Con el sonido de fondo de bombos, pitos y consignas gritadas a través de megáfonos, miles de personas agrupadas en la Comisión Nacional en Defensa del Agua y la Vida (Conaguavida) marcharon ayer por las calles de Lima con dirección al Congreso para rechazar el anteproyecto de ley aprobado por la Comisión Agraria en ese […]
Con el sonido de fondo de bombos, pitos y consignas gritadas a través de megáfonos, miles de personas agrupadas en la Comisión Nacional en Defensa del Agua y la Vida (Conaguavida) marcharon ayer por las calles de Lima con dirección al Congreso para rechazar el anteproyecto de ley aprobado por la Comisión Agraria en ese poder del Estado y contra la privatización del servicio de agua.
La movilización no solo se realizó en la capital, sino que de manera coordinada se efectuaron marchas en 23 regiones del país. Todas tenían una plataforma común que podría resumirse en: la no privatización de Sedapal y el logro de consensos a nivel local, regional y nacional para una gestión pública respetuosa de los derechos de la población.
Lima en movimiento
Desde muy temprano, los diversos grupos que participarían en la marcha se concentraron en la Plaza Dos de Mayo, frente al local de la CGTP. Pero en esta marcha no solo participaban bases de esta central sindical, sino que también estaban otras centrales como la CTP, la CUT, la FENTAPP y bases de la Coordinadora Nacional de Comunidades Afectadas por la Minería (Conacami) , una de las principales impulsoras de esta gran movilización.
Cerca de las 11:30 de la mañana, unas dos mil personas iniciaron su marcha. A los gritos de «¡El agua no se vende, el agua se defiende!», entre otras consignas, avanzaron por la Colmena , pasaron por Palacio de Justicia e ingresaron al centro por la avenida Abancay para llegar al Congreso.
Aquí un grupo de dirigentes se entrevistó con el vicepresidente del Legislativo, Natale Amprimo, a quien le entregaron su petitorio. Pidieron que ese poder del Estado respalde la implementación de una política nacional del agua en forma concertada, técnica y participativa con todos los usuarios; así como plantear una reforma constitucional para considerar el agua un derecho de dominio público y de interés social.
Por la tarde, un grupo de dirigentes se entrevistó también con el presidente encargado David Waisman, quien se pronunció a favor de la no privatización de Sedapal y se mostró inclinado a actuar con cautela en el tema de la privatización del agua. Sobre el anteproyecto de la ley de aguas dijo que «no se puede legislar a espaldas de la población».
En provincias
Marchas similares también se realizaron en otras 23 regiones del país con la participación de organizaciones, gremios y bases sindicales. En Huancayo, por ejemplo, marcharon cientos de pobladores de asentamientos y distritos de esta ciudad. Muchos expresaron su rechazo al alcalde Pío Barrios Ipenza, por considerar que quiere dar en concesión los servicios de agua.
En Chiclayo, los cerca de 500 trabajadores de la Entidad Prestadora de Servicios de Saneamiento de Lambayeque (Epsel) paralizaron sus labores por 24 horas contra la privatización de los servicios de agua potable y alcantarillado, temor que se acrecienta porque la empresa fue declarada en emergencia por el directorio.
En Piura, una nutrida manifestación protestó frente a la municipalidad provincial.
Raúl Mendoza
La Republica.Perú
http://www.larepublica.com.pe