Mejor imposible, tan necesario como el aire que respiramos y la justicia que anhelamos desde hace décadas y décadas. Desde siempre. Tomo pie en la información que facilita Público [1]. La Coordinadora Estatal Aqua (CeAQUA) convocó el pasado miércoles en Buenos Aires «una comitiva en apoyo a la querella argentina interpuesta por las víctimas del […]
Mejor imposible, tan necesario como el aire que respiramos y la justicia que anhelamos desde hace décadas y décadas. Desde siempre.
Tomo pie en la información que facilita Público [1]. La Coordinadora Estatal Aqua (CeAQUA) convocó el pasado miércoles en Buenos Aires «una comitiva en apoyo a la querella argentina interpuesta por las víctimas del franquismo». El lema de la convocatoria: «Madrid, capital olímpica de la impunidad». Excelente, magnífico. Gracias amigos.
La asociación aprovechó la visita a la ciudad de la alcaldesa de derecha extrema de la capital madrileña, doña Ana Botella, «para hacerse oír en su lucha contra los crímenes cometidos en España por la dictadura franquista» (y durante la criminal guerra que el fascismo nacional e internacional diseñó y llegó a término contra las ciudadanías populares españolas). Con tenacidad, sin desfallecer nunca. No es fácil. Gracias compañeras.
La coordinadora, ante la visita de apoyo de las «autoridades» españolas para apoyar la candidatura olímpica de Madrid (más construcción, más comisiones, más explotación, más burbuja, más redes de privilegiados) decidió poner voz (crítica y rebelde) a la querella argentina contra los crímenes franquistas, «pocos días después de que el Congreso del país [¡el primer Congreso democrático del mundo si no ando errado!] firmara su condena a «la impunidad» de los crímenes franquistas mediante una carta firmada por su presidente, Julián Domínguez, el presidente de la Comisión de Derechos Humanos de esa cámara, Romero Carlotto, y otros ocho diputados de diferentes formaciones políticas». ¡Para sacarse el sombrero!. Gracias, señores diputadas y diputados, gracias.
Los parlamentarios argentinos expresaron, además, su solidaridad con las víctimas: «apoyando el proceso judicial abierto en nuestro país para investigar los crímenes, promoviendo de esta forma la memoria, la verdad y la justicia». País, lo sabemos bien, remite a Argentina, no a nuestro país. Tarea imposible, tarea sobrehumana. Gracias Argentina.
El 14 de abril de 2010, ¡precisamente el 14 de abril!, «asociaciones por la Memoria Histórica interpusieron dicha querella ante la justicia argentina para investigar los crímenes del franquismo». El proceso sigue abierto; el Gobierno español, por supuesto, son herederos de toda aquella infamia, lo ha obstaculizado en diversas ocasiones. Como se recuerda, «la querella se interpuso ante la imposibilidad de abrir una causa en España». Una vez más: gracias compañeros.
Y no sólo eso. La asociación ha creado un callejero alternativo de Madrid «en el que se recogen los nombres de las calles de la capital dedicadas a personas, lugares o hechos relacionados con el franquismo, realizado por el historiador Antonio Ortiz Mateos». Algunos de los nombres: Agustín [o Agusti] de Foxá, coautor del himno de la Falange Española, del «Cara al Sol», o Juan Pérez Almeida, un falangista fallecido en Salamanca. De nuevo gracias. ¿Por qué no extender la iniciativa a otras ciudades de Sefarad? Podríamos empezar por Barcelona.
Hay más. Los querellantes de la causa preparan una concentración el próximo sábado, 7 de septiembre. Es el día en el que los miembros del COI decidirán cuál de las tres ciudades candidatas será la nueva sede de las Olimpiadas. Por si tuvieran alguna idea, los miembros del COI podrían recordar la figura de su antiguo presidente, el franquista hasta el final de sus días, Juan Antonio o Joan Antoni Samaranch (¡el consistorio de Barcelona -con mayoría CiU y apoyo del PP- quiere dedicarle una calle)!.
Carlos Slepoy es uno de los abogados que apoyan la causa de las víctimas del franquismo, nuestra causa, la causa de todos nosotros, de toda la Humanidad democrática. No para, no cesa ni un momento. Gracias también compañero.
Brecht lo dijo hace algunos años: hay compañeros y compañeras, lo sabemos todos, lo experimentamos todos, que son imprescindibles. Sal (enrojecida) de la tierra.
Nota:
Salvador López Arnal es miembro del Front Cívic Somos Mayoría y del CEMS (Centre d’Estudis sobre els Movimients Socials de la Universitat Pompeu Fabra, director Jordi Mir Garcia)
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