Este 17 de octubre de 2011 está destinado a convertirse en una fecha clave en el camino hacia la resolución del conflicto. Por primera vez, líderes internacionales del nivel del anterior secretario general de la ONU Kofi Annan se reunirán en Euskal Herria para mostrar su compromiso y su apoyo a este proceso. Después de […]
Este 17 de octubre de 2011 está destinado a convertirse en una fecha clave en el camino hacia la resolución del conflicto. Por primera vez, líderes internacionales del nivel del anterior secretario general de la ONU Kofi Annan se reunirán en Euskal Herria para mostrar su compromiso y su apoyo a este proceso.
Después de que el primer anuncio de la convocatoria fuera recibido con cierta frialdad, la expectación ha crecido imparablemente, y más aún tras conocerse el sábado la lista de participantes. Todas las formaciones políticas y sindicales vascas más relevantes, de los dos lados de la frontera, estarán en la Casa de la Paz a excepción de UPN y del PP, que ha utilizado un discurso muy crispado. La reunión concitará por tanto una atención mediática inusitada para un evento político en Euskal Herria, con más de 200 periodistas acreditados para la ocasión.
Los trabajos de contraste que se vienen realizando hace meses entre estos líderes internacionales, con el impulso del Grupo Internacional de Contacto, tomarán cuerpo finalmente en una declaración que se leerá a las 17.00 en los jardines del Palacio de Aiete. Antes, durante tres horas, Kofi Annan, Gerry Adams, Jonathan Powell, Bertie Ahern, Gro Harlem Bruntland y Pierre Joxe recabarán las opiniones de partidos y sindicatos de todas las sensibilidades políticas del país. La derecha española se ha autoexcluido, pero no así la francesa. Del mismo modo, ni el PSOE ni Lakua estarán en esta cita, pero sí el PSE y también el PS francés.
El contenido de la declaración final es una incógnita que no se desvelará hasta el cierre de la Conferencia, pero se espera que avance por la senda marcada en su día por la Declaración de Bruselas, con apelaciones a ETA y a los estados al objetivo de resolver el que los participantes remarcan como «el último conflicto armado de Europa».
La aceptación de la existencia de un conflicto y de que tiene carácter nacional han quedado claras respectivamente en las intervenciones previas de Jonathan Powell en la primera presentación de la Conferencia y en la participación de formaciones tanto del norte como del sur vasco. Y ha constituido una mala noticia para quienes llevan décadas intentando negar ambas cuestiones, con el PP a la cabeza en este momento.
Si el sábado los organizadores incidían en mostrar su respeto a quienes han declinado la invitación, no ocurre lo mismo en contrapartida. La confirmación de presencias como la de Annan no ha servido para templar el discurso del PP, sino al revés.
«Los extranjeros»
En días anteriores los exabruptos habían quedado a cargo de dirigentes menores del partido, como el ex alcalde de Gasteiz Alfonso Alonso o el portavoz del PP en el Ayuntamiento de Donostia, Ramón Gómez Ugalde. Pero ayer fue un responsable importante a nivel federal, el vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons, quien se despachó a gusto contra los participantes en la Conferencia, a quienes tildó despectivamente de «extranjeros» para añadir a continuación que «no tienen ni puñetera idea del tipo de conflicto que se ha vivido en el País Vasco».
González Pons hizo estas declaraciones en la localidad valenciana de Venta del Moro, al ser preguntado por la cita de Donostia. Dijo que no se puede hablar de conferencia de paz, porque «aquí no ha faltado la paz, sino que ha faltado la libertad» dado que «los terroristas han matado y los españoles hemos sido un poco menos libres que el resto de los europeos».
Se quejó de que Annan, Powell -mano derecha de Tony Blair-, Ahern, Adams, Joxe y Brutland vienen «pensando que están en Irlanda o en Sudáfrica, cuando realmente no tienen ni puñetera idea. Aquí unos han puesto los terroristas y otros las víctimas». Les emplazó a que «dejen de enredar con la palabra paz, empiecen a hablar de libertad y pidan antes que nada que ETA se rinda, que deje el terrorismo, que abandone las armas y pida perdón». «Por más que venga Kofi Annan a España, no se devuelve la vida a ninguno de los asesinados», concluyó.
El presidente del PP en Andalucía, Javier Arenas, añadió a todo ello que «no pueden hablar de paz aquellos que han matado a tantos inocentes en España, no pueden dar ninguna lección de libertad aquellos que con el terrorismo han condicionado la libertad y la democracia de todos los españoles».
Vacilaciones en el PSOE
En cuanto al PSOE, las dudas iniciales han dado paso a declaraciones desde una cierta distancia, en las que se remarca que lo importante no es tanto lo que ocurra hoy sino los efectos que pueda desencadenar. Así, para el portavoz del Gobierno español, José Blanco, es mejor «no opinar» sobre la Conferencia y resaltar que «lo único que tiene que ocurrir para que haya paz es que ETA diga que abandona definitivamente las armas». En Gasteiz, el ministro de Presidencia, Ramón Jáuregui, añadió en tono similar que «se diga lo que se diga en la Conferencia, la democracia ha triunfado sobre el terrorismo, y el único relato posible será el testimonio de la verdad de miles de víctimas».
El ex alcalde de Donostia Odón Elorza ha escrito en su blog que la cita de la Casa de la Paz es «un paso» pero «no trascendental para la consecución de la paz». Lo sitúa como «secuencia dentro de un guión que conduce a la desaparición de ETA, por su propia debilidad».