«La represión es el rostro del gobierno hondureño de Ricardo Maduro. El chantaje, la corrupción y la cooptación, sus múltiples máscaras. La ley y sus jueces, los medios para ejercerla…», así caracterizó a la administración nacionalista (PN) del país centroamericano, Roberto López, habitante de la comunidad negra Triunfo de la Cruz del departamento de Atlántida, […]
«La represión es el rostro del gobierno hondureño de Ricardo Maduro. El chantaje, la corrupción y la cooptación, sus múltiples máscaras. La ley y sus jueces, los medios para ejercerla…», así caracterizó a la administración nacionalista (PN) del país centroamericano, Roberto López, habitante de la comunidad negra Triunfo de la Cruz del departamento de Atlántida, en el marco del Encuentro Mesoamericano en Defensa de Nuestros Derechos, Recursos y Pueblos en la comunidad de La Esperanza, a las faldas de la cordillera del mismo nombre.
Estas tierras siempre, desde la colonia, han tenido el problema de la tenencia y su historia está atada (hasta el momento), a la tensión entre la propiedad comunal y la propiedad privada. Nada nuevo. En realidad se trata de otro episodio de la dramática reiteración de siglos atrás del despojo de los bienes colectivos de los pueblos originarios del continente americano y en su ¨transculturación¨ de los pueblos provenientes de África para ser sometidos como esclavos en la tierra prometida.
El despojo y la calaña fueron, de menos, los motes de la época de la conquista durante el siglo XVI hasta el XIX y hoy, cientos de años después, es una práctica recurrente por medios distintos. Uno de los pueblos con esta experiencia en el país (y con más muertos) son los garífonas, asentados en la zona costera de la atlántica mesoamericana.
En días recientes, las comunidades que integran a este grupo étnico, con identidad y cosmogonía propias, han sido puestas otra vez en la ¨boca del dragón¨, como lo definió el representante de la comunidad negra al ser señalados como instigadores, ladrones y tomadores de «tierra privada» de una de las zonas más codiciadas por los empresarios turísticos.
El pasado 2 de junio, cientos de personas decidieron recuperar tierras que les fueron arrebatadas por el decreto presidencial 9090 que viene aplicándose desde el gobierno del ex presidente Rafael Elías Callejas, y tomar su destino por su propia cuenta.
Alrededor de 46 comunidades organizadas definieron hacerle frente al intento de construir un megaproyecto turístico llamado Proyecto Marbella, Triunfo de la Cruz, en las costas hondureñas. Capitales de empresarios extranjeros y nacionales buscan terminar con la posesión comunal de la tierra y edificar un «Paraíso de Sol y Canto» a costa de la vida cultural de los garífonas, «pueblo harto de maltratos, explotación y ninguneo», además de «la carga histórica de sometidos», como irónicamente señaló Roberto López. Y es que en un documento colonial de Honduras se publica la supuesta y vergonzosa «Carta de un esclavo pidiendo se confirme su libertad por haber sido bautizado» de fecha 1795 y que a la letra dice: «Señor Governador e Yntendente… Ante Vuestra Alteza un pobre negro se pone a las plantas de Vuestra Alteza, pidiendo, como a padre de urfanos, que soy un negro que salido hullendo del poder de mi amo, solicitando el beneficio de ser christiano… Con que assí espero en la mucha piedad de Vuestra Alteza que se me dé carta de venta, para buscar amo aquí…».
La resistencia, como dice James C. Scott en los Dominados y el arte de la resistencia, no se expresa solamente en una actitud rebelde en el escenario público, sino que puede además poner los temas de gran importancia a dirimirse de múltiples formas frente al adversario dominador en silencio y sin que, aparentemente, nadie se dé cuenta. Aquí, en Honduras como en otros lugares de la América, las prácticas cotidianas también son resistencia y se viven al día…
Ricardo: Salu (hola) Roberto. Escuché atentamente tus intervenciones y me dio la impresión de que estaba escuchando a un pueblo que se prepara para tomar una decisión fundamental y última, como muchas veces se ha dado en estos territorios, un ¡Grito de Rebeldía! guatemalteco, ¡Farabundo Vencer o morir! en El Salvador, un ¡Monimbó es Nicaragua!, un ¡Ya basta! mexicano…
Roberto: En la comunidad negra garífona nuestro grito de rebeldía está en el trabajo diario y lo hacemos sonar con tambores.
Ricardo: ¿De qué organización eres?
Roberto: Pertenezco a la Organización Fraternal Negra de Honduras (OFRANEH); soy el coordinador de finanzas y pertenezco al pueblo garífona, exactamente de la comunidad Triunfo de la Cruz del departamento de Tela Atlántida.
Ricardo: ¿Cuál es la historia de tu organización en el último período?
Roberto: La OFRANEH tiene un largo historial de reivindicaciones de derechos del pueblo garifona. Venimos a partir del decreto 9090 del ex presidente Callejas. Se empezó una fuerte lucha a raíz de la maniobra jurídica por parte del Estado para el desalojo sistemático de las tierras, exactamente de las playas del litoral atlántico de Honduras.
Ricardo: ¿Cuánta población conforma a las comunidades afectadas?
Roberto: Son 46 comunidades y en total somos 350 mil habitantes de garífonas parlantes y es aquí donde se concentra el mayor y la mejor infraestructura, las facilidades de las playas, las empresas hoteleras que quieren instalarse.
Ricardo: ¿Cuál es el conflicto que están viviendo actualmente?
Roberto: El conflicto es que se quieren posicionarse de las playas para instalar los megaproyectos turísticos. Para el caso, un ejemplo, estamos en la situación del Proyecto Marbella, Triunfo de la Cruz. Es un conflicto de 13 años donde sólo en transacción de tierras se habría invertido 19 millones de dólares para un megaproyecto donde se iba a instalar más de ochocientas manzanas de playas de infraestructura hotelera.
Ricardo: ¿Ustedes han recibido ofertas por parte del gobierno y de estas empresas?
Roberto: Se han firmado convenios y de estas empresas no hemos recibido oferta, lo que hemos recibido es la falta de respeto y atropellos, donde se hacen leyes y se hacen las maniobras para el despojo sistemático. Se está planeando hacer el turismo sin nosotros desde la perspectiva de los organismos de financiamiento internacional, de crédito, hasta por las transnacionales sin tomar en cuenta la ideosincracia y la cosmovisión de las comunidades.
Ricardo ¿Tienen identificadas a las empresas interesadas en las explotación del turismo?
Roberto: Sí. En la actualidad hay un proyecto bahía de Tela Marbella, tenemos empresarios como Miguel Macusé, Rosental Oliva y el Instituto Hondureño de Turismo, entre otros.
Ricardo: ¿Qué significa para ustedes la identidad como pueblo?
Roberto: Nosotros como pueblo culturalmente diferenciados, la identidad de nosotros es fundamental y nosotros creemos que como pueblo, la misma constitución de la República de Honduras hay algunos artículos donde dice que el Estado está en la obligación de proveer mecanismos de protección por la vulnerabilidad de las comunidades y por el hecho de que a veces desconocemos los estamentos jurídicos y la humildad misma de la ideosincracia del pueblo.
Nosotros tenemos un arraigo cultural muy fuerte donde se conservan la lengua, las costumbres y todo lo que tiene que ver con un pueblo étnico.
Ricardo: ¿Cuáles son los trabajados que han estado llevando acabo en los últimos años en torno a la identidad?
Roberto: Nosotros en el ramo de la identidad estamos trabajando fuertemente en la concientización de los pueblos, en dar a conocer el derecho indígena para que podamos defender nuestros recursos, nuestros territorios y podamos hacer nuestros reclamos con base al derecho que nos asiste. Se hacen programas demostrativos como por ejemplo campañas en contra del VIH-SIDA; también a través de la cultura, se reviven hechos históricos como la masacre de San Juan donde en 1937 por diferencias políticas se masacró a más de 14 negros de la comunidad de San Juan, a partir de esa fecha hay un recuento de actuaciones de discriminación contra nuestros pueblos y actuaciones en contra del pueblo garífona.
Ricardo: ¿Cuántos y qué pueblos existen en Honduras?
Roberto: Aquí en la Confederación de los Pueblos Autóctonos los reconocidos a principio éramos 6 y luego se fueron agregando los mayas, choris y luego los negros de habla inglesa y, por último, los nahuas que están en el departamento de Olacho.
Ricardo: Los otros seis ¿Cuáles son?
Roberto: Los otros seis son los garífonas que somos nosotros, los lencas, los pech, los tahuacas, los mezquitos y los chotis que creo son varios en el departamento de Ocotepeque.
Ricardo: ¿Qué mensaje de la darías a los pueblos indígenas originarios de América que hoy resisten?
Roberto: A todos los hermanos de Mesoamerica y especialmente a los hermanos mexicanos les enviamos un cordial saludo desde aquí La Esperanza y les deseamos mucha fortaleza en la lucha y que continúen en un fuerte proceso de resistencia para hacer valer nuestros derechos como pueblos.