Las abejas, insectos sensibles a los agroquímicos, el monocultivo y el cambio climático, están muriendo a razón de un 30% por año. Y la elaboración de miel se está viendo afectada.
Argentina se ubica entre los mayores productores de miel del mundo, pero enfrenta un serio problema con sus colonias de abejas que están siendo afectadas por la agricultura tecnificada y el cambio climático.
Los apicultores deben reponer sus colonias en un 30% todos los años según datos del Centro de Investigación de Abejas Sociales (CIAS).
No sólo se ve afectada la producción de miel, por ser estos insectos agentes claves en la polinización de los vegetales, puede verse disminuida la producción de alimentos. «Las poblaciones de abejas y de polinizadores naturales están en declive, es un problema mundial», según Martín Eguaras, doctor en biología y codirector del CIAS de Mar del Plata.
Según el experto esto se debe a una serie de fenómenos como «parásitos que se han tornado más virulentos por un abuso de los agrotóxicos que estresan a las abejas, les hacen bajar las defensas y las enfermedades las afectan más». Los investigadores llegaron a esa conclusión en base a análisis de abejas cuya muerte había sido causada por pesticidas. «Hay agroquímicos -agregó Eguaras- que se usan en nuestro país que en Europa están prohibidos porque se ha demostrado que matan a las abejas que están en vuelo».
Antes de la aplicación de agroquímicos, los productores deben avisar a los apicultores para poder retirar las colmenas y evitar el contacto de plaguicidas con las abejas. Las colmenas volverían al campo cuando finalice el período de persistencia del agroquímico en el ambiente. «En otros casos, cuando la abeja va a las flores, si hay agroquímicos, los pueden tomar del néctar o del polen que terminan llevando a la colmena», señaló Eguaras, investigador del Conicet.
Efectos de los agroquímicos
En el Laboratorio de Insectos Sociales de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA estudian la biología de la abeja y su comportamiento social y de recolección de alimentos, y en las investigaciones observaron que «algunos herbicidas como el glifosato tienen un efecto negativo en las abejas como dificultades para aprender un olor floral y que lo puedan vincular con un alimento determinado; aprender a orientarse en un ambiente nuevo; y para desarrollarse en los estadios iniciales», indicó el investigador Walter Farina, a cargo del mencionado laboratorio.
Farina destacó que las consecuencias no son menores ya que «un tercio de la producción agrícola mundial de alimentos depende de organismos polinizadores que pasan el polen de una flor macho a una flor hembra». Además, el investigador remarcó que la abeja de la miel es el principal polinizador y agregó que «si hay menos abejas cada vez vamos a tener menos probabilidades de que se polinicen los cultivos que son alimentos para todo el mundo».
El monocultivo afecta la producción de miel, además de a la biodiversidad. «Al haber menos especies vegetales hay menos producción de miel. La soja es un cultivo que no produce el néctar para generar miel», aclaró Eguaras. Según el biólogo, en los últimos años se observa una merma importante en la cantidad de producción de miel en toda la Pampa Húmeda. «Los apicultores comentan que mientras años atrás una colmena daba 40 kilos, hoy les da 20», advirtió Eguaras.
Sugerencias del INTA
Con información de:
Fuente: https://www.ecoportal.net/paises/en-argentina-se-pierde-el-30-de-las-colonias-de-abejas-por-ano/