El médico forense y autor de varios libros sobre maltrato a mujeres Miguel Lorente Acosta señaló ayer que el tratamiento que reciba el agresor en casos de violencia de género «debe ser siempre complementario», y no sustituir a la pena que se imponga. Lorente Acosta ofreció esta valoración durante su comparecencia ante la Comisión de […]
El médico forense y autor de varios libros sobre maltrato a mujeres Miguel Lorente Acosta señaló ayer que el tratamiento que reciba el agresor en casos de violencia de género «debe ser siempre complementario», y no sustituir a la pena que se imponga.
Lorente Acosta ofreció esta valoración durante su comparecencia ante la Comisión de Trabajo y Asuntos Sociales del Congreso de los Diputados, que por tercera vez esta semana recibe la visita de diversos expertos para analizar el proyecto de Ley Orgánica de medidas de protección integral contra la violencia de género.
Durante su intervención, este especialista consideró que la «clave para hacer mucho en poco tiempo» radica en el aspecto clínico-sanitario, ya que el tratamiento que reciba la mujer víctima de violencia en este ámbito hace «que se posicione» y se muestre «más activa».
Añadió que es «importante evitar ese ciclo que tiende hacia el hundimiento personal» de la mujer maltratada.
Destacó también la importancia de desarrollar unos «servicios clínicos de medicina legal» que ofrezcan información a los juzgados e incidió en la necesidad de elaborar un «diagnóstico diferenciado» de los casos de violencia de género desde el punto de vista médico.
No a la agravante de ‘machismo’ En referencia a la posibilidad de establecer una serie de agravantes, -por coacciones, amenazas, abuso de autoridad o machismo-, para fijar las penas de los agresores, Lorente Acosta se mostró convencido de que conducirán a la «subjetividad» y a la «aplicación arbitraria» de la ley y explicó que las actitudes descritas ya están presentes en alguien que desea perpetuar una situación de violencia.
No obstante, aseguró que la ley, en caso de ser aprobada, debería aportar un respuesta integral que incluya «todas las manifestaciones de violencia» contra las mujeres, ya que, dijo, hay partes de la misma «que no se ven» y no se toman en consideración y también se emplean «como elemento de control» sobre la pareja.
Por otra parte, indicó que las medidas de «acción positiva» son necesarias para «igualar» la situación de las mujeres y consideró que el hecho de que la sociedad «de la espalda» al maltrato «es parte de la desigualdad».
En alusión a esta manifestación, explicó que la actitud de la sociedad frente a la violencia contra las mujeres «es menor» que ante otros tipos de violencia y consideró fundamental incidir en este factor «por medio de la información».
Asimismo, solicitó que «al margen de la instrucción policial, se remitan inmediatamente diligencias de urgencia» para que «el juez tenga conocimiento de los hechos» en casos de maltrato y se «reconozca» a la mujer que ha sido víctima de esa violencia.