«Si los gobiernos escuchan al pueblo en vez de a las coporaciones contaminantes, lo próximo puede ser un compromiso mundial con una economía basada en las energías renovables y en la eficiencia», dijo en entrevista con IPS el director de política de Greenpeace Internacional.
La histórica Cumbre de la Tierra realizada en 1992 en Río de Janeiro fue una de las conferencias ambientales fundamentales en el plano internacional, creando o reforzando una serie de tratados y protocolos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre el cambio climático, la biodiversidad, la desertificación y los bosques.
Casi 20 años después, mientras la ONU se prepara para la conferencia Río+20, que tendrá lugar del 4 al 6 de junio de 2012 en Brasil, los éxitos y fracasos de aquella instancia original son sometidos a un escrutinio cada vez mayor.
IPS dialogó con Daniel Mittler, quien señaló que desde la cumbre de 1992 los gobiernos no han logrado avances en materia de desarrollo sostenible.
IPS: Diez años después de la Cumbre de la Tierra hubo otra conferencia en Johannesburgo. ¿Por qué es importante que se haga una nueva reunión sobre desarrollo sostenible?
DANIEL MITTLER: Las conferencias en sí mismas nunca son importantes. Los resultados sí. En los últimos años, las grandes conferencias fracasaron. Río+10 (Johannesburgo), por ejemplo, adoptó lo que nosotros llamamos «Plan de Inacción».
Las conferencias mundiales son clave para generar debates mundiales y permiten subrayar los fracasos actuales y las oportunidades actuales y futuras. Desde Río, el desarrollo ha sido cualquier cosa menos sostenible.
Si tiene algún sentido volver a Río, los gobiernos tendrán que tomarse en serio la implementación de las muchas promesas que asumieron allí y luego incumplieron. Las empresas tendrán que dimensionar las oportunidades que brinda el desarrollo limpio, y quienes ejercen presión a favor del «sucio» tendrán que quedar expuestos por retrasarnos.
Para Greenpeace, Río+20 solamente será importante si genera avances reales para las personas y para el planeta.
IPS: Además de para Greenpeace Internacional, usted ha trabajado para Amigos de la Tierra. ¿En qué contribuyen las organizaciones no gubernamentales a las reuniones ambientales?
DM: las organizaciones no gubernamentales tienen que hacer que gobiernos y empresas se responsabilicen (por sus acciones), tienen que aportar ideas de soluciones y organizar el apoyo público para dar pasos concretos (que beneficien) a la población y al ambiente.
En muchos sentidos, los debates sobre Río+20 apenas están empezando. Las organizaciones no gubernamentales deben comprometerse con ellos con honestidad y pararse firmes contra quienes intentan crear una «fachada verde» a negocios que funcionan como de costumbre.
Las organizaciones no gubernamentales también deben resistir, simplemente haciendo la clase de campañas que realizaban hace 10 y 20 años. Debemos analizar la situación actual y elegir insumos dirigidos en las áreas donde es más probable que se produzca un cambio real.
IPS: ¿Cuáles son las sugerencias de Greenpeace Internacional para Río+20?
DM: Tenemos muchas. La conferencia debe apoyar una revolución energética basada en las energías renovables y en la eficiencia energética, y hacer que todos tengan acceso a la energía.
Gobiernos y empresas deben comprometerse con una deforestación cero para 2020. Los países industrializados y las coporaciones deben poner fin a las políticas y el tipo de financiamiento que promueve la deforestación.
Río+20 debe hacer la transición hacia una economía verde que sea justa y equitativa, y comprometerse con una agenda laboral decente. Debe fortalecer el sistema de gobernanza que promueva un «ambiente para el desarrollo», confiriendo al Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) el estatus de agencia especializada.
Greenpeace exige un nuevo acuerdo de implementación en el marco de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, para la conservación de la biodiversidad marina y el manejo sustentable de las actividades humanas en áreas que están más allá de la jurisdicción nacional.
IPS: ¿Participará Greenpeace en la conferencia «Sociedades sostenibles, ciudadanos responsables», que se realizará del 3 al 5 de septiembre en Bonn?
DM: Sí, y yo ansío hablar en uno de los paneles. Nuestro plan de acción es el que acabo de plantear. Estos puntos de acción son las pruebas clave sobre si Río+20 nos hará avanzar hacia sociedades sostenibles y si gobiernos y empresas están listos para responder a las necesidades de los pobres y del planeta, en vez de a las industrias sucias y a quienes hacen campaña a favor de las mismas.
IPS: ¿Qué vendrá luego de la conferencia de Río?
DM: La próxima gran prueba para la comunidad mundial será en 2015, cuando probablemente los gobiernos de muchos países no habrán cumplido los Objetivos de Desarrollo de la ONU para el Milenio.
Si los gobiernos escuchan al pueblo en vez de a las coporaciones contaminantes, lo próximo puede ser un compromiso mundial con una economía basada en las energías renovables y en la eficiencia, con cero deforestación y la adopción de un instrumento legal para proteger las aguas de alta mar.
Las industrias limpias deben ayudarnos a garantizar que los gobiernos dejen de interponerse en su camino y tomarse en serio la transición hacia una economía mundial justa y limpia.
Lo que vendrá también dependerá de todos nosotros. Invito a todos a ingresar a http://www.greenpeace.org para unírsenos en la tarea de lograr que gobiernos y empresas se hagan responsables y brinden soluciones reales.