La OTAN ha hecho una apuesta clara por España, de hecho se ha apropiado de la base de Torrejón de Ardoz. ¿A que se debe este movimiento? No es exactamente que se haya apropiado de la base de Torrejón; de hecho, esta base aérea sigue teniendo un papel fundamental en la vigilancia y el control […]
La OTAN ha hecho una apuesta clara por España, de hecho se ha apropiado de la base de Torrejón de Ardoz. ¿A que se debe este movimiento?
No es exactamente que se haya apropiado de la base de Torrejón; de hecho, esta base aérea sigue teniendo un papel fundamental en la vigilancia y el control del espacio aéreo español, lo que se llama la policía aérea: desde allí se controla todo el espacio aéreo nacional y se dirige la interceptación (con aviones de caza) en el caso de que produzcan incursiones de aeronaves no identificadas y que puedan suponer una amenaza. Todos los países (que se lo pueden permitir) disponen de sistemas semejantes, forman parte de los dispositivos de seguridad en los territorios de soberanía.
El problema está en que este sistema de seguridad se haya integrado en el concepto de seguridad colectiva de la OTAN. Según ello, las amenazas aéreas a cualquiera de los países europeos del sur de la OTAN serían respondidas por las fuerzas que estuvieran en alerta, de cualquiera de los países miembros, y el control de estas operaciones aéreas se haría desde el CAOC (Centro de Operaciones Aéreas Combinadas, en sus siglas en inglés) de Torrejón. La OTAN, que disponía de varios centros de este tipo en toda Europa, decidió hace un par de años reducirlos a dos (Uedem, en Alemania y Torrejón) para todo el territorio europeo. De manera que la relevancia de esta base ha dado un salto cualitativo: de ser una instalación de seguridad nacional ha pasado a ser uno de los dos únicos CAOC de la OTAN en Europa.
Naturalmente, de la misma manera que se controlan las eventuales operaciones defensivas, puede hacerse con las ofensivas. En principio, limitadas al propio espacio aéreo de los países miembros de la OTAN; pero en el caso de originarse intervenciones en el exterior de este espacio, el CAOC de Torrejón tendría capacidad para dirigir las operaciones aéreas, siempre que el área esté al alcance de la red de sensores y comunicaciones de la OTAN. Pero para completar el panorama, el CAOC dispondrá de elementos desplegables allí donde falten, de manera que su cobertura es, virtualmente, planetaria, en el caso de que la OTAN desencadenara operaciones fuera de su teatro natural de operaciones (como ha sido el caso de la operación ISAF, en Afganistán).
Y no solo para operaciones propias de la OTAN, sino incluso para las que emprendieran algunos de sus países miembros por su cuenta, como fue el caso de Libia: esa campaña no era propiamente de la OTAN, sino de alguno de sus países miembros (Reino Unido, Italia, EEUU…), por lo que el control de las operaciones aéreas no podría hacerse desde Torrejón, sino desde los centros de operaciones aéreas de los países intervinientes. Sin embargo, es obvio que toda la infraestructura de sensores, inteligencia, comunicaciones, etc, de todos los países de la OTAN están integrados para que respondan de inmediato y el CAOC es el punto nodal en el que converge y desde el que se distribuye toda esa información. Esto le convierte, de facto, en un elemento esencial de soporte de esas operaciones, aunque no sean propiamente de la OTAN. En consecuencia, España se hace cómplice de esas operaciones, aunque sin mancharse las manos.
España tendrá un papel mucho más relevante y arriesgado en la escalada militar. ¿A cambio de qué?
Todo este desarrollo de las capacidades de Torrejón y su nuevo papel estratégico tiene que ver con la reorientación que viene sufriendo la OTAN de unos años acá. De ser una alianza supuestamente defensiva de su propio espacio vital, se ha convertido en un actor global, en especial, después de la última cumbre de Cardiff. Esto ha condicionado la organización y disponibilidad de las fuerzas nacionales, centralizando recursos y adiestrando y certificando a unidades combinadas (de varios países) para tenerlas en alerta permanente para su intervención inmediata en cualquier parte del globo.
También se ha venido desarrollando la cobertura europea del «escudo antimisiles», en el que el CAOC de Torrejón juega un papel fundamental como nodo de información y respuesta. El escudo antimisiles es un invento de los EEUU que, al colapso de la Unión Soviética, en lugar de hacer todos los esfuerzos por conseguir una verdadera extinción de las armas nucleares, lo ha utilizado como pretexto para el desarrollo de un sistema de interceptación de misiles balísticos. Inicialmente, por diplomacia, se decía que se trataba de un sistema contra los misiles de Corea, otras veces contra Irán… siempre dependiendo de la coyuntura. Pero ya se habla sin tapujos de que este sistema está orientado claramente para neutralizar la fuerza nuclear de Rusia. Lo que convierte a Torrejón en un blanco de primer orden en el caso de que la presión militar contra Rusia desencadenara un conflicto abierto.
En este contexto, no se trata solo de la relevancia adquirida por el CAOC de Torrejón, sino también la disponibilidad de unidades completas (del tamaño de una brigada) para su despliegue inmediato, además de los Cuarteles Generales Marítimo y Terrestre de Alta Disponibilidad, preparados para comandar las operaciones expedicionarias navales y terrestres, respectivamente. Estos serían, en el periodo en que estén activados, los responsables de las primeras intervenciones, con capacidad para subsistir durante un mes, en tanto la maquinaria política se pone de acuerdo para organizar el grueso de las fuerzas conjuntas.
¿A cambio de qué? Del supuesto «prestigio» que concede el hecho de ofrecer fuerzas e instalaciones para las operaciones de la OTAN. Naturalmente, la imagen de España como aliado incondicional de la OTAN se refuerza enormemente. Pero se oculta deliberadamente el sentido auténtico de las agresiones originadas desde los EEUU en sus aventuras imperialistas.
¿La OTAN está sustituyendo en Europa a EEUU, más centrada ahora en los BRICS y sobre todo en China en la área Asia-Pacífico?
No es tanto que la OTAN esté sustituyendo a los EEUU, sino que éstos están consiguiendo adaptarla a un papel más agresivo, como respaldo de una actitud mucho más hostil a sus potenciales enemigos geoestratégicos. Es obvio que la primacía de los EEUU está en declive, que sus recursos y potencial ya no dan más de si y que necesitan de su expansión a base de globalizar la economía: tránsito libre de capitales, fuentes y corredores de energía bajo control, mercados abiertos… todo ello con un endeudamiento gigantesco y con un panorama en el que aparecen nuevos actores dispuestos a disputarle su hegemonía.
En estas condiciones, hace lo que siempre hizo el capitalismo en su expansión: la guerra. Dispone de unas fuerzas armadas sin parangón en el planeta, que han actuado como un poderoso motor de su economía; y anda explorando todo tipo de trucos sucios para desestabilizar cualquier territorio en que encuentre oposición a sus planes de dominación y saqueo.
En este contexto, es fundamental para ellos el tener las espaldas bien guardadas: lo más fácil es conseguir aliados. Por ello creó la OTAN como una barrera frente a la supuesta amenaza de la URSS, pero que no era otra cosa que asegurar la fidelidad de los europeos al modelo capitalista que EEUU y Reino Unido hegemonizaban. Después, se les cayó el supuesto enemigo, por lo que reorientaron a la OTAN para responder a las supuestas amenazas que pululan por todas partes. Pero las amenazas invocadas nunca son tales, sino fantasmas que son alimentados desde sus servicios secretos, su diplomacia, sus medios, etc, para justificar nuevos esfuerzos «defensivos». ¿Qué amenaza suponían Siria, Irak o Libia para los EEUU u otros países aliados de la OTAN?. Simplemente, su resistencia a plegarse a sus dictados económicos y goestratégicos. Por eso les organizan los conflictos, abiertos en unos casos, disimulados en otros, pero que justifican siempre una actitud de conflicto militar en el que, si no estás conmigo, estás contra mí.
Para muchos países de tamaño y recursos limitados, resulta muy difícil resistirse a ese chantaje. Y en general, los gobiernos prefieren plegarse, hacerse amigos, integrarse en las «estructuras defensivas», en lugar de organizarse para la resistencia. Pero cuando se trata de China o Rusia, esto ya es otro cantar. Las piezas a su alrededor van cayendo poco a poco, el cerco se estrecha y las reacciones pueden ser imprevisibles.
De manera que, nada de estrategias defensivas: se trata de acosar a los competidores, tensionando el panorama lo más posible, de manera que su poder e influencia se incremente, al tiempo que su poderosa industria militar se mantiene como locomotora de su desfalleciente economía.
¿La OTAN sigue extendiendo el cerco a Rusia, incumpliendo los acuerdos alcanzados con la caída de la URSS? ¿Rusia sigue siendo el enemigo a batir?
Desde luego, ha habido una flagrante violación de los acuerdos, según los cuales, no habría expansión de la OTAN hacia el este. Pero le faltó el tiempo a la OTAN para intrigar entre las élites corruptas que se hicieron con el poder en los antiguos estados del Pacto de Varsovia para integrarles como países miembros. Es decir, la URSS se rinde, acepta poner fin al Pacto de Varsovia y negociar sobre le desmantelamiento de los arsenales nucleares como un camino hacia la paz en Europa. Y en lugar de actuar en consecuencia, las potencias centrales, lideradas por los EEUU, aprovechan el momento de debilidad para hacerse con el terreno de juego.
Rusia posee un potencial enorme, sobre todo, como fuente de energías y materias primas, por lo que su control es de lo más codiciado en estos tiempos de escasez. Pero además, conserva buena parte de su arsenal nuclear, del que no se pudo desprender por la resistencia a hacer lo mismo de la única potencia que ha usado las armas nucleares: los EEUU. Y no solo eso, sino que además, EEUU emprendió nuevos desarrollos tecnológicos (guerra de las galaxias, escudo antimisiles, etc.) para neutralizar las capacidades nucleares residuales de Rusia, para dejarla sin capacidad de respuesta ante la permanente amenaza nuclear norteamericana.
Obviamente, a los EEUU no le interesa para nada un conflicto nuclear con Rusia: pero hará lo posible por someterla a su dictado, como uno de los dos principales elementos de oposición a su estrategia de dominación: China y Rusia. Previamente, están haciendo todo lo posible por neutralizar a los gobiernos que, sin poseer capacidad nuclear (y, por tanto, sin plantear una amenaza real), suponen una resistencia activa a su expansión: Irak, Libia, Siria, Ucrania, etc. Todos ellos han sido apoyados, de manera más o menos entusiasta, por Rusia, dado que suponen un cerco efectivo a su espacio vital.
De manera que el objetivo a batir no es exactamente Rusia; lo es como primer escalón de su asalto final a China, el verdadero rival de los intereses de las grandes corporaciones y del poder financiero internacional, controlado desde los EEUU y el Reino Unido. Es decir, el objetivo final es mantenerse como potencia hegemónica frente a sus competidores emergentes, en el plano de la lógica capitalista; pero al mismo tiempo y este es el verdadero objetivo, laminar toda resistencia de los pueblos (y de los pocos gobiernos que han sabido serles fieles) a la expansión forzada de su modelo de negocios neoliberal a todo el planeta.
¿Qué valoración hace de la actual situación en el Este de Ucrania?
En Ucrania se ha puesto de manifiesto el conflicto de intereses entre distintos sectores de su oligarquía, unos más interesados en reforzar sus negocios con occidente, otros en mantener sus relaciones privilegiadas con Rusia. Además, los vínculos históricos y afectivos de una buena parte de su población, en particular de las repúblicas del Donbass y de Crimea, resultaban una poderosa motivación para resistirse a la caída de Yanukovich. Los EEUU y la UE estuvieron practicando las intrigas políticas y diplomáticas abiertamente, en un modo de intervención en los asuntos internos que sería intolerable en cualquiera de sus países. Pero además, alimentaron las protestas, publicitadas aquí como pacíficas, del Euromaidán, en las que infiltraron a agentes provocadores vinculados a la extrema derecha heredera de Stepan Bandera. Es decir, occidente se ha valido de la capacidad de intimidación de un movimiento fascista para imponer un cambio de régimen, llegando al golpe de estado cuando se había alcanzado un acuerdo entre el gobierno y la oposición.
Ese acuerdo no interesaba a los EEUU, dispuestos a llegar hasta el final. El acceso al poder de Poroshenko, con el respaldo del Sector Derecho fascista, desató la criminalización de los movimientos populares prorrusos y del partido comunista, que habían sufrido la dura experiencia de la ocupación nazi durante la Segunda Guerra Mundial. En consecuencia, estos movimientos, en especial en Crimea primero, en las repúblicas del Donbass después, se han organizado en milicias para resistir a una auténtica limpieza étnica desatada por Poroshenko. Y hay que señalar aquí las dificultades que encuentra el gobierno de Poroshenko para acabar con estas milicias, muy motivadas por lo que consideran mera supervivencia, que aparecen como imbatibles a pesar de las sucesivas oleadas de reclutamiento que se han efectuado en Ucrania y de toda la ayuda militar, abierta o encubierta, que recibe de los EEUU y otros miembros de la OTAN. Nada que ver con la leyenda, cacareada hasta la saciedad en los medios occidentales, de la intervención militar rusa en el conflicto: resulta evidente que Rusia no puede permitirse intervenir directamente, si no quiere desatar los perros de la guerra total.
Rusia, muy preocupada por la evolución de los acontecimientos, ha protegido sus intereses vitales en Crimea a través de un referéndum de autodeterminación que la devolvió a la Federación Rusa. Este movimiento ha sido aireado entre los medios occidentales como una intervención militar que pone en peligro la estabilidad de Europa. Pero Rusia ha hecho todos los esfuerzos imaginables por alcanzar un acuerdo que ponga paz en el sangriento conflicto armado que se ha seguido en el Donbass. La presión de los EEUU, con su política de sanciones comerciales y a través de la reorientación de la OTAN en un papel mucho más agresivo contra Rusia, no hace sino empeorar las cosas. De hecho, es un escenario que no convence para nada a la propia Unión Europea, la principal víctima del embargo comercial y muy preocupada por su dependencia del gas ruso. Eso explica los movimientos de Francia y Alemania, independientes de los de EEUU, para sentarse a negociar con Rusia en Minsk.
EEUU, que está por otra parte implicado en un gran movimiento de desestabilización del Próximo Oriente para hacerse con el control de las fuentes de energía y su tránsito, se empeña en tensar la situación, confiando en su fuerza militar para mantener a raya a Rusia. Eso explica los movimientos más recientes en el seno de la OTAN para reforzar su capacidad de intervención en Ucrania y, en general, en todo el espacio vital de Rusia. En breve, asistiremos a episodios de desestabilización, revueltas y guerras en otras repúblicas del Asia Central y de Extremo Oriente, a medida que los EEUU vayan asegurando su dominio en el entorno de Rusia y puedan volcarse con toda intensidad contra China.
En definitiva, los EEUU, principales valedores de los intereses del gran capital internacional, están alimentando una situación de caos generalizado en todo lo que no son las potencias centrales. Y la OTAN, de la que se proclama sin rubor ser el principal mecanismo de seguridad de occidente, está desvelando su auténtico rostro de club de los más poderosos para imponer su dominio por la fuerza, al que se apuntan los estados que, incapaces de atender a las verdaderas necesidades de sus poblaciones, prefieren acercarse al más fuerte y ser cómplices de sus desmanes, en lugar de organizarse para resistirse.
Manuel Pardo de Donlebú. Capitán de Navío de la Armada, en la Reserva. Miembro del Colectivo Anemoi y del Foro «Estamos en guerra», contra la guerra imperialista y la OTAN.
(NOTA: Esta entrevista fue realizada por la periodista Pilar Casanova Seuma para la agencia Sputnik Novosti. Ha sido aquí reproducida en su integridad, con su autorización y publicada en varios fragmentos, con comentarios de la propia periodista, en el blog Sputnik Mundo, los días 27 y 28 de Mayo. Están localizables en el enlace http://mundo.sputniknews.com/tags/person_Manuel_Pardo_de_Donlebun/)