Con el apoyo de los vecinos de Palermo, Greenpeace y la cooperativa de recuperadores urbanos «El Ceibo» lanzaron el programa «Basura Cero». Se trata de un plan alternativo de recolección de residuos que promueve la separación de la basura para su posterior reciclaje y lograr que se reduzca así la cantidad de desechos que se […]
Con el apoyo de los vecinos de Palermo, Greenpeace y la cooperativa de recuperadores urbanos «El Ceibo» lanzaron el programa «Basura Cero». Se trata de un plan alternativo de recolección de residuos que promueve la separación de la basura para su posterior reciclaje y lograr que se reduzca así la cantidad de desechos que se entierran en los rellenos. Para llevar a cabo el proyecto lo primero que hicieron desde la cooperativa fue ir casa por casa explicándole a la gente de qué se trataba la cuestión. Los vecinos que decidían participar, recibían una bolsa donde debían colocar los residuos reciclables como papel, cartón, vidrio, envases de gaseosas y latas. Luego, los «recuperadores» las pasaban a buscar los lunes, jueves o sábados en horarios acordados previamente. «Hace poco que empezamos con el proyecto y la gente responde súper bien. No es verdad lo que piensan algunos, que el porteño tiene determinados hábitos que no piensa cambiar», contó a Clarín.com Verónica Odriozola, Coordinadora de Tóxicos de Greenpeace Argentina.
Los integrantes de la cooperativa suman 40 personas, entre promotores y recuperadores. Próximamente, estos últimos contarán con un camión -comprado con un crédito internacional que recibió la cooperativa- para trasladar las bolsas hasta el depósito que poseen en la zona de Palermo. Allí clasifican la basura y la acopian para luego venderla a distintos intermediarios o a los propios recicladores. El proyecto piloto contempla cien manzanas del barrio, pero van por más. «No queremos que esto quede en Palermo, queremos que la Legislatura porteña sancione una Ley de Basura Cero para toda la ciudad», reclama Verónica. La iniciativa de los ecologistas propone la adopción de un cronograma obligatorio de abandono del uso del relleno sanitario y un aumento de la recuperación y el reciclaje. Apunta a una reducción del 50 por ciento de los residuos enterrados en 5 años, y a un 75 por ciento en 10 años, para llegar a no enterrar residuos en el año 2020.
Cuidar el mundo en que vivimos, ¿es mucho pedir? Sólo es necesario entender que si nosotros no tratamos de revertir los daños ambientales que generamos, como el derretimiento de los glaciares; el aumento del nivel del mar; las inundaciones, sequías y demás cambios ambientales; va a llegar un día -sin extremismos, sólo con datos objetivos- en que va a ser demasiado tarde.