Mal, muy mal ha comenzado la XIII Legislatura en las Cortes Generales. La moción de censura contra Mariano Rajoy del 1 de junio de 2018, los cien días del nuevo Gobierno y la convocatoria de elecciones, son acontecimientos que descubren que se ha gobernado poco en este último año. Dos meses en blanco −mes de […]
Mal, muy mal ha comenzado la XIII Legislatura en las Cortes Generales. La moción de censura contra Mariano Rajoy del 1 de junio de 2018, los cien días del nuevo Gobierno y la convocatoria de elecciones, son acontecimientos que descubren que se ha gobernado poco en este último año. Dos meses en blanco −mes de abril electoral para las generales y mes de mayo electoral para la triple convocatoria del 26M− presentan un próximo futuro cargado de incertidumbres y alguna certeza: la legislatura será bronca. En el ámbito internacional no es que las cosas estén más claras.
Hace un mes que se celebraron las elecciones generales y seguimos con un Gobierno en funciones, sin que tengamos una idea formada sobre, fechas, posible composición o coalición. Una incertidumbre: no conocemos cuando se van a iniciar las consultas del Jefe del Estado ni con quienes. Una certeza: ERC no tiene intención de participar en estas conversaciones. Es cierto que no hay un plazo legal fijado para ello. De momento, la nueva presidenta del Congreso ha avanzado su intención de entregar al rey la próxima semana el listado de representantes de los partidos. El artículo 99.1 de la Constitución establece que una vez renovado el Congreso, el jefe del Estado se reunirá con «los representantes designados por los grupos políticos» que hayan obtenido escaño para, en su caso, proponer un candidato que se someta a la sesión de investidura.
La Mesa del Congreso ha suspendido como diputados a Junqueras, Sànchez, Rull y Turull, con el voto contrario de Unidas Podemos, tras conocer el informe de los letrados del Congreso que aseguran que corresponde la «suspensión inmediata» por la Ley de Enjuiciamiento Criminal (Artículo 384 bis). Ahora los diputados suspendidos deberán decidir si entregan sus actas, para permitir que corra la lista de sus respectivas candidaturas para ser sustituidos por otros parlamentarios, o si no las entregan y dejan a sus grupos sin esos representantes. Por ello la presidenta de la Mesa, Meritxell Batet, ha anunciado que ha encargado un informe para conocer cómo quedan las mayorías parlamentarias y la conformación de los grupos parlamentarios tras la citada suspensión. Esta nueva situación abre otra incertidumbre: cómo quedan las mayorías de la Cámara tras la inhabilitación de los presos políticos independentistas; y una certeza: Sànchez ya no irá a La Zarzuela, como pretendía JxCat.
Todo hace pensar que la Mesa del Congreso ha caído en la provocación de las amenazas del PP y Cs y en la valoración del Presidente de la Sala Segunda del Tribunal Supremo. El artículo 21 del Reglamento de la Cámara, obliga a un trámite que el Supremo no ha hecho: pedir al Congreso el suplicatorio para poder juzgar a un diputado. Para el Catedrático de Derecho Constitucional en la Universidad de Sevilla, Javier Pérez Royo, se ha cometido un Atentado contra la división de poderes. «La cobardía del Tribunal Supremo es inaudita. Escurrir el bulto, en lugar de dar la cara, es lo peor que puede hacer un órgano que quiera ser respetado. No puede transferir su responsabilidad a nadie». En su opinión, «La decisión que ha adoptado el Tribunal Supremo no es una decisión jurisdiccional, sino una decisión política y una decisión que encaja como un guante en la estrategia que están poniendo en marcha Cs como punta de lanza, con el concurso inmediato de PP y Vox». Si Oriol Junqueras es proclamado candidato electo el domingo 26, «quedará al descubierto la artera manera de proceder del Tribunal Supremo». ¿Se atreverá Marchena a dirigirse a la Mesa del Parlamento Europeo para que suspenda al euro parlamentario Junqueras en el ejercicio de la función?
Una certeza: la XIII legislatura, va a ser bronca. A tre días de ser elegida presidenta del Congreso de los Diputados Meritxell Batet, el PP y Cs consideraban a la recién nombrada, como el gran objetivo a batir en la recta final de la campaña. Han emprendido una ofensiva dentro de su plan para desacreditar cualquier institución en manos de la izquierda, que ganó las generales el 28A, y poner freno a la formación del nuevo Gobierno de Pedro Sánchez. Las formaciones de Casado y Rivera han cargado contra la presidenta de la Cámara Baja, porque la Mesa del Parlamento -en la que tienen mayoría el PSOE y Unidas Podemos- no suspendió en su primera reunión de la legislatura a los cuatro diputados independentistas en prisión preventiva, por solicitar antes un informe a los servicios jurídicos del Congreso.
Tras la suspensión de los diputados catalanes en prisión preventiva por su participación en el procès, las reacciones a la decisión no se han hecho esperar. El secretario general del PP, Teodoro García Egea, considera «una victoria evidente» de su partido, que ha «torcido el brazo» a la presidenta Meritxell Batet, celebrando que la presidenta de la Cámara haya «hecho caso del Supremo y de las demandas del PP». Recordemos que había amenazado con utilizar toda su fuerza parlamentaria pidiendo la reprobación de la presidenta. Por su parte, el secretario general de Cs, José Manuel Villegas, ha asegurado que Batet ha hecho «el ridículo» al «dilatar» tres días la decisión de suspender de funciones a los diputados independentistas, lo que achaca a intereses electorales. Villegas ha explicado que la suspensión se tenía que haber adoptado el mismo martes, pero, «al final, después de retrasar innecesariamente, se ha visto forzada a resolver».
Oriol Junqueras, ha defendido que «la mejor manera» de criticar las decisión del Cámara Baja de suspenderle de sus funciones, es convertirle en eurodiputado. «¡Nos han suspendido en España pero no podrán hacerlo en Europa! Un preso político entrando en el Parlamento Europeo es la mejor manera de denunciar la represión del Estado español». Por su parte la portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Irene Montero, ha manifestado su discrepancia con la decisión de la Mesa, al creer que es una cuestión que debió resolver el Supremo y no el Parlamento. Defiende que todos los diputados han sido elegidos por la ciudadanía y deben poder ejercer sus funciones.
En el ámbito internacional la incertidumbre es grande. Si nada estaba claro con el Brexit, tras el anunció de la dimisión el próximo 7 de junio de Theresa May, como líder conservadora del Reino Unido, todo se complica. La premier ha lamentado no haber logrado el consenso necesario en el Parlamento para sacar adelante el acuerdo del Brexit, aunque ha defendido que creía que su forma de actuar era la «adecuada». Su acuerdo ha sido rechazado en tres ocasiones en la Cámara de los Comunes y la gota que ha colmado el vaso ha sido su deseo de someterlo a una cuarta votación. El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, mantendrá el mismo «respeto» y diálogo con quien suceda a Theresa May, pero Bruselas tiene claro que el cambio no supondrá renegociar al acuerdo entre la UE y Londres. Por su parte el líder de la oposición laborista Jeremy Cobyn, pide al sucesor de May que convoque elecciones anticipadas, porque el Partido Conservador no está en condiciones de seguir gobernando.
Todo parecía que iba como la seda entre EEUU y China y ahora nos encontramos con otra incertidumbre que puede afectarnos a todos. Las poderosas compañías de telecomunicaciones están desarrollando la arquitectura de la red de quinta generación, que ofrecerá una conexión mucho más rápida y poderosa. Mientras tanto, las dos principales potencias, desatan la guerra fría del 5G por controlar el Internet del futuro. Trump ha lanzado su ofensiva más dura hasta el momento declarando una emergencia nacional y limitando considerablemente las actividades de la tecnológica china Huawei en EEUU. Tras años presionando a la comunidad internacional para eliminar barreras comerciales, EEUU recurre al proteccionismo para no verse sobrepasado en sectores clave como el tecnológico. Lo cierto es que con el Internet ruso, el Google chino y el 5G de EEUU, Internet se va llenando de fronteras. Todo por conocer en el éter.
Pero la guerra comercial entre EEUU y China oculta otro control estratégico: el Canal de Panamá. Las crecientes tensiones diplomáticas entre Washington y Pekín, que han elevado el riesgo de confrontación bélica entre ambas superpotencias, según alertan cada vez más observadores internacionales, ha sacado a la palestra otro foco de conflicto: la lucha por el control del Canal de Panamá, la gran vía de tránsito comercial entre el Atlántico y el Pacífico. La confrontación por la vía de tránsito naval más rápida entre el Atlántico y el Pacífico está llena de interrogantes. Entre otras razones porque la actitud de EEUU y China raya la injerencia en la soberanía nacional panameña. China «ha situado a Panamá en medio de la rivalidad geopolítica. Y nadie tiene un plan preconcebido para afrontarla». Pekín, con la firma expresa del presidente Xi Jinping, ha formalizado 19 pactos comerciales con países de la región, todos ellos adheridos a la Nueva Ruta de la Seda.
Entre incertidumbres y certezas, lo cierto es que la decisión de los políticos presos de no renunciar a sus actas, facilitará la investidura de Pedro Sánchez, que le permitiría no depender de los independentistas. Jugada redonda, que no perfecta. Me quedo con la viñeta de @ManelFontdevilla en la que un «un león de las Cortes, para por el aro que sostiene una mano con puñetas«.
Sobre la incertidumbre que presentan los posibles resultados de la triple convocatoria electoral del #26M, tendremos tiempo para valorarlos; hasta el momento en el que cierro este artículo, no hay ninguna certeza.
@caval100
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