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Emprendimientos apuestan por la defensa de la cultura afrocubana

Fuentes: SEMlac

Articulación, trabajo con las comunidades, defensa y rescate de la cultura afrocubana distinguen a diversos emprendimientos cubanos protagonizados por mujeres jóvenes, artistas y activistas LGBTIQ.

Así lo evidencian varios proyectos y negocios el pasado 22 de enero durante la Afroferia organizada por la Red Barrial Afrodescendiente en alianza con la Asociación Cultural Yoruba de Cuba, en la capital cubana, y que reunió a negocios de confecciones, artesanas capilares dedicadas al trenzado y cuidado del cabello afro, proyectos artísticos y culturales.

«Algunas son trabajadoras por cuenta propia, otras comercializan a través de la Asociación de Artesanos Artistas (ACA). Todas mantienen un vínculo con la Red Barrial Afrodescendiente, porque tienen en primer lugar, conciencia antirracista», explica a SEMlac Maritza López Mcbean.

López Mcbean es una de las coordinadoras de la Red Barrial Afrodescendiente, un proyecto surgido en 2012 y que reúne a integrantes de nueve municipios de la capital, además de activistas del barrio La Marina, en la provincia Matanzas, a 105 kilómetros de la capital.

Las jóvenes Odelaine Herrera Betancourt y Rayti Justiz Nápoles forman parte del grupo Trenzando Identidades, integrado por una decena de trenzadoras de la capital. Para ambas, la Afroferia es una buena oportunidad para mostrar lo que hacen, establecer relaciones con otros emprendimientos y defender las tradiciones y cultura afrocubanas.

«Esta idea me parece genial porque tenemos otra oportunidad más de promocionar nuestros productos y servicios y llegar al público de otros lugares», comenta Justiz Nápoles a SEMlac.

Trenzando Identidades tiene programados talleres gratuitos para el público, con el fin de compartir conocimientos y herramientas para el cuidado del cabello afro, además de promocionar a quienes se dedican a la peluquería y cosmética con productos artesanales, naturales y amigables con el medio ambiente.

Vincular emprendimiento económico y activismo antirracista es una característica que también distingue a la marca de ropa BarbarA´s, que nació en 2016 como negocio con el nombre BarbarA´s Power. El relanzamiento de la marca con el nombre que ha quedado por el uso cotidiano de quienes prefieren sus prendas, mantiene la línea de trabajo social con infancias, mujeres, adultos mayores y jóvenes del barrio donde está enclavada la tienda de este negocio familiar.

Deyni Terry Abreu, cofundadora de la marca junto a su hija Yurena Manfugás Terry, celebra compartir con otros afroemprendimientos que también realizan acciones sociales, más si son protagonizados por mujeres, pues saben de los desafíos y dificultades que enfrentan las afrodescendientes a la hora de emprender.

«En el mundo del emprendimiento se hace mucho más evidente que las mujeres afrodescendientes líderes de negocios se enfrentan a la cultura patriarcal que todavía existe en la sociedad cubana y el hecho de ser negras es un factor que evidentemente incide», opina Manfugás Terry.

Consciente de esa realidad, Emilio Ofarril opina que las instituciones y decisores necesitan asesoramiento en estos temas para poder comprender el alcance, las sutilezas y complejidades del racismo.

«Se sabe que las personas negras no son las que más participan en los emprendimientos, por distintas cuestiones, y existe un entorno cultural que no ha sido aprovechado», argumenta Ofarril.

El artista y coordinador general del proyecto AfroArte en Matanzas afirma que «se requiere de una toma de conciencia real» para enfrentar la desigualdad racial.

«Por ejemplo, la artesanía cubana tiene un 70 y 80 por ciento de la cultura africana, sin embargo, las personas negras participan poco de esta industria», expone.

El diálogo sobre el racismo y la lucha antirracista dentro de la sociedad cubana ocupó otro momento del encuentro, cuando la periodista e investigadora Gisela Arandia Covarrubias presentó algunos puntos centrales de su tesis doctoral, titulada «Estudio Teórico Crítico del Racismo. Un modelo de análisis político en el contexto cubano».

Arandia reflexionó sobre el «racismo oculto», ese que se esconde y de manera sutil continúa reproduciendo el racismo permanentemente, del cual destacó su carácter ideológico y sistémico. Refirió brevemente la historia de resistencia y el rol central de la población afrodescendiente en la conformación de la nación y la independencia nacional. La activista cubana alertó sobre el desconocimiento y silenciamiento público del racismo en la isla del Caribe.

«Es un tema que no se conoce porque no se habla de él en el periódico, en la escuela, ni en los medios de comunicación; no podemos aspirar a que este pueblo pueda ser raigalmente antirracista», alertó la también coordinadora en Cuba de la Red de Mujeres Afrolatinoamericanas, Afrocaribeñas y de la Diáspora.

Sin embargo, Arandia reconoció oportunidades en el contexto actual, entre ellas la aprobación en 2019 del Programa nacional contra el racismo y la discriminación racial, una política que junto al Programa para el Adelanto de las Mujeres debiera impulsar acciones que promuevan equidad en el acceso a las oportunidades para las personas racializadas, mujeres, colectivos LGBTIQ y personas en situación de discapacidad.

«Yo tengo mucha fe en que, a partir de un grupo de políticas públicas y acciones afirmativas, se van a beneficiar experiencias como estas que hemos reunido hoy y salgan a la luz otras. Estas son cosas que me dan confianza en el futuro inmediato», agrega Maritza López Mcbean.