, solo el título de las asambleas que se vienen celebrando. “La idea es convocar asambleas por toda Andalucía en las que participemos Anticapitalistas Andalucía, Primavera Andaluza, Izquierda Andalucista y Defender Andalucía, donde hay muchos militantes del SAT”, explica este impulsor de esta iniciativa. “Además, contamos con toda la gente independiente, muchos cargos públicos, que participaba en el proceso de Adelante”, añade.
“Es un proceso de debate a modo congresual, para elegir herramientas, programa y estrategia para el futuro”, explica el diputado, continuando: “La idea es llegar a las 66 comarcas de Andalucía, primero celebraremos asambleas provinciales, luego comarcales”. “Estamos haciendo lo que nos habría gustado hacer con Adelante Andalucía y a lo que Podemos e IU siempre se negaron”, critica. “La idea es, por una vez, hacer las cosas de otra forma: un proceso calmado, debates por abajo, abiertos a la participación de mucha gente”, prosigue.
“En teoría, las elecciones no son hasta diciembre del 2022, pero puede pasar cualquier cosa”, describe García. Efectivamente, en condiciones normales, la legislatura andaluza duraría hasta finales del año que viene. El presidente de la Junta, Juanma Moreno, tiene la facultad de convocarlas y adelantarlas si así lo valora. Diferentes encuestas indican que las tres derechas podrían revalidar una mayoría absoluta. Vox parece querer explotar un perfil outsider, sin entrar en gobiernos, lo que facilita que el PP, que parece aumentar su diferencia con Ciudadanos, pudiera ver un momento propicio para adelantar unos meses los comicios. También observa cómo el PSOE andaluz sigue inmiscuido en sus batallas. Susana Díaz se aferra a la secretaría general mientras van sonando nombres y especulaciones para sustituirla: la ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno María Jesús Montero, el diputado en el Congreso Felipe Sicilia, el alcalde de Sevilla Juan Espadas… Y hay quien ve en el Ciudadanos de Arrimadas una voluntad de entendimiento con el socialismo andaluz…
“No pensamos solo en clave electoral, no queremos construir solo una candidatura, sino una fuerza política que esté pegada al territorio”, asegura García. Por ello, para la hoja de ruta de ‘Andalucía no se rinde’, “lo importante, ahora, es crear asambleas” y no mirar las encuestas, las cuales no le dan muy buenos resultados a la ruptura de las izquierdas. Después, una vez existan asambleas en las distintas comarcas andaluzas, llegaría el momento de elaborar los documentos político, organizativo y de “feminismo andaluh”, los cuales serían debatidos, posteriormente, en los territorios. De cara al verano, se celebraría una asamblea nacional y se elegirían los órganos de coordinación.
El ideario de la nueva fuerza soberanista
Más allá de lo que se recoja en los documentos asamblearios, los impulsores de esta iniciativa política han hecho público un decálogo en el que recogen sus aspiraciones. En él, remarcan su soberanismo, reconociendo a Andalucía como una nación en situación de “subalternidad y dependencia económica, cultural y política”, y su andalucismo, “como un movimiento popular abierto e integrador, sin distinción de etnias, religión o procedencia”.
Además, ponen en el centro la defensa de los derechos humanos, como forma de “buscar alianzas con todos los trabajadores y trabajadoras desde una perspectiva internacionalista y anti-imperialista”, así como el feminismo: “Un feminismo andaluz, que nace desde las experiencias de las mujeres andaluzas, desde sus luchas por la emancipación y la soberanía, desde los cuidados y las resistencias de nuestras genealogías; nuestro feminismo es para las mujeres trans, para las racializadas y las migrantes”.
También guardan un hueco en este decálogo para la memoria, “el hilo rojo, verde y morado que ha desarrollado el pueblo andaluz a lo largo de su historia”, y para el ecologismo: “Uno de los pilares del cambio de modelo debe ser a través de la soberanía energética del pueblo andaluz a través de las potencialidades que a nivel de producción renovable tiene nuestra tierra”. Por ello, apuestan por “una agricultura sostenible para la construcción de la soberanía alimentaria en nuestra tierra, basada en la producción agroecológica, en los canales cortos de comercialización y la economía social cooperativa”.
Para llevar a cabo su proyecto para Andalucía, desde la iniciativa apuestan por un fortalecimiento de los servicios públicos. Y en la aritmética electoral y parlamentaria, aseguran: “No participaremos en gobiernos liderados por fuerzas neoliberales, incluido el PSOE, pero nunca permitiremos que gobierne la derecha”. Los postulados de Anticapitalistas, principal motivo de separación con Unidas Podemos, una vez entraron en el Gobierno de coalición del Estado, siguen muy presentes. Además, se definen como republicanos y a que Andalucía “con plena soberanía (o libertad) decida libremente su estructura política estableciendo relaciones de igualdad, confederalidad y cooperación con otros pueblos”.