Acabo de leer que la Plataforma en Defensa de la Filosofía le ha propuesto a Podemos y al PSOE de Extremadura «la instauración de una materia dedicada a la Filosofía de la religión como alternativa a la materia de Religión en el Bachillerato». Esta Plataforma ya publicó una carta de la Red Española de Filosofía, […]
Acabo de leer que la Plataforma en Defensa de la Filosofía le ha propuesto a Podemos y al PSOE de Extremadura «la instauración de una materia dedicada a la Filosofía de la religión como alternativa a la materia de Religión en el Bachillerato».
Esta Plataforma ya publicó una carta de la Red Española de Filosofía, con fecha 23 de julio de 2012, dirigida al entonces ministro Wert, en la que pedía que, si no se eliminaba la asignatura de religión, se impartiera «Historia y Cultura de las Religiones como alternativa real (y no solo nominal como hasta ahora) a la opción confesional, y asignada preferentemente al departamento de Filosofía».
Ahora ―según la noticia― parecen dar un paso más, y proponen como alternativa una «Filosofía de la religión» porque «la reflexión racional en torno al hecho religioso es el mejor antídoto contra el fanatismo y la violencia fundamentalista que amenaza a Europa».
Este último argumento es cierto, pero, ¿para esa reflexión es necesaria toda una nueva asignatura que sobredimensione el «hecho religioso»?, ¿no basta su estudio ponderado, junto al de otros «hechos», en las asignaturas normales de Filosofía, Historia, etc.? Y ¿no es absurdo que se proponga como «alternativa» para quienes no cursen la asignatura de religión, si quienes más necesitan esa «reflexión racional» son precisamente los adoctrinados en la «opción confesional»?
Si en la propuesta de los «Cristianos socialistas» de imponer una asignatura obligatoria de «Hecho religioso» ―acordada con obispos y otros clérigos― hay un manifiesto deseo de mantener los puestos de trabajo de los catequistas actuales, es de temer que en esta acción de la Plataforma en Defensa de la Filosofía haya un afán de conquistar puestos para los suyos. La enseñanza de la Filosofía es esencial, sin ninguna duda, y hay que luchar con toda la energía por su mantenimiento o incluso, como propone el filósofo Andrés Carmona, su extensión a la ESO para estimular «el necesario pensamiento crítico que debe tener todo individuo autónomo». Pero, si la noticia es rigurosa, la propuesta de una «Filosofía de la religión» como alternativa a la Religión parece responder a un intento corporativo de pescar en río revuelto, aprovechando la infame existencia de la segunda para colar la primera.
Y lo parece porque hay que lamentar profundamente que ni la Plataforma en Defensa de la Filosofía ni la Red Española de Filosofía (otra cosa, afortunadamente, son algunos miembros concretos de esas organizaciones) se hayan opuesto nunca de una forma clara, inequívoca, al adoctrinamiento religioso en la escuela, ni siquiera en sus escritos de rechazo de la LOMCE. Si me equivoco, rectificaré con mucho gusto, pero lo más cercano que he encontrado en sus manifiestos y comunicados es esto: «Si se mantiene la alternativa religión/valores éticos (lo cual, en principio, no apoyamos)…» (Escrito de la Comisión de Enseñanza Secundaria de la REF dirigido a sus «Compañeras y compañeros de la REF»).
¿Qué es eso de que no apoyan en principio esa alternativa?, ¿apoyarían quizás «valores éticos» para todos aunque siga existiendo la asignatura confesional, con lo que ya no serían «alternativas»? Es de temer que sí, dada su indiferencia y condescendencia ante el abuso mental que constituye la instrucción religiosa.
¿Cómo pueden estas asociaciones de filósofos no oponerse al adoctrinamiento religioso en la escuela, y conformarse con aprovecharlo para introducir sus asignaturas?, ¿hay algo más antifilosófico que los currículos de religión católica, musulmana y evangélica ―más las que vengan― publicados en el BOE? Me temo que con sus propuestas incluso contribuyen a reforzar el estatus de la religión en la escuela.
Unos filósofos contemporizadores con el adoctrinamiento religioso infantil me parecen deplorables e indignos. Y lamento decirlo, pero si no me equivoco mucho (ojalá fuera así), la Plataforma en Defensa de la Filosofía y la Red Española de Filosofía lo vienen siendo, pues no sólo transigen con el adoctrinamiento, sino que se esfuerzan por aprovecharlo, y me hacen dudar de que el provecho que buscan sea el de todos los niños.
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