Después de 10 días de búsqueda encontraron los cuerpos de Bruno Pereira y Dom Phillips. El Gobierno brasilero demoró en la búsqueda. Jornalistas Livres vinculó la explotación ilegal en el Amazonas con Jair Bolsonaro; lo mismo hizo un Delegado de la Policía Federal.
El indigenista Bruno Pereira y el periodista inglés Dom Phillps desaparecieron el día 5 de junio en la región del Valle de Juvari. La Unión de los Pueblos Indígenas de la región denunció el hecho a las 24 horas. El día 6 el Comando Militar del Amazonas emitió un comunicado de prensa informando de que estaban en condiciones de comenzar la búsqueda pero necesitaban orden del escalón superior. El día 7 el Ejército informó que participará de la búsqueda con una lancha; el mismo día el presidente Jair Messias Bolsonaro manifestó que no era área para ir de aventuras. Pereira conocía los pueblos de la región y entendía cuatro lenguas originarias.
El Gobierno, a 48 horas de la desaparición, informó que fuerzas federales estaban participando de la búsqueda y la familia lo desmintió. El día 10 de junio el Ministro Eduardo Barroso, del Supremo Tribunal Federal ordenó al Poder Ejecutivo que adoptase todas las medidas necesarias para encontrarlos, para garantizar la seguridad en el área, para detener y condenar a los responsables, y le informase en cinco días lo realizado, día 15. El día 13 encontraron pertenencias de ambos y se anunció que habían encontrado los cuerpos.
La embajada brasilera en el Reino Unido debió disculparse con la familia de Phillips por la información falsa. Se informó que se encontraron restos orgánicos, el presidente dijo que fueron vísceras, el abogado de la Unión Indígena de la región lo desmintió. El día 14 Jornalistas Livres y un ex Delegado de la Policía Federal vincularon a Bolsonaro con la ilegal explotación mineral, pesquera y forestal en el área. Ayer se informó que un detenido confirmó el asesinato, que los despedazaron, que quemaron los cuerpos, y que los localizaron.
La Constitución brasilera reconoce la tierra indígena e indica la demarcación de la misma. El Valle de Juvari es la segunda área demarcada de Brasil. Son 8,6 millones de hectáreas y en la zona conviven distintas naciones originarias. El inciso 2, del artículo 231 de la Constitución brasilera, en el capítulo De los Indios, establece “que las tierras tradicionalmente ocupadas por los indios se destinan a su pose permanente, cabiéndoles el usufructo exclusivo de las riquezas del suelo, de los ríos y de los lagos en ellas existentes”, salvo que haya autorización del Congreso Nacional. Bruno Pereira fue Coordinador General de Indios Aislados y de Reciente Contacto, de la Fundación Nacional del Indio, el órgano del Estado competente de establecer relaciones con los pueblos originarios, hasta que encabezó una operación en la que se destruyeron sesenta embarcaciones dedicadas al “garimpo”, la búsqueda de oro en los ríos del Amazonas.
Con la llegada de Bolsonaro al Gobierno y de Sergio Moro al Ministerio de Justicia ordenaron despedir a Bruno, pero él consiguió una licencia por dos años y fue a trabajar con la Unión de Pueblos Indígenas del Valle de Javari, para contribuir en la seguridad de eses pueblos y la defensa del Amazonas.
El área es limítrofe con Perú, con la llegada de Bolsonaro se liberó la explotación a garimperos, deforestación ilegal, pesca ilegal. Quienes mataron a Bruno y Dom son pescadores. Es preciso entender que en esas regiones, donde habitan poblaciones indígenas aisladas, algunas que pocas veces tuvieron contacto con el hombre blanco, viven también los criollos en condiciones muy precarias y que comerciantes ilegales les ofrecen trabajar. Dom Phillips estaba escribiendo un libro sobre la protección del Amazonas y documentó la pesca ilegal. Bruno Pereira lo guiaba en el territorio, por su largo conocimiento y el reconocimiento de los pueblos originarios. Por su trabajo Bruno comprendía cuatro lenguas originarias. Mientras la familia, la Unión de Pueblos Indígenas y periodistas demandaban que se incentivara la búsqueda, el Gobierno cuestionó qué hacían Pereira y Phillips en el área sin autorización.
El contacto con pueblos originarios aislados o de reciente contacto representa un riesgo para ellos, han muerto poblaciones enteras o la mayoría de sus miembros por establecer contacto con personas de fuera que cargaban virus. Por este motivo, ante la inacción del Estado en la búsqueda de los dos desaparecidos, la Unión de Pueblos presentó una acción denunciando que no se estaba cumpliendo con el aislamiento sanitario y le pedía al Estado que garantice la seguridad en el lugar. La inacción del Gobierno Bolsonaro provocó la reacción del ministro Barroso, del STF, para que pusiera todos los recursos disponibles para encontrar a Bruno y Dom y en cinco días le presentara un informe sobre las acciones realizadas, la detención y condena de los responsables.
Garimperos y bolsonaristas
El día 14 la periodistas Laura Capriglione, una de las periodistas más respetadas de Brasil, publicó en Jornalistas Livres un artículo en el que estableció vínculos entre los garimperos (quienes realizan una actividad minera llamada artesenal y terriblemente contaminante) y el vicepresidente de Brasil, el general Hamilton Mourão. Los garimperos extraen barro del río, lo filtran, para saber si hay oro. Caso encuentren, extraen el mineral con aluminio, lo que contamina los ríos. El oro extraído se vende en tiendas pequeñas de la región.
Son “tienditas” tan banales y aparentemente inofensivas como los puntos de apuestas de juego ilegal en Río de Janeiro o São Paulo. Pero estas tienditas sólo aparentan ser inofensivas, dada la fortuna acaparada por una sola empresa, encargada de revender oro a los mercados especulativos. FD Gold, por ejemplo, propiedad de Dirceu Frederico Sobrinho, también presidente de la Asociación Nacional del Oro (Anoro), fue acusada en agosto de 2021 por el Ministerio Público Federal de verter 1.370 kilogramos de oro ilegal en el mercado nacional e internacional solo entre 2019 y 2020. Y, un detalle, Dirceu es un allegado del general Hamilton Mourão (excomandante militar de la Amazonía) y de los altos dignatarios del gobierno de Jair Bolsonaro”, señaló Capriglione.
El mismo día 14 el Delegado de la Policía Federal, Alexandre Saraiva, quien fuera Superintendente de la Policía del estado de Amazonas, vinculó a diputados y senadores bolsonaristas con los negocios ilegales en la región. Saraiva comandó la mayor detención de madera ilegal de la historia del país en 2021. Después que denunció que el entonces ministro de Medio Ambiente, Ricardo Salles, estaba dificultando las investigaciones, fue sacado del cargo.
En entrevista con Globo News Saraiva señaló “así como tenemos la bancada de la bala, tenemos la bancada del crimen en el Amazonas. Son delincuentes hasta por cómo se comportaron conmigo el día que fui invitado a la Comisión de Legislación Participativa, en la Cámara de Diputados. Entre los citados están los senadores Jorginho Mello y Telmário Moto, además de la diputada federal Carla Zambelli. Carla Zambelli fue a defender madereros, junto con Ricardo Salles”.
Saraiva, que es un gran conocedor de la región, explicó que lo que se produce en el área es lo que denomina “convergencia criminal”, se utilizan las embarcaciones que explotan ilegalmente el Amazonas para el transporte de drogas. La región es una área fronteriza, liberada para las actividades ilegales por el Gobierno de Bolsonaro, como prueban las propias declaraciones del presidente.
Zona liberada
La primera reacción de Bolsonaro al saber de la desaparición de Bruno y Dom fue culparlos por estar en la región, diciendo que eso ahí era tierra de nadie. “Los dos decidieron entrar en un área completamente inhóspita, sin seguridad. En aquella región, como todo indica, estarían dentro del agua y dentro del agua poca cosa va a sobrar. Ese inglés era mal visto en la región porque hacía muchas notas sobre garimperos, sobre protección ambiental, tendría que haber duplicado la atención para consigo mismo. Ahí hay piratas en el río, hay todo lo que se puedan imaginar. Difícil andar por la región sin estar preparado, sin armamento”, dijo Bolsonaro en entrevista con la presentadora Leda Nagle, como si él no fuese responsable de que no haya actividades ilegales en la región.