Las relaciones comerciales entre Cuba y la ex Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) se iniciaron desde los primeros años del triunfo de la Revolución en la Isla del Caribe y se extendieron y profundizaron hasta principios de la década de 1990 cuando desapareció la URSS y en su lugar surgió la Federación Rusa. Tras […]
Las relaciones comerciales entre Cuba y la ex Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) se iniciaron desde los primeros años del triunfo de la Revolución en la Isla del Caribe y se extendieron y profundizaron hasta principios de la década de 1990 cuando desapareció la URSS y en su lugar surgió la Federación Rusa.
Tras estos sucesos, hubo un impás y Cuba cayó en una profunda crisis económica que se conoce como Período Especial, pues el 85 % de su comercio se mantenía con los países ex socialistas de Europa y en especial con la URRS. Ocho años más tarde, con la llegada de Vladimir Putin a la presidencia de ese país, en diciembre de 1999, las relaciones comenzaron a normalizarse. Para conocer el estado actual de los intercambios comerciales entre los dos países, así como la situación económica de Rusia, Opciones conversó con el embajador de esa nación europea en la Isla, Mijail Kamynin.
¿Cómo definiría Usted las relaciones con Cuba, los intercambios comerciales, económicos y turísticos con la Isla y cuáles son sus proyecciones?
Las relaciones ruso-cubanas, basadas en tradicionales lazos de amistad, simpatía y respeto mutuos, tienen una larga historia. Ya han pasado la prueba del tiempo y no obedecen a ningunas coyunturas. Hoy día Cuba sigue siendo uno de los socios prioritarios de Rusia en la región de América Latina y El Caribe, somos aliados estratégicos, y con toda la razón definiría el estado actual de nuestras relaciones como excelente.
Actualmente los vínculos entre ambos países se caracterizan por una dinámica positiva en todas las esferas. Se mantiene el diálogo político muy activo inclusive en el más alto nivel. El viaje del Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de Cuba, Raúl Castro, a Moscú en 2012, y la visita del Presidente del Gobierno de Rusia, Dmitry Medvedev, a La Habana en febrero pasado, evidenciaron la firme disposición mutua para seguir fortaleciendo el carácter estratégico de las relaciones bilaterales, crearon las condiciones favorables para afianzar aún más la cooperación multifacética.
Se realizan los intercambios parlamentarios, así como de dirigentes y representantes de varios ministerios y otras entidades. La visita a Cuba de la Presidenta del Consejo de Federación de la Asamblea Federal de Rusia (Cámara Alta del Parlamento), Valentina Matvienko, en mayo de de este año no sólo sirvió para fomentar los vínculos entre los órganos legislativos, sino también demostró una vez más el gran potencial de nuestras relaciones.
Tienen un carácter estable los encuentros de los cancilleres de ambos países tanto en el marco del intercambio de visitas como en los foros internacionales, en primer lugar, en el transcurso de las sesiones de la Asamblea General de la ONU. A base de los planes correspondientes se celebran las consultas intercancillerías sobre los más actuales temas de la agenda mundial, regional y bilateral. El nuevo Plan para los años 2014-2016 fue firmado durante la reciente visita a Rusia del Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, que fue un impulso potente para consolidar la interacción en la arena mundial. A base de la coincidencia o la cercan í a de los enfoques de ambos estados hacia la problemática internacional se desarrolla la cooperación mutuamente ventajosa y eficaz en la ONU y otros organismos multilaterales.
También es evidente el dinamismo de nuestros vínculos en la esfera económico-comercial. En los últimos años hemos alcanzado grandes avances en este ámbito, aunque siguen existiendo las reservas todavía no utilizadas en plena medida.
En 2012 el intercambio comercial ruso-cubano fue alrededor de 220 millones de dólares. Consideramos que tales datos estadísticos no corresponden ni al potencial existente ni al nivel actual de relaciones bilaterales por lo que es preciso buscar nuevas vías para ampliar nuestro comercio. La tarea clave no es sólo aumentar su volumen, sino también diversificar el comercio, haciendo énfasis en el futuro.
Colaboramos exitosamente en varias esferas tanto tradicionales para nuestras relaciones económico-comerciales como relativamente nuevas. Se trata, en primer lugar, del sector energético, que hoy día constituye un área prometedora de la cooperación bilateral, el de níquel, transporte, infraestructura, comunicaciones, biofarmacéutica, tecnologías avanzadas y otros ámbitos.
Como ejemplos más evidentes del desarrollo exitoso de nuestra interacción puedo citar los proyectos conjuntos de gran escala en la esfera de hidrocarburos con la participación de las compañías rusas Zarubezhneft y Gazprom neft. Se continúan los suministros del equipamiento electroenergético ruso. Se están examinando los planes respecto a la modernización de Centrales termoeléctricos de la Isla. Tenemos visibles avances en la cooperación en la esfera de aeronáutica civil, incluyendo la exportación de la moderna técnica aérea a Cuba. Existen posibilidades para avivar los vínculos bilaterales en el sector agropecuario.
Según los resultados alcanzados a lo largo de los últimos años el sector turístico tiene buenas perspectivas para el desarrollo ulterior de la cooperación fructífera. Esta esfera demuestra una sostenible dinámica positiva. El año pasado la Isla la visitaron alrededor de 87 000 turistas rusos (en 2011, 78 000). Además de ser emisores del turismo a Cuba estamos analizando las posibilidades de participar en los proyectos de modernización de la infraestructura turística de este país caribeño.
Los cambios económico-sociales que se están realizando en Cuba en el marco del proceso de actualización, aprobado por el VI Congreso del Partido Comunista, abren nuevas posibilidades para diversificar nuestra colaboración. Estamos dispuestos a seguir adelante en este proceso.
Para el desarrollo dinámico y sostenible de los vínculos bilaterales tenemos un instrumento muy eficaz que es la Comisión Mixta Intergubernamental Ruso-Cubana para la colaboración económico-comercial y científico-técnica. Su X Reunión celebrada en noviembre de 2012 permitió analizar detalladamente el proceso de realización de los proyectos conjuntos y definir las esferas de cooperación perspectivas. La agenda económica bilateral para la colaboración entre Cuba y Rusia hasta el año 2020, firmada en el marco del evento, es una guía estratégica de las relaciones económico-comerciales, que contribuirá a lograr el objetivo común de fortalecer y diversificar el intercambio comercial, las inversiones y la colaboración en sectores claves.
Atribuimos gran importancia al desarrollo de los contactos directos entre los círculos de negocios de ambos países. Vemos un potencial significativo en el trabajo de los Comités Empresariales de Rusia y Cuba, que facilita la búsqueda de nuevas direcciones de colaboración de interés mutuo. Tenemos planes para seguir ampliando nuestra participación en la Feria Internacional de La Habana, que es un espacio propicio para establecer los vínculos con los socios cubanos y concretar negocios.
¿Cómo evalúa la economía rusa en el momento actual y cuales son las perspectivas?
En 2012, si tenemos en cuenta la situación global, la economía rusa mostró buenos resultados. El Producto Interno Bruto creció un 3,4%. El déficit presupuestario no supera el 0,06% del Producto Interno Bruto (PIB), a diferencia de la mayoría absoluta de los países desarrollados donde este índice es mucho más alto. La tasa de desempleo es de apenas un 5,5 % al alcanzar los mínimos sin precedentes en los últimos años.
El porcentaje de la deuda estatal respecto al PIB es de solo un 10 %. Esto representa un factor muy importante si se toma en consideración que la mayoría de las economías desarrolladas esta fuertemente agobiada por créditos.
Del 2,8 % al 8,4 % se aumentaron los ritmos del crecimiento del salario real debido, principalmente, a la elevación de las ganancias en los sectores de educación y salud pública, así como de los salarios a los militares. El Gobierno continúa la realización de los proyectos sociales, orientados al mejoramiento del nivel de vida de la población.
Al mismo tiempo no se puede pasar por alto el impacto de un eventual recrudecimiento de la crisis internacional. En este sentido, la tarea fundamental es tomar las medidas adecuadas y equilibradas para alcanzar una dinámica aceptable de los principales indicadores macroeconómicos. Mejorar el clima empresarial, aumentar la eficacia de la economía y del sector social, con marcado interés en el fomento de la competitividad y el potencial humano. Todas estas metas también son claves para asegurar la buena salud económica.
Para resumir la idea sobre las nuestras relaciones pienso que existe la voluntad política en cuanto al afianzamiento de la cooperación ruso-cubana mutuamente ventajosa, mientras que ambas partes tienen enorme potencial y capacidades para lograrlo. Estos factores nos permiten mirar hacia el futuro de esas relaciones con gran optimismo.
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