Entre el Magreb y España, voces y miradas de mujeres, es resultado de un estudio sobre la situación de las magrebíes inmigrantes en la península realizado en el marco del programa Mujeres migrantes y derechos de ciudadanía del colectivo Acsur Las Segovias. Según Marcela Ulloa, coordinadora del estudio, «el informe surge de la necesidad de […]
Entre el Magreb y España, voces y miradas de mujeres, es resultado de un estudio sobre la situación de las magrebíes inmigrantes en la península realizado en el marco del programa Mujeres migrantes y derechos de ciudadanía del colectivo Acsur Las Segovias.
Según Marcela Ulloa, coordinadora del estudio, «el informe surge de la necesidad de ampliar el conocimiento de realidad de la migración femenina hacia España, de ahondar en las circunstancias, decisiones y motivaciones que impulsan los procesos migratorios y de comprender las adaptaciones y reconstrucciones de la identidad a las que se ven abocadas las mujeres» migrantes.
El informe se realizó entre 2002 y 2003 en Madrid y Murcia, dos ciudades con una amplia presencia de mujeres del Magreb, y sus historias personales son el eje del trabajo.
Se realizaron entrevistas a algunos hombres magrebíes para interpretar sus puntos de vista sobre el tema y grupos de discusión con mujeres españolas para conocer el imaginario extendido en la sociedad de recepción, un aspecto clave para el proceso de integración o exclusión, publicó hoy Canal Solidario.
¿Cuáles son las representaciones de las mujeres del Magreb? ¿Porqué tradicionalmente no se han contemplado como sujetos de los procesos migratorios? Estas son algunas de las cuestiones planteadas en el estudio.
Destaca que si bien la migración tradicional femenina desde estos países se daba en procesos de reagrupación familiar y permanecía en la invisibilidad, en los últimos años ha aumentado la migración de mujeres con proyectos propios, a pesar de que esto no es percibido así por la sociedad de acogida.
En las narraciones personales recopiladas, se constata la diversidad de motivos por los cuales ellas decidieron emigrar, se evidencia que éstos no vienen determinados únicamente por la reagrupación familiar o los problemas económicos, sino en muchos casos por la búsqueda del cambio y la promoción social.
En esta línea, el informe señala su nuevo papel «como reagrupantes de sus cónyuges y su protagonismo como pioneras en las cadenas migratorias posibilitando la llegada posterior» frente al extendido estereotipo de mujeres sumisas y oprimidas.
Sin embargo, independientemente de su preparación profesional, la mayor parte de las mujeres, al menos al principio se ven obligadas a trabajar en el servicio doméstico y ante la discriminación legal y social que les impide desarrollarse, buena parte de ellas están subempleadas y sometidas a la frustración.
Las diversas posturas de estas mujeres ante la religión, la formación, el matrimonio, la identidad cultural o el uso del pañuelo, elementos que las ubican en un estereotipo, reflejan según el informe, que «son muchas las aristas de la identidad».
Estos son algunos elementos para intuir la complejidad de los procesos de identidad que se desencadenan o acentúan con el hecho migratorio.
«Sería ingenuo pensar que las mujeres migrantes siguen siendo las mismas que en sus países tras esa experiencia e igualmente pensar que adoptarán de forma acrítica los modelos y comportamientos de la sociedad de recepción», explica el informe.
Estas mujeres «a través de sus voces nos desvelan su capacidad para jugar con elementos de aquí y de allá que cada uno personaliza para mejorar su posición y condición como mujeres migrantes», concluye.