El miércoles, en la Plaza Nueva de Sevilla, frente al Ayuntamiento, tuvo lugar una Asamblea Pública de movimientos sociales y organizaciones de la izquierda, en la que participaron alrededor de 100 personas. El motivo de esta asamblea era proseguir con la preparación de la huelga general y con la agitación en pro de la misma, […]
El miércoles, en la Plaza Nueva de Sevilla, frente al Ayuntamiento, tuvo lugar una Asamblea Pública de movimientos sociales y organizaciones de la izquierda, en la que participaron alrededor de 100 personas.
El motivo de esta asamblea era proseguir con la preparación de la huelga general y con la agitación en pro de la misma, más necesaria si cabe en vista de que los sindicatos mayoritarios no están haciendo una verdadera campaña.
La asamblea fue convocada por el Foro Social de Sevilla, a propuesta del SAT. Participaron las organizaciones CGT, SAT, CUT, Corriente Roja, En Lucha, Coordinadora Antifascista, Movimiento de Acción Estudiantil y Jaleo. Asimismo, contamos con la presencia a título individual de militantes de Izquierda Anticapitalista y de Unidad Cívica Andaluza por la República.
Los miembros de CGT y SAT (mujeres en el caso de este último, lo que es significativo porque se progresa en la superación de la contradicción patriarcal tan tradicional en el sindicalismo) narraron casos concretos de luchas sindicales ganadas, que demuestran que el sindicalismo puede ser otra cosa diferente a lo que practican las cúpulas de CCOO y UGT. Corriente Roja recordó que, aunque la desconfianza hacia la burocracia sindical es justa, un fracaso de la huelga del próximo día 29 supondría una derrota para todo el movimiento obrero y, por tanto, para las condiciones de vida de los trabajadores. En Lucha habló de la necesidad de una campaña sostenida, de (no una sino) varias huelgas generales hasta echar abajo la reforma laboral y el pensionazo. El Movimiento de Acción Estudiantil subrayó que los estudiantes serán (o son ya) trabajadores, por lo que no pueden permanecer ajenos a los recortes sociales que se están produciendo. Jaleo declaró que no era el momento de pronunciar discursos, sino de estar ahí y demostrar la unidad en la práctica.
Durante el debate, un miembro de la Unidad Cívica Andaluza por la República recordó que la Plaza Nueva se llamó en otra época Plaza de la República, y que ya era hora de derribar la estatua ecuestre de Fernando III para poner allá arriba al pueblo nuevamente. Otro participante, miembro de Izquierda Anticapitalista, habló de un nuevo conflicto laboral en Canal Sur, la televisión andaluza, lo que también viene a reforzar la necesidad de esta huelga. Otros participantes, a título individual, insistieron en la idea de que, pese a las dificultades, hace falta una campaña sostenida que no acabe, sino que empiece, el 29 de septiembre. Asimismo, un joven inmigrante recordó que hay que insistir, desde el internacionalismo de clase, en que, ya sea nativa o extranjera, sólo existe una clase obrera.
Así concluyó esta asamblea pública, que supone una nueva muestra de la posibilidad de estrecha colaboración entre las fuerzas de la izquierda extraparlamentaria. Una asamblea cuyas presencias fueron tan significativos como sus ausencias, ya que la UJCE rechazó la invitación a participar en el evento, por el motivo de que éste no había sido apoyado ni convocado por CCOO, su único referente sindical. Sin embargo, si los sindicatos del régimen continúan con su actitud habitual, las fuerzas de esa izquierda que todavía subordina su táctica a la de ellos tendrán, como tuvieron ayer, nuevas oportunidades para poner el pie en el otro lado de esta brecha que, cada vez más, se va abriendo entre la izquierda cooptada e institucionalizada y la izquierda extraparlamentaria que grita sus verdades en la calle.
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