En las últimas semanas, siguen lloviendo testimonios de lo bien que les va a los ex presos cubanos y sus familiares llegados a España: «comíamos mejor en Cuba», le ha dicho un excarcelado junto a su esposa a un periodista de la BBC. «una mujer que recibió tratamiento contra el cáncer en Cuba y ahora […]
En las últimas semanas, siguen lloviendo testimonios de lo bien que les va a los ex presos cubanos y sus familiares llegados a España:
- «comíamos mejor en Cuba», le ha dicho un excarcelado junto a su esposa a un periodista de la BBC.
- «una mujer que recibió tratamiento contra el cáncer en Cuba y ahora tiene dolores no pudo conseguir una cita con un médico hasta el año que viene», le declaró otro a El Nuevo Herald de Miami.
- «el polvo nos mata; hay muchas palomas enfermas y los cuartos donde estamos son muy chiquitos, en un cuarto de tres por tres estoy con mi esposo, mi sobrina y mi sobrino y no tengo intimidad», ha argumentado a la agencia EFE una «Dama de blanco» -alojada junto a su hermano, ex prisionero, en Málaga- para explicar por qué ella y varios de sus familiares se han declarado en huelga de hambre.
Lo que no se entiende bien es por qué un periódico como El País, tan atento a estas personas cuando estaban en el infierno comunista de Cuba y con especial predilección hacia los huelguistas de hambre en la Isla, no se ha hecho eco de ninguna de estas declaraciones, ¿o es que está demasiado ocupado con las protestas de los cientos de miles de ciudadanos españoles que piden «Democracia real Ya» en el paraíso capitalista español?