Pobreza energética, cambio climático, oligopolio… son algunos de los reversos tenebrosos de un sistema energético injusto e insostenible. Para hacerle frente, ha nacido una oleada solar de energía renovable que da respuesta a las necesidades energéticas de una manera descentralizada, colectiva y sostenible. Para conocerla, hablamos con Alfonso García, representante de Unión Renovables, sectorial de referencia en el sector.
Unión Renovables
¿Por qué una Unión de Cooperativas de renovables?
Porque nos encontrábamos dispersas por toda la geografia del estado español, con aprendizajes y recorridos diferentes, visibilizábamos que podíamos tener sinergias y además teníamos intereses comunes que defender. Para ello fuimos realizando reuniones preparatorias de intercambio de opiniones y creando el marco adecuado para ello. Buscamos luego, dentro de la Ley de Cooperativas una figura asociativa que encajara perfectamente con lo que queríamos hacer y así nació Unión Renovables .
Cuando decimos recorridos diferentes nos referimos a que dentro de la Unión hay cooperativas que nacieron en la primera mitad del siglo pasado, como consecuencia de la necesidad de llevar la energía donde no quería llevarla ninguna de las empresas existentes en ese momento y tener que organizarse para prestar un servicio social, como es dotar de energía a una población, que hasta ese momento carecía de ella. Otras nacieron, como consecuencia de la liberalización del mercado eléctrico hace dos décadas, con demandas claramente sociales y medioambientales.
Háblanos de esta gran familia pues…
La conforman 19 cooperativas repartidas, en función de su constitución por las comunidades de Murcia, Valencia, Cantabria, Cataluña, Castilla León, Navarra, Castilla La Mancha, Madrid, Galicia y Euskadi. Por orden alfabético son las siguientes: Aeioluz , Alginet , Castellar , Chera , Econactiva , Emasp , Energetica , Goiener , Guadassuar , La Corriente , La Solar , Megara Energía , Meliana , Nosa Enerxia , Serrallo , Solabria , Som Energia , Sot de Chera y Vinalesa .
La idea central de las cooperativas en su concepción es comercializar la energía producida por fuentes propias de energía renovable para sus personas socias y dentro de ese abanico se mueven todas ellas, siendo la actividad de comercialización la actividad que más las visibiliza. Aunque producen, comercializan y realizan labores de eficiencia energética, la labor más invisible y la que más esfuerzos requiere es la de empoderar a la ciudadanía.
¿Podrías hacernos una radiografía del panorama energético español?
Nos encontramos con un paisaje dominado por cinco grupos de empresas, que dominan la mayor parte del mercado y las actividades del sector eléctrico español. Aunque hay muchas pequeñas empresas que trabajan en este sector su cuota, e incidencia en el mercado es muy pequeña todavía.
Dentro de este grupo de pequeñas empresas se encuentran las cooperativas de Unión Renovables, que todavía somos una gota de aceite reclamando un cambio de modelo energético basado en tecnologías procedentes de fuentes de energías renovables, que tenga en cuenta los límites del planeta y que ponga en el centro a las personas.
Trabajamos, buscamos, pedimos y reclamamos que se den pasos decididos en esa dirección, que respondan a un compromiso real y no a una estrategia comercial o mercantil, que solucione una cuenta de resultados.
El mundo de las renovables ha saltado con fuerza los últimos años, ¿por qué? ¿Qué propuestas y ventajas ofrece a la ciudadanía?
Es opinión generalizada y numerosos estudios indican que la época de los combustibles fósiles se está acabando y que el petróleo barato ya ha dejado de ser una realidad. A ello se une nuestro modelo de consumo, que nos está generando los problemas derivados del cambio climático, como consecuencia de la actividad humana, que cada vez tiene efectos más graves y que debemos prevenir, paliar y combatir.
Ante esto las tecnologías basadas en fuentes procedentes de energías renovables se plantean como alternativa posible. Una característica, que poseen es la flexibilidad en la instalación, al permitir la participación de unidades más simples y su carácter distribuido.
Si realmente estamos comprometidos con la salud de nuestro planeta, además de la implantación de estas tecnologías debemos acompañarla de una revisión de nuestro modelo de consumo y eso implica empoderarnos, es decir convertirnos en personas consumidoras con conciencia de las decisiones que tomamos como consumidoras, tomando parte activa, y eso no se puede hacer desde un sistema exclusivamente clientelar, sino que se tiene que dotar de otras características, que podemos encontrar en la economía social y solidaria.
Háblanos de las comunidades energéticas, ¿qué son y cómo surgen?
Las comunidades energéticas son una nueva figura que se incorpora dentro de la regulación del sistema eléctrico, a través de dos Directivas Europeas, que todavía se tienen que transponer al ordenamiento legislativo español. Estas Directivas no se han gestado por casualidad. Responden a demandas largamente aplazadas, por las instituciones, de colectivos sociales y medioambientales, que por fin han tenido un reflejo en la normativa europea, y es el resultado del proceso de negociación en su elaboración, por parte de los diferentes grupos de interés.
En sí, es una entidad jurídica de ámbito local, que podrá estar compuesta por personas, pymes y entidades públicas, que no busca el beneficio económico y que tendrá permitido realizar todas las actividades del sistema eléctrico.
Constituyen una oportunidad para el empoderamiento de las personas en el camino del cambio del modelo energético y también para la economía social y solidaria, ya que una vez creadas, no tienen por qué limitarse exclusivamente al mundo de la energía
¿Qué papel ocupa la transición energética en la lucha contra el cambio climático? ¿Incorpora criterios también de justicia social?
La transición energética en sí y por sí sola, puede mitigar inicialmente el impacto del cambio climático, pero si además no cambiamos el modelo nos encontraremos dentro de un tiempo con que hemos aplazado nuestros problemas y la generación futura se encontrará en otro contexto, con las mismas disyuntivas que nosotros.
Cambiar el modelo implica que la ciudadanía tiene que empoderarse y esta toma de conciencia nos habilita para incorporar los criterios de justicia social.
El sueño al que nos puede conducir una apuesta firme de las renovables sería…
Una sociedad en la que las personas han tomado conciencia de que no tenemos un planeta de usar y tirar, que tenemos que cuidarlo a él y a nosotras mismas y que se organiza para autoabastecerse de una forma local y respetuosa.