El pasado lunes 11 de enero nos dejó Manolo Doblado, afiliado de la Coordinadora Sindical de Madrid y de la Coordinadora Sindical de Clase, así como presidente de Jubiqué. Su corazón dejó de funcionar a las mismas puertas de la sede de la organización que él miso había fundado junto a otros compañeros y compañeras […]
El pasado lunes 11 de enero nos dejó Manolo Doblado, afiliado de la Coordinadora Sindical de Madrid y de la Coordinadora Sindical de Clase, así como presidente de Jubiqué. Su corazón dejó de funcionar a las mismas puertas de la sede de la organización que él miso había fundado junto a otros compañeros y compañeras para defender los derechos de jubilados/as y prejubiados/a tras una larga vida laboral. En estos momentos era trabajador jubilado de la banca y fue dirigente obrero desde los comienzos de su vida laboral, así como activo militante en las luchas populares desde las primeras Marchas a Torrejón hasta las últimas Mareas contra los recortes en los servicios públicos de las diferentes administraciones.
Pero Manolo fue algo mas que un afiliado de nuestro sindicato. Fue uno de sus precursores y, desde el principio, estuvo al frente junto al grupo promotor para que la CSM y, posteriormente, la CSC fuesen una realidad. Su empuje fue decisivo y siempre recordaremos como sus continuas intervenciones nos empujaban a dar forma a una organización que fuera defensora real de los derechos laborales ante la deriva de las organizaciones sindicales tradicionales.
Incansable, era habitual en él interpelarnos para no perder el tiempo, para no esperar a ver si lo que nos atacaba a los trabajadores/as como clase eran «galgos o podencos», para tomar las riendas y modelar una herramienta que fuera útil para la clase obrera. Su experiencia avalaba todas sus demandas y con el tiempo comprobamos que, como casi siempre, tenía razón.
Una vez constituida nuestra organización, Manolo dedicó mas su tiempo a Jubiqué, aunque siempre con un ojo puesto en nuestra trayectoria. Fiel defensor de los derechos que asistían a trabajadores/as tras su vida laboral, jamás dejó el mundo sindical y fue uno de los promotores de la UIS de Pensionistas y Jubilados de la Federación Sindical Mundial que se constituyó en Barcelona ahora hace 2 años.
Conocedor como pocos del sistema bancario y de sus engañosas prácticas, denunció allá donde pudo las estratagemas para desviar fondos públicos hacia sus activos, de su responsabilidad en la descapitalización del Sistema Público de Pensiones, en las Leyes de Reforma de las Pensiones, la prolongación de la vida laboral, el ataque a las pensiones de viudedad… todo ello con la necesaria colaboración de los gobiernos de turno. Para Manolo, no se trataba mas que de un ataque brutal a la confianza de los trabajadores y trabajadoras y de la sociedad al Sistema Público de Pensiones.
Defensor irredento del Servicio Público de Pensiones, no cejó en su empeño de mostrarnos que la jubilación es una etapa mas de nuestra vida laboral y que los ataques de la patronal no hacen distingo: desde esa perspectiva había que entender las continuas agresiones al Sistema Público de Pensiones, desde el punto de vista de clase. Y en esas claves también había que entender el engaño que supone para la clase obrera las continuas presiones para contratar planes privados.
Su larga experiencia nos sirvió para recordar la historia, como de las cotizaciones sociales se financiaban las pensiones y la Seguridad Social y como a mediados de los 90 se separaron las fuentes de financiación con el único propósito de traspasar las rentas del trabajo a las del capital.
Nunca se conformó con ser un jubilado al uso, su inconformismo le llevó a dedicar su vida a lo que había hecho siempre. Son innumerables las organizaciones sociales que han contado con su presencia siempre que se le ha requerido, en Madrid y fuera de la capital, para denunciar los continuos recortes en materia de pensiones, para defender las pensiones públicas, para organizar a uno de los mayores colectivos del estado y para hacer entender que el capitalismo no diferencia a nadie, menos por la edad, y que sus agresiones hay que situarlas en la lógica de la lucha de clases y que es en esa lógica en la que hay que presentar la batalla.
Con su fallecimiento, nos regala un ejemplo mas como trabajador y como militante de las organizaciones populares, ya que nos dejó cuando comenzaba una nueva jornada laboral en Jubiqué.
Nuestro abrazo y nuestro reconocimiento. Manolo, no te olvidaremos.
Y puño en alto, gritaremos de nuevo contigo: ¡Viva la lucha de la clase obrera!
Su incineración será hoy miércoles a las 12:00 en el Cementerio de la Almudena de Madrid.
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