Recomiendo:
0

Vídeo de la represión

Gasteiz, 3 de marzo: la historia se repite 30 años despues

Fuentes: eutsi.org/Rebelión

El lunes día 20 de noviembre de este año, trigésimo primer aniversario de la muerte del dictador Franco, Andoni Txasko y Josu Ormaetxea tuvieron que comparecer ante el juez Del Olmo de la Audiencia Nacional española por una imputación de enaltecimiento del terrorismo. Esta imputación es el resultado del atestado que la Ertzantza realizó tras […]

El lunes día 20 de noviembre de este año, trigésimo primer aniversario de la muerte del dictador Franco, Andoni Txasko y Josu Ormaetxea tuvieron que comparecer ante el juez Del Olmo de la Audiencia Nacional española por una imputación de enaltecimiento del terrorismo. Esta imputación es el resultado del atestado que la Ertzantza realizó tras su actuación contra la trigésima manifestación anual que se desarrollaba el 3 de marzo en Gasteiz para denunciar la impunidad de la masacre producida a manos de la Policia Armada (más conocida por los grises), en esa fecha del año 1976, contra una asamblea obrera y popular que se intentaba realizar en la iglesia San Francisco de Gasteiz, donde se encontraban concentradas casi 5.000 personas.

Aquella masacre de 1976 acabó con la vida de cinco trabajadores, con casi un centenar de personas de heridas de bala y varios centenares de heridas de golpes, gases, caídas. Andoni y Josu son miembros de la Asociación de víctimas del 3 de marzo de 1976. Andoni es la cara y la voz de esta asociación y sufre una pérdida casi total de la visión debido a una paliza policial recibida al día siguiente de la masacre.

En la manifestación de este año, Andoni y Josu portaban una ikurriña, con crespón negro y las fotografías de los rostros de dos miembros de ETA que pocos días antes habían muerto en las cárceles españolas en circunstancias que aún hoy no han sido aclaradas. Después de más de diez minutos de recorrido de la manifestación en la que participaban más del millar de personas, varias dotaciones antidisturbios de la Ertzantza (policía del Gobierno autónomo de tres de las provincias vascas), detuvo la manifestación para arrebatar la ikurriña y las imágenes que portaban Andoni y Josu. Desde el primer momento la Ertzantza ya demostró que iban a por más que esos símbolos. En cuestión de pocos minutos ya se estaban empleando con brutalidad contra quienes portaban la pancarta de cabeza y contra todo lo que allí se movía. La peor parte se la llevaron Andoni y Josu que además de recibir una tremenda paliza fueron detenidos y trasladados a las dependencias policiales.

Ni Andoni ni Josu opusieron resistencia y pese a ello sufrieron una brutal detención. Andoni, que como ya hemos comentado apenas ve, tuvo que ser trasladado desde las dependencias policiales a un centro hospitalario para reconocerle médicamente y curar algunas de sus heridas.

Esta brutal acción policial se saldó con ocho personas heridas de cierta consideración por golpes de porra de la Ertzantza. Las personas amigas y familiares de Andoni y José fueron a la comisaría de la Ertzantza para interesarse por su estado fueron echadas del lugar y las cercanías con brutalidad y amenazas por agentes policiales uniformados.

En un primer momento la Ertzantza acusó a Andoni y Josu de desobediencia y atentado contra la autoridad pero más tarde se ha visto que el atestado policial les imputaba en un delito conocido como de enaltecimiento del terrorismo al portar retratos de dos presuntos militantes de ETA. Conviene señalar que la misma imagen que sirve de base para semejante imputación fue mostrada en decenas de manifestaciones celebradas días más tarde sin que interviniera la Ertzantza para disolverlas o detener a quienes las portaban. También esa misma imagen fue el soporte gráfico estático que utilizó la ETB 1 y 2 (canales de la televisión pública del gobierno de tres de las provincias vascas), sin que se impusiera ningún tipo de represión ni correctivo sobre sus responsables.

El consejero de Interior responsable de la Ertzantza ha repetido que esta actuación represiva fue necesaria para defender el derecho de expresión de quienes participaban en la manifestación y que quienes portaban la ikurriña con los símbolos de duelo manipularon los contenidos de la manifestación y la hipotecaron.

Convendría señalar que en cada uno de estos 30 años de exigencia de justicia por la masacre, consecuencias y contra la impunidad de sus circunstancias, siempre se han vinculado las reivindicaciones sociales, sindicales o políticas de cada momento, con los elementos permanentes de aquella denuncia.

Ahora se está a la espera de la decisión del juez Del Olmo sobre si continúa con la acusación de enaltecimiento del terrorismo o si por el contrario archiva el caso. También se tiene incertidumbre sobre si habrá otro proceso por desobediencia y atentado contra la autoridad.

Las argumentaciones de los gobernantes de entonces y de ahora son coincidentes: manipulación de las personas de buena voluntad por parte de gente malvada que las enfrenta al gobierno y a las buenas conductas y eso obliga a intervenir a las fuerzas policiales para impedirlo. Desde luego que no cabe otra conclusión que la de que la historia se repite y que los acontecimientos represivos de este año explican mejor porqué se ha mantenido la impunidad de quienes cometieron la masacre del 3 de marzo de 1976 hasta nuestros días y como la represión de este año además de recorrer el mismo camino de injusticia, de abuso, de prepotencia, puede acabar en la misma impunidad de hace 30 años.


Ver vídeo: 3 de marzo, Gasteiz (por Markiniztarra)