En el país y en todo el mundo, se llevaron a cabo jornadas de protestas en defensa de la población perjudicada por la construcción de las represas hidroeléctricas. En este año, el Día Internacional de Lucha contra las Represas Hidroeléctricas, que se celebra el 14 de marzo (y que en realidad incluye manifestaciones durante una […]
En el país y en todo el mundo, se llevaron a cabo jornadas de protestas en defensa de la población perjudicada por la construcción de las represas hidroeléctricas.
En este año, el Día Internacional de Lucha contra las Represas Hidroeléctricas, que se celebra el 14 de marzo (y que en realidad incluye manifestaciones durante una semana, a partir del 14), estuvo marcado por la noche. Par ser más exactos, por dos noches.
Las vísperas de la jornada, que se viene desarrollando desde 1997 alrededor del mundo, once dirigentes del Movimiento de los Afectados por las Represas (MAB, por su sigla en portugués) fueron apresados entre las 18h00 y las 8h00. Sin embargo, eso no impidió que el 15 se desarrollaran movilizaciones en Bahía, Paraná, Rondonia y Pará.
En la noche del 8, en Minas Gerais, la Policía Militar arrestó a seis dirigentes del MAB e hirió a 35 agricultores (entre ellos, enfermos y dos mujeres embarazadas), durante la protesta contra una audiencia pública en la que trataba la concesión de una licencia previa para la construcción de una presa en Río Cesca. La audiencia, marcada a propósito para las 18 horas, tenía la intención de dejar fuera a los afectados por la represa. A pesar del conflicto, la empresa responsable de la obra, la Compañía Forca e Luz Cataguazes-Leopoldina y la Fundación Estatal de Medio Ambiente de Minas Gerais, realizaron la audiencia.
Fueron llevados a la delegación de la policía el padre Antonio Claret, Joaquim Bernardo, Marta Caetana, Juliana Teixeira y José Vicente. Los líderes estuvieron arrestados hasta la madrugada y los heridos fueron llevados hasta el hospital. La policía no permitió que los heridos hicieran una denuncia o presentaran una queja ante el municipio.
El Estudio de Impacto Ambiental (EIA-Rima) reconoce solo a 141 familias como afectadas. Pero solo en una de las comunidades, ubicada bajo el muro de la presa, hay 170 familias, en su gran mayoría pequeños campesinos, colonos y jornaleros. En total, son más de 500 familias afectadas directamente por el proyecto de la Pequeña Central Hidroeléctrica Jurumirin.
Arrestados en sus casas
En la madruga del 12, en Campos Novos, Santa Catarina, se arrestó a cinco campesinos más, quienes fueron sacadas de sus propias casas y llevados a la cárcel de la ciudad. «La Policía Militar invadió las casas durante la madrugada con armas en la mano. En presencia de los niños, amenazaron con arrestar a las mujeres, en caso de que los líderes no se entregaran. La mayoría de las familias están en estado de shock», cuenta el abogado de MAB, Leandro Scalibrim.
Se encuentran presos los agricultores Aurélio Dutra, Carlos da Silva, Dorneles Chinato, Edio Grasse y Leodato Vicente. Otros seis líderes tienen órdenes de arresto, dictados por la jueza de Campos Novos, Adriana Lisboa. Según Scalabrim, no existe siquiera un proceso contra los afectados.
La dirección del MAB reaccionó frente a los arrestos afirmando que esta es una acción más para intimidar e impedir las denuncias que el pueblo ha estado haciendo contra las empresas constructoras de represas, que burlan las licencias ambientales para construcción de las obras, como sucedió en Barra Grande, en la frontera entre Santa Catarina y Rio Grande do Sul.
Por el mundo
En Tailandia, los afectados por las represas se manifestaron contra el financiamiento del Banco Mundial para la construcción de una represa en el país vecino, Laos. En Londres, las protestas se llevaron a cabo para protestar contra la construcción de las represas en Paquistán. En Nigeria, se realizaron seminarios sobre los derechos de los afectados, mientras en Camerún, el tema debate fue los medios de comunicación y el impacto de las represas. En Bosnia y en Argentina, el día también fue recordado. Para formare una idea, el año pasado las movilizaciones se desarrollaron en 20 países.