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Fundamentos histórico-políticos: La rectificación de errores y tendencias negativas

Fidel y el trabajo político ideológico (II)

Fuentes: Rebelión

Con frecuencia observo que los acercamientos y estudios sobre el tema de la lucha y formación ideológica dentro de la Revolución Cubana, en particular en relación con lo que los comunistas cubanos llamamos trabajo político ideológico, priorizan lo propiamente político filosófico, lo psicológico-pedagógico y comunicacional. Y en general se carece de enfoques historiográficos.

Sé que la deuda de estudios históricos sobre la Revolución debe tener una incidencia no despreciable en esta realidad, a lo que se puede añadir que los resultados recientes que se han validado en nuestras escuelas partidistas -hoy facultades de Universidad del Partido-, el Instituto de Historia de Cuba y otras instituciones no han sido suficientemente divulgados.

En los artículos que comparto sobre los fundamentos histórico políticos del trabajo político ideológico, va una muy sucinta aproximación a esa historia tan reciente para mi generación, tan ignota y desconocida para muchos de nuestros más jóvenes militantes y activistas revolucionarios.

Me referiré en esta entrega al proceso de rectificación de errores y tendencias negativas iniciado en 1985-1986 que fue hasta hoy, el más importante momento de reflexión creativa sobre la importancia de la lucha por la hegemonía ideológico cultural socialista y la política revolucionaria en el seno de la sociedad cubana. Primero: cómo y por qué se llega a la rectificación; segundo: el momento histórico en sí; tercero: lo que nos aporta si de trabajo político ideológico, ideología y lucha revolucionaria se trata.

En bien de la nación y su pueblo

Nunca existió en la república neocolonial una estrategia que desde el Estado estuviese interesada en cambiar el modelo imperante: mono productor y mono exportador1, completamente subordinado a los intereses monopólicos y hegemónicos de los Estados Unidos2. Lograr la seguridad alimentaria sobre la base de incrementos importantes en la producción agropecuaria nacional, industrializar el país, desarrollar las existentes y crear nuevas áreas y capacidades productivas, para reducir sustancialmente la vulnerabilidad económica, con la ampliación de la cartera de productos y la diversificación de los mercados de importación y exportación, constituían importantes retos históricos para la Revolución que llegó al poder en enero de 1959.

En la primera década de Revolución se buscó afanosamente un patrón autóctono de desarrollo económico, con capacidad para sustentar la reproducción ampliada del proyecto socialista. Frente a los retos del subdesarrollo acumulado, los no saberes, la resistencia y victoria contra la guerra irregular y el terrorismo, bajo el cerco genocida del bloqueo, los esfuerzos realizados para desarrollar esa necesaria alternativa económica no dieron los resultados esperados. El fracaso en la meta de producir 10 millones de toneladas de azúcar en la zafra de 1970, se asume como el acontecimiento dinamizador del obligado cambio en la perspectiva estratégica económica de la dirección revolucionaria cubana.

El éxito aparente que tenían las reformas que se realizan en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y los países socialistas de Europa Oriental y Central, la postura solidaria de la URSS -rebasada la fisura de las relaciones por la actuación irrespetuosa y desacertada de excluirnos de la negociación final de la Crisis de Octubre3-, y el hecho objetivo de la ausencia de otras alternativas factibles, determinaron la decisión de la dirección de la Revolución de asumir para Cuba el modelo económico implementado por los soviéticos y la mayoría de sus aliados europeos.

La decisión en lo inmediato proporcionó estabilidad y crecimiento de la base técnico-material y económica socialista, y la sociedad cubana disfrutó de un crecimiento sostenido de la calidad de la vida, en el bienestar personal y familiar de los ciudadanos. En correspondencia con los avances económicos alcanzados, en el quinquenio1980-1985 se configuró en Cuba una sociedad de bienestar. El consumo social creció en el 7,1% anual y el personal lo hizo a un ritmo de 2,8% anual El salario medio mensual creció un 26,4% en el quinquenio. El consumo diario de calorías ascendió a 2 900 calorías per cápita y el de proteínas a 78 gramos. En 1985 había ya por cada 100 hogares electrificados, 50 refrigeradores, 91 televisores, 152 radiorreceptores, 59 lavadoras y 69 ventiladores. La esperanza de vida al nacer se elevó a 74,2 años4.

El más importante error

Lo que no sabíamos es que nos habíamos incorporado a un modelo que estaba por eclosionar en una crisis de múltiples dimensiones. El modelo soviético para entonces, carecía de las certezas y fortalezas necesarias para sostener en el largo plazo la transformación económico-social, política e ideológica anticapitalista en la ´propia URSS. Y en una economía como la cubana pronto afloraron las consecuencias negativas, que tardaron en verse en el extenso, rico y multinacional país soviético.

En Cuba luego de los dos primeros lustros expansivos –ya a principio de los años ochenta del pasado siglo-, comenzaron a brotar los impactos negativos del modelo importado. La copia acrítica que prevaleció en no pocos de los aspectos que incorporamos, en particular en los ámbitos políticos y culturales, añadió retos adicionales para el proceso cubano.

En el novedoso sistema de organizaciones de masas nacido en las batallas de clase que acompañaron la victoria política e ideológico cultural socialista en abril-diciembre de 1961, en el despliegue organizacional de nuevo Partido Comunista fundado en 1965, en la política cultural y educacional del Estado, se produjeron manifestaciones de burocratización y debilitamiento de la labor política e ideológica.

Centro de la situación creada lo fueron las asunciones de dogma y los retrocesos en el enfoque martiano y fidelista del marxismo y el leninismo, en su producción, reproducción y promoción. Entre los fenómenos corrosivos más significativos se listan los fraudes, los errores economicistas, y significativos deterioros de la conciencia revolucionaria.

El problema más grave que se revelaba tras la lectura de los impactos negativos en su esencialidad dialéctica, era el de la crisis del modelo de que se había asumido. Ese modelo precisaba de una urgente y consecuente rectificación revolucionaria. Y precisamente tal realidad fue comprendida con meridiana claridad por Fidel Castro, primero que los propios dirigentes soviéticos de la época.

Sobre la decisión tomada de asumir el modelo soviético y sus consecuencias, el juicio autocrítico de Fidel resulta esclarecedor: “Una conclusión que he sacado al cabo de muchos años –precisó el 17 de noviembre del 2005-: entre los muchos errores que hemos cometido todos, el más importante error era creer que alguien sabía de socialismo, o que alguien sabía de cómo se construye el socialismo”5. 

La rectificación

El concepto rectificación,con respecto a la construcción socialista en Cuba, se menciona por primera vez en el discurso que pronuncia el Comandante en el VII Período ordinario de sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular, el 28 de diciembre de 1984. También se encuentra esta voluntad de reflexión en las reuniones de Fidel con los principales dirigentes del gobierno en noviembre de 1984 y en la reunión del X Pleno del Comité Central del Partido en diciembre de ese mismo año

En las evaluaciones realizadas en el III Congreso del Partido que se desarrolló en La Habana del 4 al 7 de febrero de 1986, con una sesión diferida a finales de noviembre y los dos primeros días del mes de diciembre del mismo año, quedó públicamente establecida la necesidad y voluntad de rectificación6.

El diálogo autocrítico iniciado dentro del Partido Fidel lo profundizara con la nación. En esta dirección se considera fundamental su intervención realizada el 19 de abril de 19867.

Dada la tarea de renovación ideológica y política socialista que latía en la esencia contradictoria de los problemas detectados, el proceso de rectificación de errores y tendencias negativas fue asumido por Fidel como una revolución conceptual profunda y abarcadora que tuvo por centro la autocrítica y reflexión colectiva, y el reencuentro con los fundamentos más genuinos de la ideología revolucionaria cubana. Precisamente frente a las desviaciones economicistas y el deterioro de la conciencia revolucionaria, la rectificación condujo a reasumir el papel protagónico de la ideología martiana y socialista, relegada por la prevalencia de los falsos criterios sobre la eficiencia espontánea de los mecanismos económicos.

Al evaluar la situación creada, Fidel comprende la desvinculación que se estaba produciendo entre la divulgación y el estudio del marxismo, y la marcha objetiva de la realidad social: “hemos enseñado mucho marxismo, le hemos dado a mucha gente materialismo dialéctico, materialismo histórico… pero no hemos enseñado el deber número uno del revolucionario y el del socialismo y el deber número uno del ciudadano es trabajar y producir con seriedad, con responsabilidad con disciplina…creo sinceramente que ese es nuestro problema número uno, el mal contra el que tenemos que luchar8.

Fidel critica “la tontería de creer que se forma un revolucionario atosigándolo de consignas y de ideas revolucionarias”. Y en esta dirección planteó la necesidad de reevaluar el método y el contenido del trabajo político-ideológico. “Creo que ahí también – refiere – procede otro enfoque, procede una rectificación en que nosotros realmente, comprendamos cómo se forma una conciencia revolucionaria, en que los hechos tienen que acompañar a la teoría revolucionaria9.

Fidel con el propósito de enfrentar los fenómenos negativos situó el problema en el mundo concreto del hombre y la mujer: “Nosotros – precisaría – tenemos que apelar al honor y a la dignidad de nuestros compatriotas, de lo que han dado prueba tan elevada en la historia10.

La teoría revolucionaria

Para Fidel una de las debilidades existentes estaba en la débil producción teórica. Consideraba que a la teoría revolucionaria hay que darle “toda la importancia que tiene, no podemos admitir que se debilite lo más mínimo; eso es esencial para la Revolución”. Al mismo tiempo precisa la vía que considera más importante para desarrollar la teoría en el movimiento concreto y refiere el valor del ejemplo como “forma de aplicar la teoría…como forma de educar a las nuevas generaciones”. “No puede estar en contradicción lo que se hace con lo que se dice. El ejemplo crea virtudes, crea espíritu revolucionario”11.

La perestroika

Mientras Fidel la emprendía contra las debilidades del modelo soviético, en la URSS Mijail Gorbachov ganaba simpatías con una rectificación –perestroika- de matriz muy distinta. Llegué a Moscú ya con el antivirus de la rectificación fidelista en pleno 1986, y en esta mi última estancia en la URSS, pude constatar el amplio apoyo que entre la juventud y los trabajadores tenía Gorbachov, sentir que se extendía a la inmensa mayoría de nuestros compatriotas que por entonces estudiaban y trabajaban en el país soviético. Fueron meses de no pocas controversias.

Lo que viví en la URSS de 1996, no estuvo en desconexión con lo que ya ocurría en Cuba. Fue muy intensa en estos años la lucha ideológica al interior del campo revolucionario cubano. Entre no pocos revolucionarios, en particular los más cercanos a la solidaridad y generosidad del pueblo soviético, los formados en la URSS, los que más conocían y amaban el multinacional país, ganó simpatía el lenguaje demagógico de Gorbachov y la perestroika.

El26 julio 1988 Fidelcritica el proceso de rendición reformista que llevaba adelante Mijail Gorbachov en la URSS. El líder cubano rechazó de forma tajante la perestroika y la califica de “peligrosa” y opuesta a los “principios del socialismo”12.

Quien primero había visto la urgencia de la rectificación del modelo soviético y en consecuencia había emprendido la rectificación de sus secuelas en la economía y sobre todo en la ideología y la política de la Revolución Cubana, comprendía mejor que otros líderes del movimiento comunista internacional, la irresponsabilidad histórica y el aventurerismo del proceso que había iniciado Gorbachov en la URSS.

La dirección revolucionaria fidelista apreció en toda su magnitud, el proceso de involución histórica que se sucedía en los países del socialismo europeo y en la URSS, y sus repercusiones a escala internacional. Dentro del movimiento revolucionario internacional, en Europa y América Latina la deserción y el reacomodo socialdemócrata y liberal dividió y desarticuló a la mayoría de los Partidos Comunistas de orientación soviética.

Coincidió que la derecha y las más abyectas posiciones políticas reformistas estaban en el gobierno de la mayoría de los Estados. La administración estadounidense de Ronald Reagan13 se adjudicó por entonces todo el mérito de lo que ocurría en el mundo socialista europeo, y en la izquierda comunista a escala mundial. Sobredimensionó el imperio la eficacia de sus estrategias de presión militar, subversión económica y política, la labor realizada en el interior de los países socialistas y de la URSS por la CIA y otros servicios de la OTAN.

Todos los acontecimientos de derechización y claudicación a escala mundial y regional, crearon un clima de euforia y prepotencia imperialista muy peligrosa para Cuba.

En su labor como educador colectivo Fidel reiteró en sus discursos e intercambios con el pueblo la complejidad de la situación, explicó los valores del socialismo y del marxismo, y la eticidad y racionalidad histórica de su opción y defensa. Fidel transmitió orgullo de patriota internacionalista, nos hizo ver –y sobre todo sentir- la trascendencia de la resistencia cubana, para la nación, para el mundo.

En epílogo del discurso del 1 de enero de 1989, con motivo del XXX aniversario del triunfo de la Revolución, Fidel actualizó para el momento la consigna histórica de Patria o Muerte: «¡Socialismo o muerte!, ¡marxismo-leninismo o muerte!, que eso es lo que significa hoy lo que tantas veces hemos repetido a lo largo de estos años»14, reafirmó.

El 3 abril 1989, Mijaíl Gorbachov visitó Cuba y sostuvo conversaciones con Fidel. Quien ya impulsaba la contrarrevolución en la URSS, se mostró continuador de la amistad soviético-cubana, y ratificó públicamente el apoyo soviético a la Revolución. El Comandante en Jefe no deja dudas de la posición cubana cuando tres meses después de la visita de Gorbachov, el 26 de julio de ese año, predice la caída de la URSS y ratifica que aún en esas circunstancias en Cuba se mantendría la defensa del socialismo y del marxismo leninismo15.

Tiempo y circunstancias

Durante la rectificación la Revolución tuvo el momento histórico de mayor posibilidad para concretar la construcción de un modelo cubano de socialismo. Se acumulaba experiencia, base técnico material, cultura institucional, desarrollo científico educacional, una intensa renovación artístico-cultural, un Partido de la Revolución organizado y prestigioso, y un inmenso consenso nacional-popular.

Entre otros, un ambicioso programa agroalimentario quedó paralizado. Nunca estuvo Cuba tan cerca de crear las bases para su definitiva independencia alimentaria que en aquellos años finales de la década del ochenta16.

Pero la rectificación careció del tiempo que no le concedieron las circunstancias. A partir de 1988 se generalizó el colapso del mundo socialista europeo. En 1989 la URSS implosiona en multitud de conflictos17. Para el otoño del propio 1989 las fuerzas contrarrevolucionarias se hacen del poder en la mayoría de los países socialistas de Europa Oriental y Central.

Cuba perdió en días a todos sus socios estratégicos. Y de inmediato al bloqueo del imperio yanqui, se uniría el bloqueo de los contrarrevolucionarios llegados al poder en la Europa ex socialista. Mientras, lo que fue quedando de la URSS, entre conflictos, sabotajes y corruptelas, hizo prácticamente imposible la continuidad estable de los vínculos económicos.

Fidel para todos los tiempos

Finaliza el año 1989 con la operación patriótica Tributo con la que regresan a Cuba los restos mortales de los internacionalistas caídos en África. En el acto de despedida de duelo a los héroes del internacionalismo, Fidel critica el camino capitalista de la URSS en sus relaciones comerciales con Cuba, y reitera la consigna de Socialismo o Muerte!. En relación con los dramáticos acontecimientos que se sucedían en la otrora Europa socialista, nuestro Comandante en Jefe precisó para todos los tiempos:

“La destrucción sistemática de los valores del socialismo, el trabajo de zapa llevado a cabo por el imperialismo, unido a los errores cometidos, han acelerado el proceso de desestabilización de los países socialistas en Europa oriental […] A tal punto, que […] el imperialismo y las potencias capitalistas […] están persuadidos, no sin fundamento, de que a estas horas el campo socialista virtualmente ya no existe […]”

Y añadía Fidel, reiterando el valor de los principios:

“La revolución es […] un proceso en que se puede avanzar o retroceder, que, incluso, se puede frustrar. Pero un comunista, ante todo, tiene que ser valiente y revolucionario […] Las banderas de la revolución y el socialismo no se entregan sin combatir. Rendirse es de cobardes y de gente desmoralizada, no de comunistas ni de revolucionarios”18.

Notas:

1 Ver: Julio Le Riverend: Historia económica de Cuba, Instituto Cubano del Libro, La Habana, 1970; Oscar Pino Santos: La Ley de Reforma Agraria de 1959 y el fin de las oligarquías en Cuba, Temas, La Habana, no. 16-17: 42-60, octubre de 1998 – junio de 1999; José Acosta: Cuba: De la neocolonia a la construcción del socialismo, Economía y Desarrollo, La Habana, no. 20, noviembre de 1973; José Luis Rodríguez y otros: Cuba Revolución y economía 1959-1960, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1985.

2 Hubo intentos que resultaron fallidos, en gran medida por la alta dependencia de nuestra economía y la ausencia de voluntad política en una burguesía raquítica, y eminentemente vendida la capital extranjero. El ejemplo más concreto al respecto lo fue la celebración de la Conferencia para el Desarrollo de la Economía Nacional en 1948, dirigida por ciertos elementos de la burguesía no azucarera la cual fue incapaz de trazarse una política de cambio. Ver: Cecilio García Macuran: Estrategias y políticas económicas de la Revolución cubana de 1959-1964, IV Taller de Historia de la Revolución cubana (1959-2011), La Habana, 2011, (inédito).

3 Entre el 27 abril al 3 mayo de 1963, Fidel es invitado por las máximas autoridades soviéticas a visitar el país, hecho que contribuyó a sellar la rispidez en las relaciones luego de octubre de 1962. A partir de la visita se produce un relanzamiento de las relaciones bilaterales entre ambos países.

4 Fidel Castro Ruz: Informe Central presentado al III Congreso del Partido Comunista (1986). Disponible en: http://www.fidelcastro.cu/es/documentos/informe-central-presentado-al-iii-congreso-del-partido-comunista-1986

5 Fidel Castro Ruz: Discurso pronunciado por Fidel Castro Ruz, Presidente de la República de Cuba, en el acto por el aniversario 60 de su ingreso a la universidad, efectuado en el Aula Magna de la Universidad de La Habana, el 17 de noviembre de 2005. Discurso pronunciado por Fidel Castro Ruz, Presidente de la República de Cuba, en el acto por el aniversario 60 de su ingreso a la universidad, efectuado en el Aula Magna de la Universidad de La Habana, el 17 de noviembre de 2005. En: http://www.cuba.cu/gobierno/discursos/2005/esp/f171105e.html

6. Ver: Fidel Castro Ruz: Esta tiene que ser una guerra de todo el pueblo, Granma, La Habana, 4 de enero, 1985, p 10; Darío Machado Rodríguez: Nuestropropio camino. Análisis del proceso de rectificación en Cuba.La Habana: Editora Política.1993: 49–50; Edgar Romero Fernández: LaRectificación de errores en Cuba: Causas e impronta a los 60 años de la Revolución Cubana, Islas, Santa Clara, mayo-agosto, 2019, Vol. 61, No. 193, p 178-195. Disponible en: http://islas.uclv.edu.cu

7 Fidel Castro Ruz: Discurso pronunciado por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, en el acto central por el XXV Aniversario de la Victoria de Girón, efectuado en el teatro «Karl Marx», el 19 de abril de 1986, «Año del XXX Aniversario del Desembarco del Granma». Disponible en: http://www.cuba.cu/gobierno/discursos/1986/esp/f190486e.html

8 Fidel Castro Ruz: Por el camino… Ob. cit., p 36.

9 Fidel Castro Ruz: Por el camino …, Ob. cit.,p 139

10 Fidel Castro Ruz: Por el camino … Ob. cit., p14

11 Fidel Castro Ruz: Por el camino …, Ob. cit., p 138

12 Fidel Castro Ruz: Discurso pronunciado por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, en el Acto central por el XXXV aniversario del Asalto al Cuartel Moncada, efectuado en la plaza «Antonio Maceo», de Santiago de Cuba, el 26 de julio de 1988, «año 30 de la Revolución». Disponible en: http://www.cuba.cu/gobierno /discursos/ 1988/esp/f260788e.html.

13 Ronald Reagan asumió la presidencia de Estados Unidos, el 20 de enero de 1981-

14 Fidel Castro Ruz: Discurso pronunciado por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, en el acto solemne en Conmemoración del XXX Aniversario del Triunfo de la Revolución, en Santiago de Cuba, el 1ro de enero de 1989. Disponible en: http://www.cuba.cu/gobierno/discursos/1989/esp/f010189e.html

15 Fidel Castro Ruz: Discurso pronunciado por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros,en el acto conmemorativo por el XXXVI Aniversario del asalto al Cuartel Moncada, celebrado en la Plaza Mayor General «Ignacio Agramonte, Camagüey, el día 26 de julio de 1989. Disponible en: http://www.cuba.cu/gobierno/discursos/1989/esp/f260789e.html

16 Ver: Fidel Castro Ruz: “El desarrollo económico y social”. En: Fidel Castro Ruz: Informe Central. Tercer Congreso del Partido Comunista de Cuba, Editora Política, La Habana, 1986.

17 Se incrementa el movimiento antisocialista secesionista en Georgia, Lituania, Estonia y Letonia, Ucrania, Georgia, Moldavia y Armenia, y Rusia, crecen los movimientos sociales y políticos adversos al socialismo en todo el multinacional país.

18 Felipe de J. Pérez Cruz: Discurso pronunciado por Fidel Castro Ruz, Presidente de la República de Cuba, en el acto de despedida de duelo a nuestros internacionalistas caídos durante el cumplimiento de honrosas misiones militares y civiles, efectuado en el Cacahual, el 7 de diciembre de 1989, «Año 31 de la Revolución». Disponible en: http://www.cuba.cu/gobierno/discursos/1989/esp/f071289e.html

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