«Dicen que a Susana Díaz la esperan en Madrid. En Andalucía le llevan mucho tiempo esperando« (Iosu Perales) El PSOE va de capa caída intentando por todos los medios recuperar la credibilidad perdida a chorros, pero ya es tarea imposible. Y en su infatigable labor, están cayendo en el más absoluto de los ridículos. Acciones […]
«Dicen que a Susana Díaz la esperan en Madrid. En Andalucía le llevan mucho tiempo esperando«
(Iosu Perales)
El PSOE va de capa caída intentando por todos los medios recuperar la credibilidad perdida a chorros, pero ya es tarea imposible. Y en su infatigable labor, están cayendo en el más absoluto de los ridículos. Acciones de venganza y discriminación por parte de la Gestora hacia los diputados que se negaron a la investidura de Rajoy, declaraciones obscenas e insulsas, y homenajes al fundador del partido, puños en alto incluidos, que a estas alturas, con toda su trayectoria detrás, resultan hasta grotescos. En efecto, Javier Fernández en el discurso en el homenaje al fundador Pablo Iglesias resultó absolutamente patético: «No me tenéis que pedir que lo haga deprisa, me tenéis que pedir que lo haga bien«. Quizá el señor Fernández ignora deliberadamente que él no es ningún líder del PSOE elegido democráticamente, y por tanto, no está para hacer nada que no sea representar institucionalmente al PSOE, y convocar cuanto antes el nuevo Congreso, como le está pidiendo la militancia. Pero ellos, oídos sordos. La Comisión Traidora (perdón, quise decir Gestora) del PSOE lo que desea es lo de siempre: retrasar el Congreso (de momento se han dado de plazo hasta el verano), para que todas las putadas y traiciones del PSOE se vayan olvidando, se vayan diluyendo en el tiempo, y puedan volver a tener la posibilidad de continuar engañando a militantes y votantes en próximos comicios. Es justo lo que llevan haciendo durante más de 30 años.
Una Comisión Gestora que se ha ensañado en clara actitud vengativa con los rebeldes a la investidura de Rajoy, a quiénes no sólo ha retirado sus cargos de responsabilidad en el Congreso, sino que además ha impuesto la máxima sanción económica (600 euros) por su «mala conducta». Y por su parte, el ex Presidente Rodríguez Zapatero, que reaparece para decir cosas como que «…y a este partido hay que quererlo, hay que respetarlo…«, a lo que habría que responderle que el cariño y el respeto no se piden, no se solicitan ni se ordenan, sino que se ganan, así que mírese el PSOE a sus adentros, a ver qué ha hecho para cosechar el inmenso rechazo social y la caída en picado que hoy día cosecha. Y en eso llegó Lambán. Y es que en la localidad sevillana de Umbrete, tuvo el aragonés un acto del partido con la Presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, representante del Susanato que hoy día gobierna con mano dura en el partido, y que además pretende (por mucho que lo esconda, y en volandas de sus barones) convertirse en lideresa nacional. Pues bien, en dicho acto, Díaz aseguró que «…nadie va a arrinconar al PSOE, porque este partido tiene historia, tiene bagaje…«, a lo que habría que responderle que el PSOE se arrincona solito, no necesita ayuda de nadie para eso, y que dicha historia de la que tanto presumen y ese bagaje se lo están cargando, lo están tirando por los suelos personas como Susana Díaz y sus adláteres.
Parece ser que la apoyan bajo la bandera de que ella es la que gana ampliamente las elecciones en Andalucía, pero ni las gana tan ampliamente, ni siquiera tan limpiamente como nos quieren hacer ver. Muchos analistas han explicado perfectamente la situación en Andalucía, como Iosu Perales (en su reciente artículo «Esperando a Susana»), o Isidoro Moreno, Catedrático Emérito de Antropología Social y uno de los grandes pensadores andaluces, cuando ha afirmado que lo que el PSOE de Andalucía ha construido es «un régimen político unipartidista y clientelar, propenso a prácticas corruptas, sobre el modelo del PRI mexicano, que ha extendido sus tentáculos no sólo en el ámbito de las instituciones políticas sino en todos los de la sociedad civil, perpetuando la dependencia económica, la subalternidad política y la alienación cultural«. Casos de corrupción como el de los ERE fraudulentos lo demuestran claramente. El PSOE-A es una empresa de colocación al servicio de acallar la protesta de la clase trabajadora andaluza. Nosotros también lo hemos explicado en este artículo, donde exponemos los diversos factores que confluyeron en su victoria electoral en las pasadas elecciones autonómicas. En efecto, es evidente la existencia de una clara red de clientelismo político por parte del PSOE en Andalucía, labrada durante décadas de hegemonía, y dedicada a construir toda una cadena de favoritismos, nepotismo y tráfico de influencias, de cara a asegurarse permanentemente el poder.
Quizá quien mejor lo ha explicado recientemente haya sido Raúl Solís, en su fantástico artículo «El idioma de Andalucía es el silencio», publicado originalmente en el medio Paralelo 36. En el fondo, no es más que una red corrupta institucionalizada. Es palpable la existencia de toda una serie de empresas públicas de carácter «fantasma», en las que el partido mantiene a todo tipo de enchufados/as, representando una insoportable sangría de fondos públicos destinados a empresas que poseen, por decirlo coloquialmente, «más jefes que indios». Todo ello ha ido engordando el tamaño de la Administración Pública andaluza, y construyendo una especie de Administración paralela, y una extensa red de clientelismo político, extendida en mayor o menor medida por todas las provincias andaluzas, que lógicamente, en períodos electorales, suponen una gran baza para la victoria del PSOE-A. Y también influye, cómo no, la propia realidad de la sociedad andaluza, que configura, dentro del ránking de las Comunidades Autónomas del Estado Español, una de las de mayor subdesarrollo social y económico. Porque Andalucía lleva arrastrando, desde siempre, con respecto a otras zonas de España, este bajo nivel de desarrollo, que se manifiesta en diversas facetas, tales como el altísimo nivel de paro de la población, la sobredimensión del sector servicios, la baja renta per cápita, o el nivel de implantación y desarrollo de su tejido industrial, quizá el más pobre de España, junto a otras regiones, como Extremadura o Canarias.
A todo ello se une una población más envejecida que en otras zonas, así como la presencia de grandes zonas rurales. Evidentemente, toda esta arquitectura social es proclive a disponer de una población mucho más conservadora en el voto, y más fácil de convencer y de manipular. Este es el auténtico «bagaje» del «socialismo» andaluz, un partido que acude a las urnas con esta carga, con esta especie de «dopaje» tan particular. Pero volvamos, para finalizar, al referido acto del partido donde se dieron cita la Presidenta de la Junta y el líder del PSOE en Aragón, Javier Lambán, porque aún se dijeron allí más cosas. El aragonés le dedicó a la andaluza toda una serie de piropos de la más rancia prosapia, asegurando: «Susana, eres esa trianera tocada por los dioses del socialismo, que te cubren y protegen con su manto…No tengo dudas de que vas a parar, de que vas a tener que templar mucho, pero al final, vas a acabar mandando«. ¡Ole la gracia!. Ya sólo la utilización del símil taurino de parar, templar y mandar da idea de lo casposo del personaje, así que nosotros nos vamos a ir a su tierra, a Aragón, para sugerirle una jota aragonesa con la cual podría haber tentado a la sevillana: «Andaluza eres, Susana / Y yo del Bajo Aragón / Decídete por el mando / Que te lo aconsejo yo». ¡Aúpa, maño!
Blog del autor: http://rafaelsilva.over-blog.
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