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Greenpeace denuncia el intento de cementeras de disfrazar de ecológica la quema de residuos tóxicos

Fuentes: Greenpeace

La industria cementera ya intentó colar la incineración en la estrategia española contra el cambio climático y fue rechazada   Greenpeace denuncia que el convenio firmado ayer entre la Agrupación de Fabricantes de Cemento (Oficemen) y las federaciones de construcción de los sindicatos UGT y CC.OO para permitir la incineración de residuos en los hornos […]

La industria cementera ya intentó colar la incineración en la estrategia española contra el cambio climático y fue rechazada

 

Greenpeace denuncia que el convenio firmado ayer entre la Agrupación de Fabricantes de Cemento (Oficemen) y las federaciones de construcción de los sindicatos UGT y CC.OO para permitir la incineración de residuos en los hornos cementeros es un intento desesperado de este sector industrial por justificar una actividad gravemente perjudicial para el medio ambiente. «Es inadmisible que la industria cementera diga que la quema de residuos en sus hornos contribuye a reducir las emisiones de CO2 cuando es una de las

actividades que ha sido rechazada en la estrategia española de cambio climático por su impacto nocivo sobre el medio ambiente» -ha afirmado Juan López de Uralde, director ejecutivo de Greenpeace.

 

La industria cementera ya intentó infructuosamente disfrazar la quema de residuos como ecológica durante la planificación de la estrategia de cambio climático, pero su propuesta fue rechazada con el voto en contra de ecologistas y sindicatos.

 

La quema de residuos en cementeras conlleva:

 

  • un aumento de la emisión de sustancias tóxicas y peligrosas entre las que se incluyen dioxinas, furanos, hidrocarburos aromáticos policíclicos y metales pesados
  • un aumento de la toxicidad de un producto como el cemento, al que estamos expuestos a diario, ya que el proceso de producción se realiza en un ciclo cerrado, es decir, los residuos que se generan se acumulan en el producto final
  • el fomento de la generación de residuos, ya que hace más fácil a las empresas deshacerse de ellos en lugar de reducir la producción de desechos y de fomentar su reciclaje
  • que los trabajadores de las cementeras se expongan a las sustancias tóxicas que manipulan y que se liberan

 

El único beneficio real de este proceso es para la industria cementera, que ahorrará en combustible y obtendrá ganancias como «empresa gestora de residuos».

 

Para más información: Juan López de Uralde, director ejecutivo de Greenpeace, al 91 444 14 00
Prensa: Marta Rodríguez al 91 444 14 00 ó al 660 437 12 67