El 29 de septiembre se celebra el Día Marítimo Mundial, este año con el lema «Piratería: elaborando la respuesta», para Ecologistas en Acción en la temática se ha olvidado incluir también a los corsarios que esquilman los recursos marinos. En este día, Ecologistas en Acción denuncia que la huella pesquera española es cuatro veces más […]
El 29 de septiembre se celebra el Día Marítimo Mundial, este año con el lema «Piratería: elaborando la respuesta», para Ecologistas en Acción en la temática se ha olvidado incluir también a los corsarios que esquilman los recursos marinos. En este día, Ecologistas en Acción denuncia que la huella pesquera española es cuatro veces más elevada que la media del planeta.
El aumento del consumo de pescado, la industrialización de las flotas y unas políticas pesqueras inadecuadas han conducido a una sobreexplotación de los recursos. El resultado es que dos de cada tres pescados consumidos en España provienen de caladeros alejados, contrayendo así una deuda pesquera con terceros países.
A lo largo de los últimos años el déficit pesquero español ha aumentado de forma alarmante y hoy en día es superior al 60 %. Es decir que dos de cada tres pescados que consumimos provienen de caladeros de terceros países o de aguas internacionales, ya sea mediante importaciones o mediante la actividad de los buques españoles que componen la flota de gran altura.
Para Lali Musoles, de Ecologistas en Acción «la dependencia de pescado importado se debe al incremento en el consumo de productos pesqueros, a la progresiva sobreexplotación de los caladeros españoles y al avance del modelo de pesca industrial que desde los años 50 no ha parado de expandirse». Además, afirma que «debido al agotamiento de los recursos pesqueros, es previsible que la autosuficiencia pesquera del Estado español disminuya año tras año, aumentando así nuestra deuda pesquera con terceros países».
La colonización de nuevas zonas pesqueras ha dado lugar a una «deuda pesquera» que los países del Norte, como España, han contraído con países empobrecidos. Tal y como remarca Jorge Sáez, Responsable del Área Marina de Ecologistas en Acción, «las consecuencias ambientales, sociales y políticas derivadas de la sobrepesca son ya visibles en muchas regiones del planeta, como sucede en Senegal o Marruecos».
En el plano político, la Política Pesquera Común no ha sido suficientemente capaz de prevenir la sobreexplotación de los recursos, la sobrecapacidad de la flota y la dependencia a las subvenciones. En cambio, ha tenido un papel muy activo en negociar el acceso a los recursos pesqueros de países lejanos, siendo la flota española la que ostenta el primer puesto de la flota exterior europea.
«Ahora estamos en un momento crucial», afirma Lydia Chaparro, Responsable de Pesca de Ecologistas en Acción. «La Política Pesquera Común está siendo reformada y es necesario que se produzca un cambio radical. Más del 80 % de los recursos pesqueros europeos están sobreexplotados, por lo que debemos restaurar urgentemente la salud ambiental de los ecosistemas marinos y recuperar nuestra soberanía alimentaría. La Unión Europea debe comprometerse a una gestión sostenible de los recursos pesqueros, de lo contrario se estará poniendo en grave peligro los ecosistemas marinos, nuestra propia seguridad alimentaria y la de terceros países».
Para Ecologistas en Acción sin peces no hay pesca ni pescadores. Preservar las poblaciones de peces sanas y de los ecosistemas marinos en general, así como replantearse qué se está consumiendo, se perfila como la única vía para desinflar la abultada deuda pesquera contraída y asegurar la subsistencia de los pescadores artesanales de todo el mundo.
Fuente: http://www.ecologistasenaccion.org/article21409.html