Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos, con exportaciones por valor de 717 y 406,4 millones de euros, respectivamente, fueron los países de la región que más armamento adquirieron a España. El órgano administrativo encargado de valorar las solicitudes de exportación tramitó durante ese año 1.262 licencias, de las cuales 1.097 fueron autorizadas y sólo 9 […]
Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos, con exportaciones por valor de 717 y 406,4 millones de euros, respectivamente, fueron los países de la región que más armamento adquirieron a España. El órgano administrativo encargado de valorar las solicitudes de exportación tramitó durante ese año 1.262 licencias, de las cuales 1.097 fueron autorizadas y sólo 9 se denegaron por no ajustarse a la normativa.
Un tercio de las exportaciones de armamento que realizó España durante 2013 fue destinado a países de Oriente Próximo y, especialmente, a Estados del Golfo Pérsico, según denunció este jueves el Centro Delàs de Estudios por la Paz en su informe Exportaciones españolas de armamento 2004-2013, elaborado a partir de estadísticas oficiales de la Secretaría de Estado de Comercio. En total, el Gobierno español ingresó durante el citado año 1.378 millones de euros procedentes de estos países, catorce veces más que en 2012 y cien veces superior al valor de las exportaciones de material defensivo cifradas durante el año 2010, cuando comenzaron las revueltas en los países árabes.
Para ser más exactos, España exportó a Emiratos Árabes Unidos tres aviones de reabastecimiento en vuelo y bombas para aeronaves por valor de 717 millones de euros; a Arabia Saudí dos aviones, revólveres y munición de artillería por 406,4 millones de euros; a Egipto cinco aviones, recambios para distintos tipos de vehículos, componentes electrónicos y pistolas destinadas a particulares con un valor total de 126,6 millones de euros; a Omán armas de fuego con un calibre igual o superior a 20 milímetros por un valor de 98 millones de euros; y a Bahréin armas de fuego y municiones, dispositivos y componentes de material de defensa destinado a las Fuerzas Armadas por valor de 24,1 millones de euros.
En los casos de Israel, con exportaciones valoradas en 4,9 millones de euros, Jordania (0,6 millones) y Catar (52.000 euros), el Gobierno no detalla el armamento distribuido porque, en ninguno de los tres casos, las ventas superan los diez millones de euros y, por tanto, no está obligado a hacerlo.
«Estas exportaciones son ilícitas e ilegales, según la propia legislación española y europea sobre comercio de armas debido a la situación de inestabilidad existente en la región de Oriente Próximo y, en concreto, por la influencia regional de países como Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos en tanto que dan apoyo a una parte del conflicto en Siria», señala el informe.
En el primero de los casos, los investigadores consideran, en función de lo marcado en el artículo 8 de la Ley 53/2007 de Comercio Exterior de Material de Defensa y Doble Uso y en la 2008/944/PESC (Posición Común europea), que las exportaciones son críticas por el valor económico que representan y porque Arabia Saudí «podría suponer una amenaza para la paz, la seguridad y la estabilidad regionales», además de las graves «violaciones de derechos humanos entre las que se incluyen torturas, discriminación y el uso excesivo de la fuerza por parte de las fuerzas de seguridad».
Además, el informe señala la preocupación de los investigadores ante la posible reactivación de la venta de los 250 tanques Leopard, valorados en 3.000 millones de euros, «debido al aumento de la inestabilidad en la región y el rol de potencia regional del país».
En el caso egipcio, el informe señala que «no deja de ser preocupante que apliquen el embargo solo al material ligero exportado a empresas y armerías y no al exportado a las fuerzas armadas egipcias«. Los investigadores también señalan la enorme inestabilidad existente en el país, propiciada por el golpe militar y la posterior ilegalización de los Hermanos Musulmanes, que salieron victoriosos de las elecciones posteriores al derrocamiento de Hosni Mubarak.
El informe también incide en lo «preocupante» de las exportaciones armamentísticas a Emiratos Árabes Unidos, especialmente por la participación del país en los conflictos armados de la región -apoyo a determinados grupos insurgentes en la guerra siria-. En cuanto a Omán y Bahréin, el informe incide en las violaciones de derechos humanos registradas en los dos Estados del Golfo Pérsico.
Según las estadísticas, presentadas el pasado mes de junio por la Secretaría de Estado de Comercio, España exportó, en total, armamento por valor de 3.907 millones de euros durante el año 2013. Esta cifra duplicó la cantidad de armamento exportado en 2012 -1.953 millones de euros- y multiplicó por diez la cifra respecto al año 2004. Según indica el informe, las exportaciones españolas representaron un 2,4% de las exportaciones mundiales de armas en 2013 y el 1,7% del total de la balanza comercial española.
«Estas elevadas cifras responden, en gran medida, a la política de fomento de las exportaciones de armamento que lleva ejecutando desde hace años el Gobierno español», apunta el informe. Además, los tres investigadores señalan que «esta política se basa en tres elementos: una compleja organización administrativa dirigida por el Ministerio de Defensa; el secretismo en la valoración de las solicitudes de exportación; y una interpretación poco rigurosa de la legislación sobre esta materia».
9 licencias de exportación denegadas
Durante el año 2013, la Junta Interministerial Reguladora de Comercio Exterior de Material de Defensa y Doble Uso (JIMDUU) -órgano administrativo encargado de valorar las solicitudes de exportación recibidas- tramitó 1.262 licencias de exportación de material de defensa, de las cuales fueron autorizadas 1.097 y sólo 9 fueron denegadas (0,7%). «Esto debe interpretarse como falta de voluntad política en la aplicación de la legislación», señalan los investigadores.
La JIMDUU denegó a Taiwan dos licencias que corresponden a la exportación de vehículos aéreos no tripulados -con su estación de control y dispositivo lanzador- y espoletas. En este caso, el órgano administrativo consideró que ambas peticiones chocaban con los criterios 4 -mantenimiento de la paz, la seguridad y la estabilidad- y 7 -riesgo de que el material se reexporte en condiciones no deseadas a otros países- de la 2008/944/PESC.
Por otro lado, la JIMDUU negó siete licencias a Egipto, que consistían en la exportación de siete pistolas, porque consideró que dicho proceso colisionaba con el criterio 2 -respeto a los derechos humanos en el país de destino final- y 3-situación interna del país de destino final- recogidos en la normativa europea. No obstante, a pesar de las denegaciones, entre agostó y septiembre de 2013 el órgano administrativo permitió la exportación de 5.700 euros en pistolas, rifles y material armamentistico de características similares.
«Resulta lamentable el poco rigor de la JIMDUU en la aplicación de la legislación. Deniegan la exportación de 7 pistolas a Egipto pero autorizan el envío de bombas, cohetes, torpedos o misiles por valor de 198 millones de euros«, señalan los investigadores en el informe.