Con blogs, correos electrónicos, tuits o comentarios en Facebook y otras redes sociales las feministas de Cuba comenzaron a llevar al debate público sus críticas al machismo imperante en esta isla caribeña. A falta de espacios diversos para la participación social y política que integren sus demandas a las transformaciones en curso en el país, quienes […]
Con blogs, correos electrónicos, tuits o comentarios en Facebook y otras redes sociales las feministas de Cuba comenzaron a llevar al debate público sus críticas al machismo imperante en esta isla caribeña.
A falta de espacios diversos para la participación social y política que integren sus demandas a las transformaciones en curso en el país, quienes defienden los derechos de las mujeres encontraron en las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TICS), un canal sin censura para extender sus opiniones.
«Las redes sociales y los blogs llevan la lucha por la equidad al escenario digital, pero también permiten establecer alianzas para la visibilidad de ciertos contenidos y crear redes de colaboración», confirmó a IPS la afrocubana Sandra Abdallah Álvarez, precursora del ciberactivismo en esta nación de gobierno socialista.
El blog Negra Cubana Tenía que Ser, que ella gestiona desde 2006, comparte sistemáticamente artículos e informaciones contra el racismo, el sexismo, la homofobia y otras discriminaciones que tienen como objetivo a las mujeres en Cuba.
A la par, visibiliza voces feministas y afrodescendientes, por lo general ausentes de los medios de comunicación oficiales, y sirve como un constante observatorio de hechos segregacionistas por raza, género y orientación sexual.
Las entradas a su bitácora actúan de caja de resonancia de cuestionamientos ante publicaciones y campañas publicitarias sexistas, como el caso de la cerveza Bucanero, una marca local que se promociona con el eslogan de ser «una cerveza de hombre» y en sus carteles utiliza imágenes femeninas sexualizadas.
La profesora universitaria Elaine Díaz asegura que la «blogosfera cubana» se distingue por «visibilizar temas escasamente abordados en los medios de prensa nacionales o claramente manipulados en las agendas mediáticas y políticas internacionales».
En un artículo publicado a finales de 2014, esta investigadora de las TICS en Cuba sostiene que los blogs actúan como mecanismos de denuncia y presión sobre asuntos de interés público.
Sin embargo, los tópicos relacionados con las inequidades de género no son relevantes entre los que habitualmente tratan los blogs cubanos, según la investigadora realizó entre 2.033 de ellos, referidos a la realidad del país.
Algo similar encontró la feminista marxista Yasmín Portales cuando en 2013 analizó 277 blogs escritos desde Cuba. Aunque 31 por ciento de las bitácoras eran realizadas por mujeres, solo tres respondían a una agenda feminista.
Desde entonces, esta proporción aumentó ligeramente y amplió sus soportes a boletines electrónicos y perfiles de redes sociales.
Entre las bitácoras que conducen el ciberfeminismo cubano figura la del colectivo Afrocubanas, un proyecto para difundir la participación de mujeres negras en la historia y la cultura, que buscó rápido reflejo en el espacio digital.
También En 2310 y 8225, que gestiona Portales, y el blog colectivo Asamblea Feminista, fundado a finales de 2014 por las periodistas Lirians Gordillo y Helen Hernández y la crítica literaria Zaida Capote, destaca por sus contenidos críticos al patriarcado cubano.
Estas últimas se definen como feministas preocupadas por los destinos de una nación que se transforma y por la que quieren «hacer», utilizando la palabra como herramienta.
«Queremos pronunciarnos sobre la pervivencia de las desigualdades de género en nuestro país», consignan.
Gestionados por activistas, intelectuales y profesionales de la comunicación, estos blogs amplían la discusión colectiva sobre la violencia de género, la doble jornada, las múltiples discriminaciones de mujeres afrodescendientes y lesbianas o el sexismo mediático, entre otros asuntos.
Cada espacio cuenta a su vez con páginas en Facebook y perfiles en Twitter.
Sortean de ese modo el recelo hacia el feminismo que persiste en la isla, donde este pensamiento se ha desarrollado sobre todo en la academia y los sectores culturales, pero aún no logra expandirse en publicaciones periódicas oficiales ni cuenta con organizaciones que articulen una agenda común.
Para la periodista Gordillo, los blogs y redes sociales funcionan como un megáfono que hace más conocida cualquier acción desde esa plaza pública virtual, que las acontecidas solo en el espacio real o «fuera de línea».
«Un post logra mayor atención política que los muchos eventos, talleres o tertulias donde ese mismo reclamo tiene lugar, pero a nivel comunitario», argumentó a IPS la investigadora sobre género y comunicación.
A su juicio, situaciones de discriminación suceden diariamente en el país, donde las mujeres han alcanzado altos estándares de participación en el empleo y el estudio, pero aún siguen encargadas de la vida doméstica y la familia.
No obstante, la falta de articulación entre el feminismo cibernético y la mayoría de la cubanas, sin conexión a Internet, resta efecto movilizador.
Solo 26 por ciento de los casi 11,2 millones de personas que viven en Cuba accede sistemáticamente a Internet, según estadísticas oficiales que no se desglosan por género.
Un informe de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI) reporta que en 2013 había 2.923.000 internautas. Esa cifra se da por hecho que es ahora superior, porque a fines de 2013 se abrieron en el país de 120 cibersalas y desde el primero de este mes 35 puntos de conexión inalámbrica.
«Muchas feministas que son activas en la red lo hacen desde conexiones lentas, con poco tiempo y no siempre estamos entrenadas para aprovechar y optimizar todas las posibilidades que nos brinda este formato», reconoció Gordillo.
A ellas queda entonces el reto de llevar las realidades «de carne y hueso» a los espacios virtuales, sorteando el riesgo de crear una «realidad paralela» que no logre incidir en leyes, programas, instituciones públicas y organizaciones, agregó.
La falta de respuesta oficial a sus reclamos es otra de las preocupaciones repetidas por las activistas feministas consultadas por IPS para este reportaje.
«Lo que desde Internet se denuncia y demanda, cae en ocasiones en un terreno ambiguo o de ignorancia por parte de las autoridades con capacidad para legislar y dar cauce a nuestras inquietudes sobre la situación de las mujeres», consignó Hernández, en un panel del Congreso Internacional de la Asociación de Estudios Latinoamericanos, celebrado en San Juan de Puerto Rico e mayo.
Por lo pronto, Internet sigue funcionando como espacio de articulación para iniciativas como Feministas Cubanas, un grupo que funciona en Facebook con ese nombre desde comienzos de 2014, con más de 65 integrantes, entre quienes residen en la isla y las que viven o estudian fuera.
Aunque la creación de una red es un reclamo reiterado en debates y reuniones de estudiosas y activistas por la equidad de género en el país, no se conoce hasta ahora otro colectivo que aglutine igual número de mujeres autodenominadas feministas en el espacio real cubano.
Editado por Estrella Gutiérrez.
Fuente original: http://www.ipsnoticias.net/2015/07/feminismo-cubano-encara-nuevos-retos-en-internet/