Conocimos a Ignacio García-Valdecasas una serie de personas ligadas al trabajo de solidaridad con Palestina recién nombrado para el cargo de Cónsul de España en Jerusalén.
Este consulado que atiende las relaciones de España con los palestinos de Cisjordania y Gaza es de vital importancia para que la jefatura de la diplomacia española conozca la situación de ocupación que ejerce Israel sobre la población palestina.
La embajada española en Tel Aviv debería hacer otro tanto, pero me temo que, en la esquizofrenia de los países occidentales, las embajadas en Tel Aviv, ante el Estado de Israel, tratan de los asuntos duros, comercio, relaciones militares, de seguridad e inteligencia, etc y el consulado en Jerusalén es la cara amable de las diplomacias. Dan dinero y no coherencia, ayudas, reconvenciones a Israel por la enésima destrucción de ayuda internacional, estar presente en los desahucios de palestinos, etc.
García-Valdecasas en esa reunión, celebrada en octubre de 2019 en la Misión diplomática palestina en España (no llega al estatus de embajada porque España, en contra de otros países como Suecia, no reconoce a un Estado Palestino) nos preguntaba por las actuaciones de las diversas entidades, ongs en los Territorios Ocupados, aunque algunas tenían relaciones con israelíes, de pata negra judíos o palestinos, antisionistas.
En mi caso, en nombre del CSCA, dije algo del tema de cooperación que se tiene en Palestina y con los refugiados en diversos países de la zona, pero me centré en el rol del Ministerio de Asuntos Exteriores ante empresas españolas que violan el derecho internacional, lucrándose con la ocupación y en concreto, CAF, como en su día parecían que habían actuado las compañías SEMI (de Florentino), INECO y ahora GMV.
Ignacio García-Valdecasas no rehuyó la pregunta y afirmó que el Ministerio estaba preocupado y que había señalado a la empresa la inconveniencia del proyecto de construcción y ampliación de líneas de tranvía entre Jerusalén y las colonias sionistas próximas.
Su discreción no le permitía decir nada más, ni darnos más orientaciones.
En todo caso, me consta su dedicación. La puesta en marcha en Ramalla del Instituto Cervantes está en sus logros, junto al esfuerzo de Luís García Montero, dedicada a la educación de las culturas españolas, administrativamente dependiente del centro de Amán (Jordania).
Su dedicación y su equipo para asistir a Juana Ruíz frente al acoso y tortura psicológica israelí, el estar junto a ella, forma parte de su trabajo. Pero, también lo es el redactar informes de la ocupación y las sevicias israelíes correspondientes que duermen en los cajones de las cancillerías europeas, sin ninguna aparente consecuencia en las relaciones hispano israelíes: se siguen haciendo maniobras militares con el ejército de ocupación; se comercia como si tal cosa, los productos Ahava, de las colonias se exhibían en los espacios de Adif, en varias estaciones de ferrocarril españolas, etc.
Ignacio García-Valdecasas ha sido cesado.
Juana Ruíz sigue en la cárcel.
Arantxa González es nuestra ministra (?) de Asuntos Exteriores.
Santiago González Vallejo. Comité de Solidaridad con la Causa Árabe.