Estaba predestinado. Terminaba en 6. El número de la ingesta, del atracón. El 6. La panza, la andorga, el barrigón… 2006 ha cumplido, y con creces, las expectativas. La población mundial con sobrepeso ha alcanzado los 1.000 millones de individuos, un tercio son obesos, y supera ya a los 800 millones de desnutridos. El hambre […]
Estaba predestinado. Terminaba en 6. El número de la ingesta, del atracón. El 6. La panza, la andorga, el barrigón… 2006 ha cumplido, y con creces, las expectativas. La población mundial con sobrepeso ha alcanzado los 1.000 millones de individuos, un tercio son obesos, y supera ya a los 800 millones de desnutridos. El hambre vencida… por el colesterol.
«La obesidad es ahora la norma mundial», señala el doctor Pedro Kaufmann, de la Sociedad Uruguaya para el Estudio de la Obesidad. «Hoy en día hay más gente en el mundo con exceso de peso que con falta de peso y las consecuencias son enormes por los trastornos asociados a la obesidad». Las personas gruesas tienen un mayor riesgo de contraer enfermedades como la diabetes, las afecciones cardiovasculares y algunos tipos de cáncer. El costo sanitario de la obesidad en el Estado español ronda los 3.000 millones de euros anuales, el 7% del gasto sanitario total. Para la Organización Mundial de la Salud, estamos ante una «epidemia» mundial. La grasa arrasa.
«Seguir vivo equivale, tácticamente, a comer y no ser comido», afirma Jorge Wagensberg. Comer, aunque sea basura. Por primera vez, el sobrepeso y la obesidad no son trastornos exclusivos de los ricos o de las grandes ciudades. «Si bien las clases extraordinariamente pobres de los países en vías de desarrollo siguen siendo desnutridas, en los estratos un poco más altos, que siguen siendo pobres, aparece también la obesidad», cuenta el doctor Kaufmann. «Esto sucede porque se combina la malnutrición con el exceso de grasas e hidratos de carbono». Son los obesos mal nutridos. Los parias de la gordura.
Vamos de vientre. De culo. «El destino de las naciones depende de la manera en que se alimentan», advierte el gastrónomo francés Brillat-Savarin. Esta semana, la ministra española de Sanidad y Consumo, Elena Salgado, ha presentado el informe «Nutrición, actividad física y prevención de la obesidad». Uno de cada dos adultos (53%) está gordo, pesa más de lo recomendable en términos de salud (el 14,5% es obeso). Entre la población infantil, estos datos son aún «más preocupantes». Un 8,5% de las niñas y niños de entre 2 y 17 años padece obesidad y otro 18,2% sobrepeso. Son un cielo. ‘Tocinitos de cielo’. Los retoños de sebo.
El Ministerio de Sanidad acaba de romper un convenio de autorregulación firmado con la Federación Española de Cadenas de Restauración Moderna. Las empresas se comprometían a promocionar el consumo responsable, a no publicitar raciones gigantes. En octubre, Burger King presentó sus hamburguesas XXL. «Come como un hombre», animaban los anuncios. Ponte como un cerdo. Cada ‘bombamburguesa’, un 30% de grasa, proporciona 971 calorías diarias.
La estrategia de McDonald’s, la competencia, es otra. En siete establecimientos de Estados Unidos han puesto en marcha los R-Gyms, mini gimnasios con modernas bicicletas estáticas diseñadas para el público infantil (llevan pantallas incorporadas para ver dibujos animados) y pistas de baile electrónicas. Te ceban y te hacen sudar. Otro timo. Las 20 calorías que un crío pueda perder en los ‘ejercicios’ no compensan las 200 incluidas en un sólo batido.
Termina en 7. El número de la dieta. El 7. Escurrido, chupado, famélico… 2007, un buen año para apretarnos el ombligo. Para recuperar el sentido. «Hambre: primer problema político», pintan en una pared de Sevilla. Feliz Año Flaco.