Cualquiera que tenga el poder de hacerte creer idioteces, tiene el poder de hacerte cometer injusticias. Voltaire (…) Mientras tanto, mientras tanto, ¡ay!, mientras tanto, los negros que sacan las escupideras, los muchachos que tiemblan bajo el terror pálido de los directores, las mujeres ahogadas en aceites minerales, la muchedumbre de martillo, de violín […]
Cualquiera que tenga el poder de hacerte creer idioteces, tiene el poder de hacerte cometer injusticias.
Voltaire
(…) Mientras tanto, mientras tanto, ¡ay!, mientras tanto,
los negros que sacan las escupideras,
los muchachos que tiemblan bajo el terror pálido de los directores,
las mujeres ahogadas en aceites minerales,
la muchedumbre de martillo, de violín o de nube,
ha de gritar aunque le estrellen los sesos en el muro,
ha de gritar frente a las cúpulas,
ha de gritar loca de fuego,
ha de gritar loca de nieve,
ha de gritar con la cabeza llena de excremento,
ha de gritar como todas las noches juntas,
ha de gritar con voz tan desgarrada
hasta que las ciudades tiemblen como niñas
y rompan las prisiones de aceite y la música,
porque queremos el pan nuestro de cada día,
flor de aliso y perenne ternura desgranada,
porque queremos que se cumpla la voluntad de la Tierra
que da sus frutos para todos.
Federico García Lorca (1930)
Cuando leí el Romancero Gitano [Barcelona, Ateneu Enciclopèdic Popular, 6 de octubre de 1935, con altavoces en las calles, las entradas para entrar agotadas] se puso en pie todo el teatro gritando: ¡Viva el poeta del pueblo!»
Federico García Lorca (1935)
La visión de Cataluña como un pueblo superior y por eso mismo perseguido con saña ha calado a fondo estos últimos tiempos. Aparece en el artículo de Mas, que califica la sociedad catalana de «racional, productiva, libre, justa» (a diferencia, hay que sobrentender, del resto de España), o en la declaración de soberanía del Parlament, donde leemos que ya en el siglo XIII Cataluña defendía «la igualdad de oportunidades» (un portento: socialdemocracia en pleno feudalismo), y la remachan día a día innumerables columnistas con un mensaje simple y eficaz: nosotros somos dignos, valientes, pacíficos, demócratas, «estamos dando una lección al mundo»…; ellos (España, toda en el mismo saco) son autoritarios, cínicos, ladrones: «nos roban», «nos maltratan», «nos humillan», «no nos quieren», «solo quieren nuestro dinero»… Se divulga una versión de la Historia según la cual los catalanes nunca participaron, salvo como víctimas, en nada reprobable: guerras, franquismo, discriminación, explotación económica del prójimo…; no hubo ni hay otra cosa que «España contra Cataluña».
Laura Freixas (2015)
El propósito social de los medios es inculcar y defender el orden del día económico, social y político de los grupos privilegiados que dominan el Estado y la sociedad […] definiendo los temas que son relevantes para el poder establecido, no permitiendo al público ejercer un control significativo sobre el proceso político, [con] selección de temas, distribución de intereses, articulación de cuestiones, filtrado de información, énfasis y tono, así como manteniendo el debate dentro de los límites de las premisas aceptables.
Noam Chomsky y Edward Herman (1988)
En el momento en que escribo esta nota sé que han detenido a nueve activistas en Barcelona y Manresa. Se les acusa de pertenencia a «organización criminal con finalidad terrorista». El juez ha decretado secreto de sumario. El viernes prestarán declaración. No tengo más información al respecto.
Por si fuera necesario (sin serlo), como una especie de declaración de principios y deseos esperanzados exigible en estos tiempos de confusión y travestismo:
Sería una estafa, una inmensa estafa (que debemos combatir) que el «bipartidismo trinitario», actualmente existente (con sus prolongaciones nacionalistas a veces no sumadas en Cataluña y el País Vasco) nos dieran otra vez (como en los años de la ya no Inmaculada Transición-traición) gato sumiso por liebre (que te quiero libre) y sus nuevos-viejos planes restauradores borbónicos-neoliberales triunfasen de nuevo.
Lo dicho, una inconmensurable estafa y manipulación que debemos impedir sea como sea. Fue una esperanza, sigue siendo una esperanza por supuesto, que las fuerzas de izquierda transformadora (se digan como se quieran decir, las llamemos como queramos), incorporando al colectivo claro está las nuevas fichas surgidas en el tablero de la resistencia (sin olvidar las nuevas coaliciones o grupos municipalistas), planten cara, con la máxima aspiración, con realismo utópico, para conseguir que las palabras que acompañen a este «cambio» -que tanto puede parecerse al de 1982 o al de fechas anteriores- sean reformas reales, de dignidad, de defensa de los (y, sobre todo, las) más vulnerables y de las numerosas conquistas (que habrá que reconquistar) obreras y populares.
En síntesis: la victoria de las fuerzas de esta nueva-vieja, y nada inmaculada, Santísima Trinidad representaría una enorme estafa para todos nosotros. Otra derrota histórica. El éxito de las fuerzas de izquierda, de todos ellas, sin excepciones, permitiría nuevos avances y, sobre todo, romper en mil pedazos los planes de restauración y hegemonía de las peores aristas del sistema, del Régimen borbónico-neoliberal.
Dicho lo cual me traslado a Cataluña, una pieza muy importante en el tablero de fuerzas que, en mi opinión, puede afectar decisivamente -y no en sentido positivo- a esos numerosos colectivos de resistencia que apuestan por reformas reales.
La gran estafa de la política del gobierno (masista-pujolista y neoliberal) de los mejores (existen palabras más ajustadas para designarlos) queda resumida -sin que pueda corroborar uno por uno todos los nudos señalados- en la siguiente nota (no apta para almas sensible) que toma pie en esta información: http://www.lavanguardia.com/mobi/local/barcelona/20151028/54437499837/jefe-cirugia-vall-d-hebron-atribuye-muertes-recortes.html
Manuel Galiñanes [MG] es el responsable del servicio de cirugía cardiovascular del hospital Vall d’Hebron de Barcelona, uno de los hospitales más importantes de una ciudad que ya no quiere ser nunca más la millor botiga del món. MG atribuye la muerte de dos pacientes durante agosto de 2015 «a los recortes aplicados en el centro sanitario en el verano». Así lo va a denunciado ante el Síndic de Greuges de Cataluña y el ICS. MG considera, lo mismo que una gran parte de la ciudadanía crítica, que las directrices políticas emanadas del gobierno Mas-Boi Ruiz de CDC (la fuerza que nos promete el oro y lo que sea en el nuevo Estado catalán de besos, abrazos y bienestar social -¡qué risa doña Felisa, quina cara, senyora Marta!) «buscan perjudicar la sanidad pública en favor de la privada».
MG fue nombrado responsable del servicio en abril de 2010. «Provenía de hospitales del Reino Unido, Estados Unidos y Canadá, donde ejerció durante 23 años». Conoce bien los sistemas sanitarios de estos países y de otras naciones, «y defiende que la sanidad pública española, y dentro de ella principalmente la catalana, se cuenta entre las mejores del mundo». Se encontraba tal vez. Se lamenta ahora, con razón razones. de las políticas que se están aplicando.
Va a denunciar lo ocurrido este verano. A lo largo del resto del año, «se llevaban a cabo quince intervenciones quirúrgicas semanales» en su servicio. En julio y agosto, las directrices cambiaron y tan sólo se programaban dos o tres semanales (la realidad obligó a que en ocasiones se hicieran cuatro). La disminución, impuesta, conllevó consecuencias dramáticas. En agosto de este año, «dos de los pacientes, calificados de enfermos urgentes, fallecieron sin llegar a ser intervenidos».
El primero murió el día 1 de agosto, «cuatro días después de que tuviera que ser operado y esperando en el hospital, ingresado». En el segundo, se trataba de una persona «que ya tenía programada la entrada en quirófano en dos ocasiones». La última se anuló el 8 de julio: el día en que tenía que pasar por las manos de los cirujanos tuvo fiebre. Le enviaron a casa. Se cambió el protocolo porque tienen prioridad quienes ya están ingresados. «Dicho llanamente, le pusieron a la cola y cuando avisaron a la familia de que había nueva fecha, conocieron que había fallecido». En su domicilio, el 23 de agosto de 2015, 125 días después de la primera fecha concertada para la operación.
El problema de las camas demanda una explicación. El servicio dispone de 27 «más otras ocho para cuidados postoperatorios, que se mantienen operativas durante el verano, pero ya no de forma exclusiva». Se derivan pacientes de otros departamentos que sí se cierran parcialmente en verano. Por esto estaban ocupadas «y no se pudo llamar al enfermo que estaba en casa».
La unidad cuenta con dos quirófanos. Antes eran exclusivos y ahora también se usan para otras cirugías menores. Otra cuestión «es el número de cirujanos con que cuenta el servicio»; contando también a MG son ocho en total. En enero de 2014, 260 enfermos estaban en la lista de espera para ser intervenidos. «Para rebajarla se contrató a dos especialistas más y se operaba mañana y tarde, llegándose en abril de esta años a un descenso de la lista, que se colocó en 80». En julio pasado se despidió a los dos cirujanos contratados; unido a las restricciones estivales, hizo que la lista de espera supere otra vez los cien nombres.
Se adquirieron además dos máquinas para diagnosis, tratamiento y para operar con más precisión. «La primera es un fluoroscopio, comprado a principios de años y que no se ha estrenado». La otra es un ecocardiógrafo 3D, Se ha transferido a otro departamento.
MG protestó por la situación en septiembre de 2015 a la Conselleria y al ICS. Sin resultado. Eran muy otras las preocupaciones. La denuncia ante el Síndic de Greuges -y de nuevo al ICS- señala que «los recortes estacionales están teniendo consecuencias dramáticas para sus pacientes».
La dirección del hospital y el resto de cirugía cardiaca han desmentido de «manera rotunda» las crítica sde Galiñanes. Las muertes, aseguran, no tienen nada que ver con los recortes (que existen desde luego). En el segundo caso señalado, la dirección del Vall d’Hebron sí ha reconocido que al paciente se le retrasó varias veces la intervención pero no entraron en detalles «apelando a la confidencialidad de su profesión». Aseguran, en todo caso, que la decisión de posponer la operación se tomó según criterios clínicos.
Pudo ser así… o tal vez no. Ha habido otros casos en estos últimos años. No es la primera que escuchamos este tipo de críticas.
Lo que hay, eso sí, es la política neoliberal con pocas entrañas, vendida como muestra y ejemplo de modernidad, eficacia y excelente gestión, política que tiene nombre y apellidos: Artur Mas, Boi Ruiz, Andreu Mas-Colell y restantes acompañantes, los grandes actores de «Junts pel sí». Para ellos, lo han declarado explícitamente en lecciones inaugurales y en otros encuentros, todo lo público debe disolverse en al aire. ¡Todo! ¡Fuera, a la cunetta, al archivo de lo inservible! ¡Lo privado es más bonito, más rentable y mucho más moderno! ¡La hermosa Cataluña del futuro se levanta exquisita y majestuosa ante nuestros ojos!
El ejemplo ilustra lo que se pretende señalar. La estafa económico-social, la agresión al bienestar de los sectores más vulnerables de la sociedad catalana, no tiene parangón. Inconmensurable diría seguramente Thomas S. Kuhn. Está fijada en los memes y finalidades de los gobiernos de Artur Mas y los privilegiados sectores que tal eficazmente representan. Digan lo que digan, cuenten el cuento que quieran contarnos.
Pero hay más estafas que no debemos olvidar.
Es una estafa, un gran estada que nos debería causar una gran vergüenza a todos que la esperanza de vida en el Raval barcelonés, uno de los barrios más pobres de la ciudad de los prodigios, sea seis años menor que en Pedralbes, el barrio alto, el barrio barcelonés de los ricachones.
Es una estafa que el molt ex honorable no sea tratado como lo que es, el jefe de una familia que ha devastado el país durante tres décadas o más.
Es una estafa que el president en funciones, el gran amigo íntimo, al decir de éste, de Jordi Pujol Ferrusola, no sea pensado como lo que él mismo ha reconocido ser: el hijo político del gran manipulador y defraudador.
Es una estafa que el president en funciones siga usando la palabra president para referirse a su maestro político, el ex banquero y gran embaucador.
Es una estafa que padre e hijo políticos se reunieran justo antes de la operación policial del pasado 23 de octubre. No ha sido la única vez por supuesto.
Es una estafa que la derrota plebiscitaria del pasado 27S, reconocida como tal por Antonio Baños la noche de aquel domingo donde apenas nadie recordó los luchadores asesinados 40 años atrás, sea ahora transformada en un SÍ mayoritario a la opción secesionista.
Es una estafa que la promesa (en el decir de David Fernández con acento abierto) del 55% de los votos como condición necesaria para iniciar cualquier proceso institucional independentista, sea olvidada en el nuevo texto propagandístico de Junts y CUP que será votado en breve en un Parlament catalán, presidido éste por una de las políticas profesionales más sectarias e intransigentes del mundo independentista catalán.
Es una estafa político-social, sin apenas comparación posible, que un grupo supuestamente trasgresor e independentista como las CUP vayan casi siempre (no digo siempre), cogidos de la mano con una de las representaciones más ajustadas de la UE actual, la UE duramente neoliberal y antihumanista en la que nos encontramos inmersos.
También es una estafa que se manipule la figura del president Companys, asesinado por el fascismo español, no por España (como tantos otros activistas republicanos, comunistas, socialistas y anarquistas), presentándolo como un sececionista antiespañol. ¿Hay alguna duda, como ha recordado el profesor Vicenç Navarro, que el Ejército sublevado, una parte del Ejército republicano, fue el enemigo número 1 de España, de la II República, de la República todos los pueblos hispánicos, incluyendo el catalán o el vasco por ejemplo? ¿Es necesario recordar aquel «Madrileños, ¡Catalunya os ama!» del president asesinado?
No me gusta, es también una estafa, vivir en un país en el que más que falazmente se identifiquen y confundan dos figuras políticas radicalmente opuestas: Lluís Companys y Artur Mas.
Es una estafa que las actuaciones contra corrupción generalizada en una gran parte de las instituciones catalanas, a la vanguardia de la cual se encuentra sin ningún atisbo para ninguna duda razonable CDC, sean o intenten ser presentadas como ataques de España o del Estado español, dependiendo del momento y el lugar de intervención.
Es una estafa que el gran proyecto económico del gobierno neoliberal de los «mejores» haya sido, siga siendo, BCN World y sus tres grandes casinos.
Es una estafa que sepamos que una vivienda digna mejora la salud mental de niños pobres en 30 puntos y condenemos a vivir en viviendas indignas (la situación puede ser peor incluso) a miles y miles de familias, a centenares de miles de conciudadanos.
Es otra estafa político-científica que el Colegio Oficial de Médicos de Barcelona haya apoyado la reforma del ICS de Boi Ruiz, el nuevo modelo de gestión de la atención primaria en el que los y las médicos verán fiscalizado su trabajo para alcanzar objetivos económicos.
Es una estafa que los asesores de Mas propugnen abrir los hospitales públicos a la sanidad privada (como de hecho está ocurriendo ya en algunos grandes hospitales).
Es una estafa que el 11% de las guarderías privadas legales de Barcelona carezca de licencia municipal.
Es una vergüenza que CDC cobrara un 3% por una obra en Santa Cugat que no se ejecutó. Lo mismo exactamente que las ilegalidades que competencia ha destapado en la gran adjudicación del servicio de rehabilitación de la sanidad pública convocado por la Generalitat en 2012.
Es una estafa política la ofensiva de Mas para defender el «éxito» de su -nunca mejor usado el posesivo- plebiscito.
Es una estafa que dos sindicalistas sean condenados a 13 meses de cárcel por haber quemado papeles, sin daño alguno en ningún ciudadano, ante la Bolsa de Barcelona.
Es una estafa que más de dos mil niños sigan sin beca comedor en el Baix Llobregat.
Es una estafa que la palabra España siga casi prohibida en Cataluña excepto cuando se habla de la explotación y opresión sufrida por Cataluña a lo largo de más de 300 años.
Es una estafa político-intelectual que una gran parte de la izquierda siga usando la expresión «Estado español» para hablar de situaciones, luchas y vindicaciones que no son precisamente del Estado español sino de gentes, de gentes resistentes, que viven en otros territorios de eso que podemos llamar España sin ser tachados de fachas o reaccionarios.
Y así siguiendo. La propuesta de resolución independentista es otro ejemplo. Pero de ella, la semana próxima, como decían los maestros del Hermano Lobo.
Hay, eso sí, otro tipo de estafas que, por supuesto, no son comparables, pero que en algunos casos pueden hacer incluso más daño. Algunos ejemplos:
Es una estafa político-intelectual (repito: estomas en otro orden de cosas) que un historiador de la talla de Borja de Riquer nos brinde una reflexión de interés (en un artículo que no siempre está a esa altura) como la siguiente
[…] Ahora bien, la tesis del colega colombiano coincide bastante con alguna de las reflexiones que yo mismo me he hecho últimamente. Hoy no hay ninguna duda que en el Estado español predomina un modelo político-económico claramente construido a partir de la centralidad de Madrid. Lo dije en un artículo en La Vanguardia en mayo del 2014, titulado «Madrid es el problema». Allí me refería a la gran concentración de decisiones políticas, económicas y financieras que hay hoy en la capital y al predominio de una nueva oligarquía madrileña integrada por altos funcionarios de la administración central, por dirigentes y ex dirigentes de los dos partidos de turno, y por directivos de grandes compañías, multinacionales y bancos. Es el más importante núcleo de poder que hay en España y en él predomina una ideología corporativa construida a partir de una amplia red de complicidades, influencias y favores políticos y económicos que se simbolizado como «el palco del Bernabeu». Esta hegemonía, con la complicidad de una parte de las élites catalanas, depende de la pervivencia de este modelo de centralización de los poderes [la cursiva de las élites es mía]
Reflexión de interés, decía, sin que aproveche la ocasión para hacer una breve repaso de otros palcos, de otras ideologías corporativas, de otras redes de poder y de complicidades que no están ubicadas precisamente en Madrid. Un ejemplo entre mil: la magistrada del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña Núria Bassols (exculpó a un disputado de CiU por el 20%). Sigan su pista, les llevará al empresario Josep Maria Bassols, detenido el pasado 21 de octubre durante la operación Petrum.
Más ejemplos.
Como todos nos llenamos a veces la boca con el lema-consigna de nuevas formas de hacer política, convendría incluir aquí la posibilidad de la devolución de voto en caso de flagrante incumplimiento de los compromisos electorales o de la cosmovisión explicada y supuestamente defendida. Es mi caso.
Pido con urgencia, y con alguna irritación, la devolución de mi voto. No había nada en el programa de «Catalunya sí que es pot» que permitiera sumarse a los votos que han hacho presidenta del Parlament de Cataluña a una independentista más que intransigente. Nada se dijo durante la campaña que explique o «justifique» los cinco votos a favor en la votación del pasado lunes 26 de octubre. Nada de nada. El primer acto político de la «coalición» es una estafa que no debería ser olvidada por sus electores (el que suscribe entre ellos). El significado profundo de este acto diseñado con nocturnidad y alevosía (nada se supo, nada se dijo, hasta el momento de la votación), digan lo que digan sus portavoces, es tan claro como el agua clara. ¿Son los cinco votos la condición exigida por Junts pel sí para formar parte de la mesa del Parlament? ¿Se ha vendido el programa electoral no independentista por ese plato de lentejas? ¿Se trata de esa «conquista de poder» envuelta, para la ocasión e intento de justificación, con falsos argumentos sobre la necesidad de que «las instituciones funcionen? ¿Cuáles son los nombres de los cinco diputados que votaron a favor?
Por cierto: ¿y qué pasará cuando se plantee, si es el caso, la investidura de Mas? ¿Habrá cambio de voto de última hora? ¿Algunos diputados o diputadas de CSQES, dos por ejemplo, se pondrán enfermos ese día con fuerte dolor de cabeza?
Para balancear un poco. La política de los deseos:
Me gusta que Jordan Seiler critique lo que es de toda evidencia: el bombardeo de publicidad que los ciudadanos recibimos en el espacio público. Por ejemplo, en las paradas de los autobuses públicos o en el metro de Barcelona.
Es una acto que honra a la ciudad que Neus Català haya sido homenajeada en su 100 aniversario. ¡Felicitats companya i mestra Neus!
No es una estafa, es lo contrario a eso, que Ada Colau y Barcelona en comú llevan al fiscal adjudicaciones a una firma de otro miembro de la «familia» modélica, Pere Pujol Ferrusola.
Me gusta vivir en una ciudad donde se recupere la memoria de los barrios de barracas, de sus ciudadanos, de los habitantes del mayor asentamiento de chabolas que hubo en Barcelona y también la de otros asentamientos, algunos muy cercanos al barrio donde vivían mis padres, dos trabajadores oscenses muertos prematuramente por agotamiento, cansancio y explotación desmedida.
Es un honor y una necesidad que ayuntamientos del área de Barcelona recuperen, que sigan recuperando, servicios que habían privatizados.
Me gusta vivir en una ciudad donde se recuerde (como así se hará el próximo 7 de noviembre) la tradición y la herencia republicanas, donde Manuel Azaña (más allá de las críticas que sin duda merecen algunas de sus decisiones y actuaciones) sea respetado y recordado como algo propio.
No me gusta vivir en una ciudad en la que una de sus grandes empresas -la multinacional Barça- prosiga sus acuerdos con el emirato xenófobo de Qatar y en la que una de sus grandes corporaciones comerciales, se vincule a un fondo manejado por el ex primer ministro de Catar, el jeque Hamad bin Jassim bin Abr Al Thani -una fortuna tres veces mayor que la de reina de Inglaterra- que desembolsará mil millones de euros en una emisión de bonos de El Corte Inglés.
Me gusta, en cambio, que -por el momento- unos veinte ayuntamientos catalanes se hayan sumado a un manifiesto que propone avanzar hacia la constitución de una red de municipios por la economía social y solidaria. Socia y solidaria, no por la llamada emprendeduría. Esos veinte municipios representan a más del 40% de la población total. El proceso está abierto y se prevé que pueda haber nuevas incorporaciones. Nace así la primera red de municipios por la economía social y solidaria. El ayuntamiento barcelonés ha dado un primer paso hacia su constitución y rápidamente se han sumado otros grandes municipios del entorno: Badalona, Sabadell y Santa Coloma de Gramenet. Han sido representantes de estos cuatro consistorios los encargados de explicar el nacimiento de la red en el encuentro internacional de municipalismo y economía solidaria. ¡Viva esta economía que no es la CIA!
No me gusta vivir en una sociedad en la que se transforme y revise la guerra fascista contra la II República de todos los pueblos de España en una guerra de España contra Cataluña como así se hizo en una película exhibida recientemente en la televisión pública catalana, TV3,manipulada hasta la náusea por CDC y sus fuerzas afines.
Me gusta vivir en un país que recuerde que Companys consideraba a los andaluces republicanos como hermanos, subrayando que el amor por la libertad del pueblo de Catalunya iba acompañado por el compromiso por la libertad de todos los pueblos de España, con los cuales se sentía hermanado, terminando con un «¡Viva Andalucía y Viva la República!», a lo cual la multitud respondió «¡Viva Catalunya!»
Desearía vivir en un país que no mitificara su historia ni arrojara toneladas de deformación permanente sobre pueblos hermanos y próximos.
Fue un acto de dignidad y de emoción escuchar -¡incluso cantar en mi caso!- a cantantes-trabajadores del coro, a músicos y trabajadores del cuerpo técnico del Liceo barcelonés entonar el «Va pensiero» del Nabucco verdiano. Las Ramblas, todas ellas, enmudecieron… recordando de paso al maestro Riccardo Muti. ¡Se ha convocado huelga en noviembre! ¡Sé que Mozart y Hadyn les apoyan! ¡Adelante con ella!
Complementos.
1. Otra gran estafa: EL ICAM NOS CONDENA A LA INDIGENCIA
Si vives en Catalunya y no has tenido aún problemas con el ICAM (Insitut Català d’Avaluaciones Mèdiques), tienes suerte. La gente que tiene problemas de salud y pasan por el ICAM para sus bajas, incapacidades, etc, gran parte, tiene problemas. Se ha demostrado que el ICAM da altas injustificadas, que retira Incapacidades Permanentes (IP) sin que la persona haya mejorado… O sea, que el ICAM condena a la indigencia a miles de catalanes enfermos que, aunque hayan cotizado, se quedan sin ingresos. Demasiado enfermos para trabajar y se quedan sin poder pagar su alquiler, electricidad, gas, agua, comida…. Este otoño estamos aumentando nuestras protestas contra el ICAM y necesitamos tu ayuda. No esperes a estar enfermx y tener problemas con el ICAM! No esperes a que un familiar tuyo tenga problemas con el ICAM! Ven a las concentraciones que estamos organizando.
CONCENTRACIONES: TODOS LOS LUNES A LAS 19 HORA COMENZANDO EL 2 DE NOVIEMBRE
Vídeo de SICOM en el que se explica cómo «funciona» el ICAM (7 minutos)
https://www.youtube.com/watch?
2. Un amigo economista -Fernando G Jaén- me ha facilitado el siguiente razonamiento: «Si Colón, Cervantes y Santa Teresa son catalanes, como defienden historiadores de Cataluña, y los españoles los sienten como suyos, encumbrándolos, entonces, los catalanistas debieran admitir que Cataluña es encumbrada por los españoles (y no hay motivo de sentirse menospreciado por ellos)».
PS. Cierro con un oportuno texto de Enric Juliana, de La Vanguardia del pasado miércoles: «Mientras la declaración de independencia exprés entra en el registro del Parlament, las televisiones difunden imágenes de la colección de coches de lujo de uno de los principales investigados. El trallazo en la opinión pública es fenomenal. En Catalunya y en toda España. Cuando la política se complica sugiero siempre un ejercicio: intentar explicar lo que está pasando a un amigo extranjero. Voz alta, distancia y traducción. Ayer lo hice y llegué a la conclusión de que el grupo dirigente catalán ha decidido la fuga hacia adelante, preso de una doble angustia: la enorme resistencia de la CUP a la investidura de Mas y el temor a una posible desintegración de CDC, ante el salto de cualidad de la investigación judicial, que podría estar contando con nuevos e insospechados informantes. La situación catalana cambia de rasante. Y el Partido Popular no desaprovechará ni un minuto para reafirmarse como Partido Alfa. El voto catalán derrotó al PP en el 2004 y el 2008. Esta vez, la angustia del partido gobernante catalán podría servirle en bandeja la campaña electoral. La fría pregunta de Togliatti aún tiene sentido: ¿Y qué pensáis hacer después de la declaración? Aunque también podría plantearse en Madrid: ¿Y qué pensáis hacer después del artículo 155?».
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.